Wallace Souza había encontrado una manera perfecta de combinar sus tres oficios. Ex policía civil, usó su experiencia en la fuerza –de la que había sido expulsado tras ser acusado de desvío de combustible– para crear un programa periodístico en la televisión, cuyo principal atractivo era la presentación exclusiva de resonantes casos policiales.
La popularidad que conquistó como presentador de televisión, su segunda pasión, le permitió fortalecer su carrera política y llegar a ser el diputado más votado en las últimas elecciones en el estado del Amazonas. Electo por primera vez en 1998 por el Partido Liberal (PL), Souza pertenece ahora al Partido Progresista (PP) que, pese a lo que su nombre pueda sugerir en nuestro país, es una de las principales fuerzas de centroderecha de Brasil.
Político, periodista, policía, Wallace Souza parecía triunfar en todo.
“Nunca usamos el programa como trampolín político, pero sabemos que es siempre un trabajo que da resultado. Canal Livre siempre fue hecho con seriedad y responsabilidad, y dio resultados políticos”, afirmó Souza en marzo del año pasado, cuando el ciclo volvió al aire por el canal 10 de la cadena SBT.
Las transmisiones eran en vivo y contaban hasta con un helicóptero propio para cubrir ciertos reportajes.
Pero este domingo, este multifacético personaje comenzó a ser investigado por el Tribunal de Justicia de ese estado por una trama macabra.
Gracias al testimonio del ex policía militar Moacir Jorge da Costa, apodado “Moa”, la fiscalía pudo reconstruir la manera en que Souza había ligado su experiencia policial, su programa de televisión y su carrera política, y lo que descubrieron conmocionó a todos.
Moa confesó haber sido parte de una asociación ilícita liderada por el diputado que, entre otras actividades criminales, habría organizado asesinatos para su programa de televisión.
Este ex policía y ex integrante de la banda, detenido por tráfico de drogas, ya había acusado a Souza, en diciembre, de tener un plan para asesinar a la jueza federal Jaiza Fraxe, quien debió pedir protección al Ministerio de Justicia de Brasil.
El currículum que el diputado publica en la web de la Asamblea Legislativa del Amazonas destaca que “trabajó mucho tiempo en el área de comunicación, como radialista y presentador de televisión, teniendo siempre como tema principal el combate a la violencia y el periodismo de investigación”.
“Llegaban hasta a crear los hechos. Determinaban que los crímenes fueran cometidos para generar noticias para el programa. Todas las investigaciones apuntan en ese sentido”, afirmó el secretario de Inteligencia del Amazonas, Thomaz Augusto Corrêa Vasconcelos.
Las cámaras de Canal Livre llegaban siempre primero y sus investigaciones policiales constituían la principal causa de su alto rating. Ahora se sabe por qué: la “producción” del programa consistía en cometer los asesinatos y luego captar imágenes exclusivas de la escena del crimen para aumentar la audiencia que, a su vez, se traducía luego en votos para su conductor, ex policía y político.
La estrategia de Souza era crear inestabilidad y aumentar el miedo a la inseguridad entre la población, presentando con sensacionalismo los crímenes que él mismo encargaba. Así, lloverían cuestionamientos contra la Secretaría de Seguridad Pública del estado, hasta que el propio Souza acabó ocupando ese puesto. Desde allí, podría liderar sin problemas el crimen organizado en la región.
El hijo del diputado, Raphael Souza, de 26 años, había sido detenido en abril, acusado de liderar una banda dedicada al tráfico de drogas y a los asesinatos por encargo. El día de su detención, la policía encontró en la casa del propio diputado 84 municiones de grueso calibre, de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, 246 mil reales y 15 mil dólares, pero el joven asumió toda la responsabilidad.
Ahora, sin embargo, la fiscalía cree que el verdadero jefe de la banda sería su padre. El procurador general del estado, Otávio Gomes, informó que se investigan al menos seis homicidios. Ocho integrantes de la banda ya han sido detenidos en los últimos meses en lo que se conoce como “Operación Moa”, entre ellos el ex teniente coronel de la Policía Militar Felipe Arce Rio Branco, en cuyo domicilio encontraron un arma con el número de serie raspado. Uno de los hermanos del diputado, Carlos Souza, viceintendente de Manaos, también está acusado de encargar crímenes. Su otro hermano, Fausto Souza, es concejal.
Ante todos estos hechos, la Comisión de Ética de la Asamblea Legislativa del Amazonas se reunirá esta semana para iniciar el proceso de juicio político contra el legislador, que podría ser destituido.
Acusado formalmente de asociación ilícita, tráfico de drogas, amenazas a testigos y portación ilegal de armas y condenado a fines de julio por calumnias contra un juez, ahora también será investigado por encargar crímenes para su programa.
Como si fuera poco, una adolescente de 15 años lo acusó recientemente por delitos sexuales. “No podemos decir que no está pasando nada”, reconoció el presidente de la Asamblea, Belarmino Lins.
criticadigital.com
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