Internet y las tecnologías digitales, aplicadas a la medicina permiten, por ejemplo, que enfermos crónicos sean monitoreados a distancia de modo permanente (ver infografía). Pero -dicen los especialistas- este y muchos otros progresos técnicos no deberían interferir en lo esencial de la relación médico-paciente.
La tecnología no respeta tradiciones. Y ya alcanzó a un centenario aliado de los médicos, el estetoscopio. La empresa 3M vende estetoscopios que digitalizan los sonidos y pueden enviarlos, de modo inalámbrico, a la computadora. La empresa Alcatel-Lucent trabaja en un producto similar.
A su vez, existen cardiodesfibriladores que se implantan en el pecho de los pacientes y transmiten vía Internet los datos que recogen.
Silvia Vázquez, jefa de Diagnóstico por Imágenes del Instituto Fleni, cuenta que ya hay en el país tomógrafos que en 16 segundos obtienen una detallada imagen de un cerebro. Vázquez señala que otros de los equipos de punta son unos resonadores que señalan qué áreas cerebrales se activan cuando el paciente habla, o cuando mueve los brazos. Así, los cirujanos pueden tener un mapa de los puntos a evitar en una operación.
Luis Pozzer, vicepresidente de la Federación Argentina de Cardiología, cuenta que son notables los avances en el diagnóstico de arritmias y taquicardias. Hoy se identifica con una precisión nunca alcanzada el punto de origen de una arritmia. Y se puede recorrer en pantalla reproducciones 3D de corazones. Luego, esas reproducciones sirven de "mapa" cuando un catéter recorre el corazón real. Dice Pozzer que un progreso aun más importante es la reciente robotización de las intervenciones (aún no llegó al país), que aumenta todavía más la precisión y reduce riesgos.
Enrique Gurfinkel, investigador del Conicet y jefe de Cardiología de la Fundación Favaloro, dice que entre las prácticas de diagnóstico es en la obtención de imágenes donde más se está evolucionando. "Hoy en medio día se reúne casi toda la información necesaria para tomar decisiones terapéuticas", explica.
Las proezas tecnológicas de la medicina son muchas e indiscutibles, pero ¿afectan la relación médico-paciente? Luis Cámera, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina y jefe de Medicina Geriátrica del Hospital Italiano, señala que aunque los adelantos ayudan mucho, no hay que olvidar que todo debe arrancar en un buen interrogatorio y un examen físico, y sólo en función de ello decidir la tecnología a usar. "En la actualidad -dice el médico-, prácticamente hay una tecnología para cada síntoma, pero hay que tener cuidado, porque se puede cargar al paciente con una catarata de estudios, lo que sería angustioso para él, y muy costoso".
"Vía correo electrónico he hecho hasta diagnósticos, de una afección en la piel, por ejemplo, con ayuda de fotos que el paciente tomó con su celular. Sin embargo, la relación cara a cara sigue siendo insustituible", dice Cámera.
En ese sentido, Daniel Grassi, jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario Austral, indica que los usos de los estudios de avanzada deben ser indicados para necesidades objetivas, para confirmar un diagnóstico provisorio hecho en el consultorio. "Los estudios no deben reemplazar un interrogatorio profundo y un examen físico, prácticas que hoy, en términos generales, están en desuso", señala.
La tecnología no respeta tradiciones. Y ya alcanzó a un centenario aliado de los médicos, el estetoscopio. La empresa 3M vende estetoscopios que digitalizan los sonidos y pueden enviarlos, de modo inalámbrico, a la computadora. La empresa Alcatel-Lucent trabaja en un producto similar.
A su vez, existen cardiodesfibriladores que se implantan en el pecho de los pacientes y transmiten vía Internet los datos que recogen.
Silvia Vázquez, jefa de Diagnóstico por Imágenes del Instituto Fleni, cuenta que ya hay en el país tomógrafos que en 16 segundos obtienen una detallada imagen de un cerebro. Vázquez señala que otros de los equipos de punta son unos resonadores que señalan qué áreas cerebrales se activan cuando el paciente habla, o cuando mueve los brazos. Así, los cirujanos pueden tener un mapa de los puntos a evitar en una operación.
Luis Pozzer, vicepresidente de la Federación Argentina de Cardiología, cuenta que son notables los avances en el diagnóstico de arritmias y taquicardias. Hoy se identifica con una precisión nunca alcanzada el punto de origen de una arritmia. Y se puede recorrer en pantalla reproducciones 3D de corazones. Luego, esas reproducciones sirven de "mapa" cuando un catéter recorre el corazón real. Dice Pozzer que un progreso aun más importante es la reciente robotización de las intervenciones (aún no llegó al país), que aumenta todavía más la precisión y reduce riesgos.
Enrique Gurfinkel, investigador del Conicet y jefe de Cardiología de la Fundación Favaloro, dice que entre las prácticas de diagnóstico es en la obtención de imágenes donde más se está evolucionando. "Hoy en medio día se reúne casi toda la información necesaria para tomar decisiones terapéuticas", explica.
Las proezas tecnológicas de la medicina son muchas e indiscutibles, pero ¿afectan la relación médico-paciente? Luis Cámera, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina y jefe de Medicina Geriátrica del Hospital Italiano, señala que aunque los adelantos ayudan mucho, no hay que olvidar que todo debe arrancar en un buen interrogatorio y un examen físico, y sólo en función de ello decidir la tecnología a usar. "En la actualidad -dice el médico-, prácticamente hay una tecnología para cada síntoma, pero hay que tener cuidado, porque se puede cargar al paciente con una catarata de estudios, lo que sería angustioso para él, y muy costoso".
"Vía correo electrónico he hecho hasta diagnósticos, de una afección en la piel, por ejemplo, con ayuda de fotos que el paciente tomó con su celular. Sin embargo, la relación cara a cara sigue siendo insustituible", dice Cámera.
En ese sentido, Daniel Grassi, jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario Austral, indica que los usos de los estudios de avanzada deben ser indicados para necesidades objetivas, para confirmar un diagnóstico provisorio hecho en el consultorio. "Los estudios no deben reemplazar un interrogatorio profundo y un examen físico, prácticas que hoy, en términos generales, están en desuso", señala.
El Hospital Garrahan, con modernos telediagnósticos
En los próximos días, el Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan pondrá en funcionamiento un sistema de tecnología de punta para la realización de consultas médicas a distancia. El sistema, denominado Telepresencia, comunicará inicialmente al Garrahan con el Hospital Castro Rendón, de Neuquén.
Mediante cámaras de alta definición y monitores de gran tamaño (que muestran los rostros a tamaño natural), los médicos del centro de salud neuquino podrán consultar casos con sus colegas del Garrahan. Luis Carniglia, titular del Programa de Referencia y Contrareferencia del Garrahan, cuenta que el sistema de telepresencia (provisto por Cisco) es una evolución del sistema de consultas a distancia que el hospital ofrece desde 1997 (vía e-mail, teléfono y fax) y que hoy responde consultas de unos 75 centros de salud de todo el país. "Uno de los objetivos es evitarle a los pacientes viajes innecesarios a Buenos Aires", dice Carniglia.
Mediante cámaras de alta definición y monitores de gran tamaño (que muestran los rostros a tamaño natural), los médicos del centro de salud neuquino podrán consultar casos con sus colegas del Garrahan. Luis Carniglia, titular del Programa de Referencia y Contrareferencia del Garrahan, cuenta que el sistema de telepresencia (provisto por Cisco) es una evolución del sistema de consultas a distancia que el hospital ofrece desde 1997 (vía e-mail, teléfono y fax) y que hoy responde consultas de unos 75 centros de salud de todo el país. "Uno de los objetivos es evitarle a los pacientes viajes innecesarios a Buenos Aires", dice Carniglia.
Controles por mensaje de texto
Un grupo especializado en Informática Médica y Tecnologías para la Salud de la Universidad Nacional del Centro desarrolló un sistema de control domiciliario de pacientes crónicos, embarazadas que viven en zonas rurales y obesos mórbidos, basado en SMS. Pedro Escobar, investigador que coordina el grupo, explicó a Clarín: "Si se trata de pacientes diabéticos, ellos deben enviar regularmente mensajes de texto desde un celular con sus mediciones de glucosa, esos datos son recibidos por una PC y almacenados en una base de datos. Los médicos, vía Internet, tienen acceso a las mediciones; y pueden establecerse alarmas. Así se hace un seguimiento más cercano de los pacientes, sin que deban visitar al médico".
clarin.com
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