El argentino Ernesto Laclau acuñó el término “significante vacío” para definir el elemento particular que pretende representar lo universal. Aunque la idea fue concebida para el análisis del militante peronista, es tentador exportar la ambigüedad que conlleva a otros territorios. La Antártida, por ejemplo. Para los casi 500 bloggers que buscan llegar a ese lugar mediante un concurso internacional, el continente blanco puede ser un escenario ideal para el humor cotidiano, el descubrimiento de meteoritos prehistóricos o el sueño de un mundo en paz. Salvo que uno sea científico, militar, periodista o turista adinerado, llegar a la Antártida es poco más que un sueño.
Si se es blogger, hay una luz de esperanza: una empresa especializada en viajes a la inmensidad helada habilitó un sitio donde 465 usuarios –hasta ayer a la tarde– hablan de sus deseos y merecimientos. El más votado viajará con un acompañante y se transformará en el relator oficial de una expedición de doce días y –para el resto de los pasajeros– 11.000 dólares. El “blogueará” su experiencia, narrando “la acción, la emoción y el drama” a medida que se desarrolla su aventura polar.
La compañía Quark busca “un espíritu aventurero, con un agudo sentido de observación y la habilidad de escribir (en inglés) con estilo e imaginación”. En no más de 300 palabras, los participantes del certamen cuentan por qué merecen ir hasta allá.
El nombre del ganador, que cumplirá su sueño entre febrero y marzo de 2010, se conocerá el 30 de septiembre. El viaje incluye desembarcos en las playas y la península, además de un programa educativo sobre los aspectos biológicos, políticos e históricos del destino en cuestión.
Delante de siete estadounidenses, por ahora gana el portugués Luis Monteiro, quien promete desde las anécdotas más triviales como “lo mal que se siente que un pingüino te muerda el culo” hasta la prédica más altruista: “Voy a aprovechar esta oportunidad única para contar cómo el calentamiento global está afectando el ambiente antártico y cómo ya nos está afectando a nosotros”.
Lo hará desde la perspectiva de un tipo de 28 años, que trabaja en computación y –como casi todos– lleva una existencia tragicómica. Ya lo votaron 3.799 personas.Como no podía ser de otro modo, hay varios argentinos en carrera. Entre ellos, la más votada es la fotógrafa Lucila Portabales (puesto 43), que se fijó el viaje “casi como un objetivo de vida. Me interesa mucho ver cómo influye en uno ese paisaje, tanta nada”.
Casi obsesionada por la chance –ya hizo fotomontajes de su imagen sobre los icebergs– cree que podría compartir con los internautas mundiales dos pecularidades: las infinitas tonalidades del hielo –“no hay nada blanco en realidad, todo es rosa y celeste”– y un viaje a épocas muy lejanas. “El movimiento de las capas de hielo saca a la luz objetos que tienen millones de años. Es el mejor lugar del mundo para encontrar meteoritos”, se entusiasma.
El segundo compatriota más votado es José Bongiovanni Servera (77 del ranking), abogado fueguino de 24 años. La Antártida lo inquieta por sobre todas las cosas. “No sé por qué, pero es algo que siento muy fuerte desde chico”. Cuando trabajaba de guía en los catamaranes que recorrían el canal de Beagle, se repetía en sus oídos un mismo relato: a su regreso, los turistas más viejos le confiaban que habían cumplido su último sueño. A él lo mueve la utopía de John Lennon: “Hay un pacto de no agresión. No hay fronteras, prevalece el espíritu de comunidad, es lo último que nos queda”.
criticadigital.com
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