Viene de Japón y puede convertirse en una importante amenaza para la salud pública, según explican los científicos que han detectado en ese país una cepa de la gonorrea -una infección de transmisión sexual- súper resistente a todos los antibióticos. Es la primera vez que se observa esta variante -bautizada como H041-, que muta muy fácilmente para escapar de los fármacos.
El doctor Magnus Unemo, del Laboratorio Sueco de Referencia para la Neisseria Patogénica -la bacteria que causa la infección- y artífice del hallazgo, declara que este descubrimiento es "alarmante" pero también era "predecible", ya que "desde que los antibióticos [en concreto la familia de las cefalosporinas] se convirtieron en la terapia estándar para la gonorrea en la década de los 40, la bacteria ha mostrado una gran capacidad para desarrollar mecanismos que resisten la acción de los fármacos", explica.
Para Unemo, que ha anunciado la existencia de esta cepa durante la conferencia de la Sociedad Internacional para la Investigación de Enfermedades de Transmisión Sexual (ISSTDR, según sus siglas en inglés) que se celebra en Quebec (Canadá), señala que el hecho de que haya aparecido en Japón es preocupante, porque "Japón ha sido históricamente el lugar donde primero han emergido distintas cepas resistentes que luego se han propagado por el mundo".
Ahora, dado que el tratamiento habitual para controlar esta infección no funciona, los médicos no tienen otra opción que utilizar fármacos que no han sido probados para esta enfermedad.
Una infección común
La gonorrea es una infección bacteriana que se transmite por vía sexual por contacto con el pene, la vagina, la boca o el ano. Es una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuente en el mundo. Sólo en Estados Unidos, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) registran unos 700.000 casos al año, mientras que la prevalencia es aún mayor en el sudeste asiático y el África subsahariana.
El pasado año, científicos británicos ya alertaron del riesgo de que la gonorrea se convirtiera en una superbacteria -resistente a varias familias de antibióticos- tras observar como la infección estaba siendo difícil de controlar en Hong Kong, China y Australia.
Los expertos indican que la mejor manera para reducir el riesgo de que la resistencia aumente es desarrollar nuevas clases de fármacos. Pero hasta que esto sea una realidad, conviene utilizar combinaciones de varios antibióticos ya existentes, como se está haciendo en el caso de la tuberculosis extremadamente resistente (XDR-TB), así como centrar los esfuerzos en la prevención.
Si no se logra controlar a tiempo, el doctor Unemo estima que "basándonos en los datos históricos, esta nueva cepa puede propagarse por todo el mundo en una década".
elmundo.es
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