Quizás en este momento esté sintiendo una puntada en la cabeza, generalmente en uno de los lados, y cree que es porque lleva un día atareado, porque sus hijos lo están volviendo loco, o porque su jefe es muy exigente. Sin embargo, el causante de esos dolores puede ser lo que comió, o lo que le faltó comer.
Los pacientes que sufren de dolor de cabeza “deben seguir un plan alimenticio, ya que una dieta saludable, igualmente, puede contener sustancias capaces de desencadenar migrañas”, aseguró el neurólogo Pablo Schubaroff, integrante del Grupo de Trabajo de Cefaleas de la Sociedad Neurológica Argentina (SNA).
Los pacientes genéticamente susceptibles a sufrir migrañas deben realizar las cuatro comidas diarias, y evitar ciertos alimentos que contienen aminoácidos intervinientes entre los neurotransmisores del cerebro y que pueden causar ese trastorno.
“Los malos hábitos alimenticios como el ayuno pueden desatar una crisis migrañosa que durante el día dificultará las tareas, incluso llegar a anularlas, deteriorando la calidad de vida”, explicó Schubaroff. En ese sentido, precisó que “el ayuno es aludido por el 40% de las personas como causante de dolor de cabeza y un 20% reconoce a un factor alimentario como disparador del padecimiento”.
Cristina Banzas, integrante del grupo GESA (Grupo Educador en Salud y Alimentación, “los alimentos ricos en sal pueden producir hipertensión y en personas con migraña ocasionan aun más dolor, y productos como los quesos que contienen estimulantes químicos como los sulfitos, nitritos, nitratos, y tiraminas que producen un efecto vasodilatador de las arterias cerebrales”, explicó. “La migraña no se cura con la dieta pero se debe evaluar todo lo que se come e ir retirando lo que hace mal y lo que facilita la dolencia”, agregó Banzas.
Para las personas con dolores de cabeza frecuentes es recomendable que dentro de los lácteos elijan quesos descremados o enteros que sean blandos o untables, la leche fluida o en polvo, y evitar los quesos duros, el yogur y la leche chocolatada. En el grupo de las carnes, se deben evitar los embutidos como las salchichas, el jamón, la panceta, el salame, la bondiola, los alimentos congelados y empanados como hamburguesas y patitas y enlatados como atún, bacalao y caviar.
En cuanto a los vegetales y frutas, los especialistas en nutrición recomiendan evitar el consumo exagerado de tomate, la espinaca, la acelga, la banana, los cítricos, el kiwi y la frutilla. Algunos de estos alimentos liberan histamina, una molécula que está presente en todos los alimentos de la dieta cotidiana y el cuerpo la metaboliza a través de la enzima diaminooxidasa. Según un estudio realizado por la catedrática en Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona Carmen Vidal, el 95% de los migrañosos estudiados demostró tener un déficit de dicha enzima.
En el caso de las bebidas alcohólicas, pueden actuar como desencadenante de grandes crisis migrañosas, tanto inmediatas por consumo abusivo o al día siguiente de la ingesta, bajo lo que se conoce como resaca. “El vino tinto produce dolor de cabeza a raíz de una sustancia que se llama tanino que se encuentra en la uva”, explicó Schubaroff. Por eso, para evitar un dolor de cabeza se debe optar por el agua, las gaseosas no cola y el café descafeinado y se sugiere también evitar en exceso los edulcorantes, porque contienen glutamatos y son aminoácidos que actúan en el organismo como mediadores de la inflamación, lo que explicaría el inicio de la migraña.
Los pacientes que sufren de dolor de cabeza “deben seguir un plan alimenticio, ya que una dieta saludable, igualmente, puede contener sustancias capaces de desencadenar migrañas”, aseguró el neurólogo Pablo Schubaroff, integrante del Grupo de Trabajo de Cefaleas de la Sociedad Neurológica Argentina (SNA).
Los pacientes genéticamente susceptibles a sufrir migrañas deben realizar las cuatro comidas diarias, y evitar ciertos alimentos que contienen aminoácidos intervinientes entre los neurotransmisores del cerebro y que pueden causar ese trastorno.
“Los malos hábitos alimenticios como el ayuno pueden desatar una crisis migrañosa que durante el día dificultará las tareas, incluso llegar a anularlas, deteriorando la calidad de vida”, explicó Schubaroff. En ese sentido, precisó que “el ayuno es aludido por el 40% de las personas como causante de dolor de cabeza y un 20% reconoce a un factor alimentario como disparador del padecimiento”.
Cristina Banzas, integrante del grupo GESA (Grupo Educador en Salud y Alimentación, “los alimentos ricos en sal pueden producir hipertensión y en personas con migraña ocasionan aun más dolor, y productos como los quesos que contienen estimulantes químicos como los sulfitos, nitritos, nitratos, y tiraminas que producen un efecto vasodilatador de las arterias cerebrales”, explicó. “La migraña no se cura con la dieta pero se debe evaluar todo lo que se come e ir retirando lo que hace mal y lo que facilita la dolencia”, agregó Banzas.
Para las personas con dolores de cabeza frecuentes es recomendable que dentro de los lácteos elijan quesos descremados o enteros que sean blandos o untables, la leche fluida o en polvo, y evitar los quesos duros, el yogur y la leche chocolatada. En el grupo de las carnes, se deben evitar los embutidos como las salchichas, el jamón, la panceta, el salame, la bondiola, los alimentos congelados y empanados como hamburguesas y patitas y enlatados como atún, bacalao y caviar.
En cuanto a los vegetales y frutas, los especialistas en nutrición recomiendan evitar el consumo exagerado de tomate, la espinaca, la acelga, la banana, los cítricos, el kiwi y la frutilla. Algunos de estos alimentos liberan histamina, una molécula que está presente en todos los alimentos de la dieta cotidiana y el cuerpo la metaboliza a través de la enzima diaminooxidasa. Según un estudio realizado por la catedrática en Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona Carmen Vidal, el 95% de los migrañosos estudiados demostró tener un déficit de dicha enzima.
En el caso de las bebidas alcohólicas, pueden actuar como desencadenante de grandes crisis migrañosas, tanto inmediatas por consumo abusivo o al día siguiente de la ingesta, bajo lo que se conoce como resaca. “El vino tinto produce dolor de cabeza a raíz de una sustancia que se llama tanino que se encuentra en la uva”, explicó Schubaroff. Por eso, para evitar un dolor de cabeza se debe optar por el agua, las gaseosas no cola y el café descafeinado y se sugiere también evitar en exceso los edulcorantes, porque contienen glutamatos y son aminoácidos que actúan en el organismo como mediadores de la inflamación, lo que explicaría el inicio de la migraña.
elargentino.com
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