ROMA.- El papa Benedicto XVI bendijo ayer las redes sociales. Las consideró "una gran oportunidad", siempre que sean utilizadas con sabiduría, y, consciente de que Facebook es un verdadero fenómeno con más de 500 millones de usuarios en todo el mundo, llamó a los jóvenes a "hacer buen uso de su presencia en el espacio digital".
En su mensaje en ocasión de la XLV Jornada Mundial de las Comunicaciones, pronunciado ayer, también advirtió sobre los riesgos de las redes sociales -como, por ejemplo, buscar refugio en una suerte de mundo paralelo-, pidió no construir perfiles falsos y, en definitiva, ser coherente con el Evangelio.
En un mensaje centrado en la realidad de la nueva era 2.0, definió Internet como un "fenómeno característico de nuestro tiempo", que produjo una transformación tan trascendente en la sociedad como la que significó la Revolución Industrial. El Papa, de 83 años, destacó "las extraordinarias potencialidades de Internet y la complejidad de sus aplicaciones", que, como todo fruto del ingenio humano, deben ponerse al servicio del bien integral de la persona y de la humanidad entera.
"Transmitir información en el mundo digital significa cada vez más introducirla en una red social, en la que el conocimiento se comparte en el ámbito de intercambios personales", afirmó. El Pontífice advirtió, sin embargo, sobre algunos límites "típicos" de la comunicación digital: una interacción parcial, la tendencia a comunicar sólo algunas partes del propio mundo interior, el riesgo de construir cierta imagen de sí mismos, que suele llevar a la autocomplacencia.
"De modo especial, los jóvenes están viviendo este cambio en la comunicación con todas las aspiraciones, las contradicciones y la creatividad propias de quienes se abren con entusiasmo y curiosidad a las nuevas experiencias de la vida. Cuanto más se participa en el espacio público digital, creado por las llamadas redes sociales, se establecen nuevas formas de relación interpersonal que inciden en la imagen que se tiene de uno mismo", apuntó. "Es inevitable que ello haga plantearse no sólo la pregunta sobre la calidad del propio actuar, sino también sobre la autenticidad del propio ser. La presencia en estos espacios virtuales puede ser expresión de una búsqueda sincera de un encuentro personal con el otro, si se evitan ciertos riesgos, como buscar refugio en una especie de mundo paralelo, o una excesiva exposición al mundo virtual", agregó.
Para el Papa, el anhelo de compartir, de establecer amistades, implica el desafío de ser auténticos, fieles a sí mismos, "sin ceder a la ilusión de construir artificialmente el propio ?perfil' público". "Las nuevas tecnologías permiten a las personas encontrarse más allá de las fronteras del espacio y de las propias culturas, inaugurando así un mundo nuevo de amistades potenciales. Esta es una gran oportunidad, pero supone también prestar una mayor atención y una toma de conciencia sobre los posibles riesgos", afirmó.
"¿Quién es mi prójimo en este nuevo mundo? ¿Existe el peligro de estar menos presentes con quien encontramos en nuestra vida cotidiana ordinaria? ¿Tenemos el peligro de caer en la dispersión, dado que nuestra atención está fragmentada y absorta en un mundo diferente del que vivimos? ¿Dedicamos tiempo a reflexionar críticamente sobre nuestras decisiones y a alimentar relaciones humanas que sean realmente profundas y duraderas?", se preguntó el Pontífice.
Acto seguido, subrayó: "El contacto virtual no puede y no debe sustituir el contacto humano directo, en todos los aspectos de nuestra vida". E hizo un llamado a tener un "estilo cristiano de presencia en el mundo digital", a través de una comunicación franca y abierta, responsable y respetuosa del otro.
"Comunicar el Evangelio a través de los nuevos medios significa no sólo poner contenidos abiertamente religiosos en las plataformas de los diversos soportes, sino también dar testimonio coherente en el propio perfil digital y en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios", subrayó. "El compromiso de ser testigos del Evangelio en la era digital exige a todos estar muy atentos con respecto a los aspectos de ese mensaje que puedan contrastar con algunas lógicas típicas de la Red. Hemos de tomar conciencia, sobre todo, de que el valor de la verdad que deseamos compartir no se basa en la popularidad o la cantidad de atención que provoca", agregó. "La Verdad, que es Cristo, es, en definitiva, la respuesta plena y auténtica a ese deseo humano de relación, de comunión y de sentido, que se manifiesta también en la participación masiva en las diversas redes sociales", concluyó.
Más allá de su interés por el tema, el Papa no suele navegar en Internet, sino que lo hacen solamente sus colaboradores, reveló, ante una pregunta, monseñor Claudio Maria Celli, presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, al presentar el mensaje del Papa.
"El Pontífice no usa Internet, pero sus colaboradores, que son muchos, sí. Benedicto XVI sigue escribiendo con la estilográfica y con lápiz, pero conoce la importancia que los nuevos medios", dijo el vocero del Vaticano, Federico Lombardi.
DIXIT
"Con las nuevas tecnologías nace un nuevo modo de aprender y de pensar "
"Pueden contribuir a satisfacer el deseo de sentido, de verdad y de unidad que sigue siendo la aspiración más profunda del ser humano "
Benedicto XVI
Mensaje para la Jornada mundial de las Comunicaciones sociales
lanacion.com
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