Desde que se popularizó Internet, se abrió la polémica entre los expertos sobre la adicción que puede generar.
La dependencia a la red se conoce con muchos nombres: desorden de adicción a Internet; uso compulsivo de Internet, o también uso patológico de Internet.
Sin embargo, al haberse una difundido con posterioridad a la edición del DSM-IV -clásico manual de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría que clasifica las enfermedades mentales-, no es de extrañar que no haya referencias a la adicción a Internet. Este vacío empujó a los especialistas a desarrollar sus propios instrumentos de diagnóstico.
La primera persona que estableció criterios diagnósticos para la adicción a Internet fue el psiquiatra Ivan Goldberg.
En 1995 propuso un conjunto de parámetros para el diagnóstico del desorden de adicción a Internet, basados en los criterios diagnósticos del abuso de sustancias.
E incluso Kimberley Young (Estados Unidos) creó el Centro para el Tratamiento de la Adicción On line y desarrolló
un test de adicción a Internet, cuya versión es español puede consultarse en http://www.eutimia.com/tests/iad.htm
Abusar de Internet puede deprimir
La gente que pasa mucho tiempo navegando por Internet tiene más probabilidades de sufrir depresión, de acuerdo con el primer estudio de este tipo hecho a gran escala por psicólogos de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido y publicado recientemente en el Journal of Psychopatology.
Los investigadores hallaron fuertes evidencias de que algunos usuarios desarrollan un hábito compulsivo con Internet, en el que reemplazan las interacciones sociales de la vida real por sitios de chat y de redes sociales. Como resultado, señalan que este tipo de actividad adictiva podría tener un serio impacto sobre la salud mental.
Quiénes son adictos. Podría definirse la adicción a Internet como la pérdida del control frente su uso racional. Para identificarla hay que valorar una serie de parámetros como el nivel de interferencia y de distorsión que produce en la vida personal, familiar y profesional de una persona.
Por ejemplo, si alguien se pasa horas y horas conectado, y desatiende obligaciones familiares, personales y profesionales de forma reiterada, estaría entrando en esa situación.
Si, además, esa persona no sólo pasa muchas horas, sino que el resto de sus actividades giran en torno a su conexión a Internet, es otro síntoma de que puede existir adicción.
¿El huevo o la gallina? El estudio de la Universidad de Leeds tiene como autora principal a Catriona Morrison, quien sostiene que Internet juega hoy un papel importante en la vida moderna, pero que sus beneficios van acompañados por un "lado oscuro".
Mientras la mayoría de las personas usa Internet para pagar cuentas, comprar y comunicarse por e-mail, hay un pequeño grupo de gente que encuentra difícil controlar el tiempo que pasan on line , al punto que esto interfiere en sus actividades cotidianas.
Los adictos a Internet pasan un tiempo proporcionalmente mayor navegando por sitios de sexo, de juegos y de comunidades diversas. Y también presentan una incidencia más alta de depresión entre moderada y severa, que los no adictos a estas actividades en la Web.
Para el estudio se evaluaron los niveles de depresión de 1.329 personas de entre 16 y 51 años. De ellos, un 1,2 por ciento fueron clasificados como adictos a Internet. Aunque el porcentaje no parece muy elevado, es mayor que la incidencia del juego en el Reino Unido, que ronda el 0.6 por ciento
Si bien esta investigación indica que un uso excesivo de Internet está asociado con la depresión, no aclara que es lo que ocurre en primer lugar: si la gente deprimida se sumerge en Internet o si es la red de redes la que causa la depresión.
Lo que sí está confirmado es que para un grupo de personas el uso excesivo de Internet podría ser una advertencia de tendencias depresivas.
Los más vulnerables. Incidentes como el crecimiento de suicidios entre adolescentes en la ciudad de Bridgend (Reino Unido) en 2008 llevó a muchos especialistas a preguntarse hasta qué punto los sitios de redes sociales pueden contribuir a generar pensamientos depresivos en jóvenes vulnerables.
En el estudio de Leeds, los jóvenes mostraron más probabilidades de ser adictos a Internet que los usuarios de mediana edad. Así, la edad media de los más adictos fue de 21 años.
Este trabajo científico refuerza la especulación popular de que "engancharse" en forma excesiva en sitios que reemplazan las funciones sociales, podría estar ligado a problemas psicológicos como la depresión y la adicción.
Los investigadores se disponen ahora a considerar un amplio campo de implicancias sociales de esta relación y a establecer claramente los efectos del uso excesivo de Internet sobre la salud mental.
¿Quiénes serían los más proclives a caer en este tipo de adicción? Según algunos estudios, las más vulnerables serían las personas introvertidas, con baja autoestima, y baja estimulación social. Y más de 5 a 20 horas por semana navegando por la Red, sería un indicio de que la dependencia a Internet puede convertirse en un problema.
lavoz.com.ar
La dependencia a la red se conoce con muchos nombres: desorden de adicción a Internet; uso compulsivo de Internet, o también uso patológico de Internet.
Sin embargo, al haberse una difundido con posterioridad a la edición del DSM-IV -clásico manual de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría que clasifica las enfermedades mentales-, no es de extrañar que no haya referencias a la adicción a Internet. Este vacío empujó a los especialistas a desarrollar sus propios instrumentos de diagnóstico.
La primera persona que estableció criterios diagnósticos para la adicción a Internet fue el psiquiatra Ivan Goldberg.
En 1995 propuso un conjunto de parámetros para el diagnóstico del desorden de adicción a Internet, basados en los criterios diagnósticos del abuso de sustancias.
E incluso Kimberley Young (Estados Unidos) creó el Centro para el Tratamiento de la Adicción On line y desarrolló
un test de adicción a Internet, cuya versión es español puede consultarse en http://www.eutimia.com/tests/iad.htm
Abusar de Internet puede deprimir
La gente que pasa mucho tiempo navegando por Internet tiene más probabilidades de sufrir depresión, de acuerdo con el primer estudio de este tipo hecho a gran escala por psicólogos de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido y publicado recientemente en el Journal of Psychopatology.
Los investigadores hallaron fuertes evidencias de que algunos usuarios desarrollan un hábito compulsivo con Internet, en el que reemplazan las interacciones sociales de la vida real por sitios de chat y de redes sociales. Como resultado, señalan que este tipo de actividad adictiva podría tener un serio impacto sobre la salud mental.
Quiénes son adictos. Podría definirse la adicción a Internet como la pérdida del control frente su uso racional. Para identificarla hay que valorar una serie de parámetros como el nivel de interferencia y de distorsión que produce en la vida personal, familiar y profesional de una persona.
Por ejemplo, si alguien se pasa horas y horas conectado, y desatiende obligaciones familiares, personales y profesionales de forma reiterada, estaría entrando en esa situación.
Si, además, esa persona no sólo pasa muchas horas, sino que el resto de sus actividades giran en torno a su conexión a Internet, es otro síntoma de que puede existir adicción.
¿El huevo o la gallina? El estudio de la Universidad de Leeds tiene como autora principal a Catriona Morrison, quien sostiene que Internet juega hoy un papel importante en la vida moderna, pero que sus beneficios van acompañados por un "lado oscuro".
Mientras la mayoría de las personas usa Internet para pagar cuentas, comprar y comunicarse por e-mail, hay un pequeño grupo de gente que encuentra difícil controlar el tiempo que pasan on line , al punto que esto interfiere en sus actividades cotidianas.
Los adictos a Internet pasan un tiempo proporcionalmente mayor navegando por sitios de sexo, de juegos y de comunidades diversas. Y también presentan una incidencia más alta de depresión entre moderada y severa, que los no adictos a estas actividades en la Web.
Para el estudio se evaluaron los niveles de depresión de 1.329 personas de entre 16 y 51 años. De ellos, un 1,2 por ciento fueron clasificados como adictos a Internet. Aunque el porcentaje no parece muy elevado, es mayor que la incidencia del juego en el Reino Unido, que ronda el 0.6 por ciento
Si bien esta investigación indica que un uso excesivo de Internet está asociado con la depresión, no aclara que es lo que ocurre en primer lugar: si la gente deprimida se sumerge en Internet o si es la red de redes la que causa la depresión.
Lo que sí está confirmado es que para un grupo de personas el uso excesivo de Internet podría ser una advertencia de tendencias depresivas.
Los más vulnerables. Incidentes como el crecimiento de suicidios entre adolescentes en la ciudad de Bridgend (Reino Unido) en 2008 llevó a muchos especialistas a preguntarse hasta qué punto los sitios de redes sociales pueden contribuir a generar pensamientos depresivos en jóvenes vulnerables.
En el estudio de Leeds, los jóvenes mostraron más probabilidades de ser adictos a Internet que los usuarios de mediana edad. Así, la edad media de los más adictos fue de 21 años.
Este trabajo científico refuerza la especulación popular de que "engancharse" en forma excesiva en sitios que reemplazan las funciones sociales, podría estar ligado a problemas psicológicos como la depresión y la adicción.
Los investigadores se disponen ahora a considerar un amplio campo de implicancias sociales de esta relación y a establecer claramente los efectos del uso excesivo de Internet sobre la salud mental.
¿Quiénes serían los más proclives a caer en este tipo de adicción? Según algunos estudios, las más vulnerables serían las personas introvertidas, con baja autoestima, y baja estimulación social. Y más de 5 a 20 horas por semana navegando por la Red, sería un indicio de que la dependencia a Internet puede convertirse en un problema.
lavoz.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario