Ignacio Cembrero
Diario El País
MADRID.- "La ciberpolicía tunecina pirateó mi cuenta de Facebook en diciembre, borró a mis amigos y sustituyó mis fotos por un montaje porno", recuerda Sihem Bensedrine, portavoz del ilegal Consejo Nacional por las Libertades en Túnez. "Tuve que batallar con los administradores de Facebook y, tras tres semanas, recuperé mi cuenta vaciada de amigos", añade Bensedrine exiliada en Barcelona.
El gobierno de Túnez ha prohibido el acceso a centenares de webs empezando por YouTube, Dailymotion o la de la televisión Al Jazeera. Pero no se ha atrevido a seguir el ejemplo de Pakistán, que vetó la navegación por la red social de Facebook. Sin embargo, ha inventado entonces nuevas fórmulas para cercenar la utilización que su oposición hace de la red social.
En Túnez Facebook "es no solo el último espacio de libertad sino un elemento clave de su vida económica y social", señala la página Read Write Web (RWW), especializada en nuevas tecnologías. De todo el norte de África es en Túnez donde Internet tiene la mayor tasa de penetración y nada menos que 1,55 millones de tunecinos, el 15 por ciento de la población, son usuarios de la Red.
Para la disidencia, Facebook se había convertido en un instrumento más seguro de comunicación e información que el correo electrónico bloqueado o infestado de virus enviados, presumiblemente, por la policía política.
A finales de año pasado las cuentas de los opositores, en su mayoría demócratas de las elites francófonas, empezaron a ser pirateadas, pero en las últimas semanas "ha aparecido un fenómeno nuevo", se lamenta la profesora de inglés Lina Ben Mhenni.
Denuncias a usuarios
Los grupos se llaman en Facebook Pesticida, Oficina de Saneamiento o Silla eléctrica y piden a sus miembros que denuncien a los administradores de la red a determinados usuarios para que sean desactivados. "¡Y lo logran!", se desola un bloguero que prefiere permanecer en el anonimato.
Al principio arremetían contra usuarios gays o que marcaban distancias religiosas. Se sospechó que podían ser islamistas, pero ahora sus denuncias se centran en los disidentes. RWW da a entender que esos grupos son inspirados por el gobierno. Facebook no respondió con precisión a una pregunta sobre los criterios que sigue a la hora de desactivar una cuenta. En los foros de Internet algunos señalan que es automático en cuanto se formula un alto número de denuncias, pero otros afirman que es una persona la que toma la decisión.
Hartos de que su navegación esté tan cercenada, tres usuarios de Internet, la profesora Ben Mhenni y los especialistas informáticos Yassine Ayari y Slim Amamou, convocaron, a través de Gmail y de Facebook, una manifestación, el sábado pasado, en la principal arteria de Túnez. Los asistentes debían acudir con una camiseta blanca con cuatro palabras escritas: ¡Libertad en la Red!
El permiso para manifestarse fue denegado. La víspera Ayari y Amadou fueron detenidos. "La policía les hizo grabar un vídeo desconvocando la cita", asegura Ben Mhenni. "Aún así vino gente de blanco, pero sólo a pasear".
© El Pais, SL
lanacion.com
Diario El País
MADRID.- "La ciberpolicía tunecina pirateó mi cuenta de Facebook en diciembre, borró a mis amigos y sustituyó mis fotos por un montaje porno", recuerda Sihem Bensedrine, portavoz del ilegal Consejo Nacional por las Libertades en Túnez. "Tuve que batallar con los administradores de Facebook y, tras tres semanas, recuperé mi cuenta vaciada de amigos", añade Bensedrine exiliada en Barcelona.
El gobierno de Túnez ha prohibido el acceso a centenares de webs empezando por YouTube, Dailymotion o la de la televisión Al Jazeera. Pero no se ha atrevido a seguir el ejemplo de Pakistán, que vetó la navegación por la red social de Facebook. Sin embargo, ha inventado entonces nuevas fórmulas para cercenar la utilización que su oposición hace de la red social.
En Túnez Facebook "es no solo el último espacio de libertad sino un elemento clave de su vida económica y social", señala la página Read Write Web (RWW), especializada en nuevas tecnologías. De todo el norte de África es en Túnez donde Internet tiene la mayor tasa de penetración y nada menos que 1,55 millones de tunecinos, el 15 por ciento de la población, son usuarios de la Red.
Para la disidencia, Facebook se había convertido en un instrumento más seguro de comunicación e información que el correo electrónico bloqueado o infestado de virus enviados, presumiblemente, por la policía política.
A finales de año pasado las cuentas de los opositores, en su mayoría demócratas de las elites francófonas, empezaron a ser pirateadas, pero en las últimas semanas "ha aparecido un fenómeno nuevo", se lamenta la profesora de inglés Lina Ben Mhenni.
Denuncias a usuarios
Los grupos se llaman en Facebook Pesticida, Oficina de Saneamiento o Silla eléctrica y piden a sus miembros que denuncien a los administradores de la red a determinados usuarios para que sean desactivados. "¡Y lo logran!", se desola un bloguero que prefiere permanecer en el anonimato.
Al principio arremetían contra usuarios gays o que marcaban distancias religiosas. Se sospechó que podían ser islamistas, pero ahora sus denuncias se centran en los disidentes. RWW da a entender que esos grupos son inspirados por el gobierno. Facebook no respondió con precisión a una pregunta sobre los criterios que sigue a la hora de desactivar una cuenta. En los foros de Internet algunos señalan que es automático en cuanto se formula un alto número de denuncias, pero otros afirman que es una persona la que toma la decisión.
Hartos de que su navegación esté tan cercenada, tres usuarios de Internet, la profesora Ben Mhenni y los especialistas informáticos Yassine Ayari y Slim Amamou, convocaron, a través de Gmail y de Facebook, una manifestación, el sábado pasado, en la principal arteria de Túnez. Los asistentes debían acudir con una camiseta blanca con cuatro palabras escritas: ¡Libertad en la Red!
El permiso para manifestarse fue denegado. La víspera Ayari y Amadou fueron detenidos. "La policía les hizo grabar un vídeo desconvocando la cita", asegura Ben Mhenni. "Aún así vino gente de blanco, pero sólo a pasear".
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