Un día de 1993 Lester Coke, apodado Jim Brown, fallecía abrasado en su celda de la Penitenciaría General de Kingston. Pocos creen que fuera un siniestro fortuito. Al día siguiente, Coke iba a ser extraditado por Jamaica a Estados Unidos. La justicia norteamericana había decidido actuar contra la Shower Posse (la Banda de la Ducha), la organización criminal que desde la favela de Tivoli Gardens organiza un fluido tráfico de marihuana y cocaína. Se le imputan también 1.400 asesinatos.
Nacido y criado en Tivoli, de origen humilde, Lester Coke era el hombre fuerte, el don de Tivoli, una suerte de pequeña república independiente dentro de Jamaica. Tivoli es el bastión del Partido Laborista Jamaicano desde la independencia del país, en 1962, y el lugar desde el que Jim Brown -junto con su amigo Vivian Blake, Dave- organizaba durante los años ochenta pequeños negocios de tráfico de armas, marihuana y cocaína en Nueva York, Miami, Kansas City, Filadelfia, Los Ángeles... La empresa de la Shower Posse florecía. Coke nunca olvidó sus orígenes. Se plantaba con frecuencia en Tivoli para visitar a su familia, sus amigos, mujeres... El barrio se beneficiaba de los negocios de Coke y dispensaba al capo consideración y agradecimiento absolutos.
Tres semanas antes de morir carbonizado, uno de sus hijos y a la vez asistente fue abatido a balazos -otra hermana y otro hermano también morirán violentamente- mientras conducía una motocicleta. El joven Christopher Coke se convirtió así en heredero del próspero negocio familiar. La saga continuaba.
Christopher nació en Tivoli el 13 de marzo de 1969. Poco se conoce de él, y mucho se rumorea. A diferencia de otros dones, Christopher -alias Dudus, Shortman, President, Prezy...- es muy discreto.
De él se dice que es el don al que todos los dones se deben, le presentan sus respetos y le pagan, como señores feudales a su rey, los tributos de los frutos de los negocios ilegales de Kingston y de Spanish Town. Bajo su mando, la Shower Posse se extiende por las ciudades más importantes de EE UU donde viven yardies (emigrantes jamaicanos), así como de Canadá y Reino Unido.
Se dice que Dudus exporta drogas a cambio de dinero y armas que van a parar a Tivoli. También se dice que todos los comerciantes del mercado adyacente, Coronation Market, el más grande de Kingston, le pagan una pequeña cuota. Por su seguridad. Se dice que financia el equipo de fútbol de primera división Tivoli Gardens F. C. Y todos los centros sociales de la comunidad. Y se dicen más cosas.
Se dice que la razón por la que no hay delincuencia en Tivoli es porque Dudus asegura el Order, el orden absoluto en el barrio. Si alguien tiene un problema no va a la comisaría de policía, va a hablar con los hombres de Dudus.
Pero, ¿qué se sabe de él a ciencia cierta? Se sabe que es un empresario que dirige dos empresas: Incomparable Enterprise Limited, que se dedica a la construcción y que factura cifras importantes cada año al abrigo de contratos públicos, y Presidential Click, que compite en la industria del entretenimiento.
Para un aficionado al reggae, no hay mejor promotor que Dudus. Cada miércoles de madrugada se organiza un baile en las calles de Tivoli que se llama Passa Passa. Las normas sobre ruido a esas horas son incumplidas sistemáticamente. Varias avenidas vitales de la ciudad son cortadas para disfrute de los vecinos. La policía mira y calla.
Cada año, antes de empezar el curso escolar, los artistas de Jamaica actúan en el show The Dudus Champions in Action, el mejor espectáculo de musica jamaicana que existe. La recaudación del evento se emplea para pagar las escuelas y los libros de los niños de Kingston oeste. Algo similar sucede a fines de cada año con el West Kingston Jamboree y otros frecuentes espectáculos que dan mucha vida al barrio.
De Dudus también se sabe que financia muchas de las necesidades de los vecinos de Tivoli, que le adoran, y que vive en la zona más exclusiva de Kingston.
Y de algo no cabe duda. Dudus sigue los pasos de su padre. El fiscal del Estado de Nueva York remitió a Jamaica en agosto de 2009 una petición de extradición contra Dudus por presuntos delitos de tráfico de drogas y armas cometidos en 1995. La policía jamaicana se lanzó a su caza hace una semana y Tivoli ardió: más de 70 civiles y tres agentes han muerto en la refriega. Vecinos de Tivoli aseguran que algunos han sido asesinados a sangre fría. La sociedad jamaicana está traumatizada. Pero Dudus sigue en paradero desconocido.
elpais.com
Nacido y criado en Tivoli, de origen humilde, Lester Coke era el hombre fuerte, el don de Tivoli, una suerte de pequeña república independiente dentro de Jamaica. Tivoli es el bastión del Partido Laborista Jamaicano desde la independencia del país, en 1962, y el lugar desde el que Jim Brown -junto con su amigo Vivian Blake, Dave- organizaba durante los años ochenta pequeños negocios de tráfico de armas, marihuana y cocaína en Nueva York, Miami, Kansas City, Filadelfia, Los Ángeles... La empresa de la Shower Posse florecía. Coke nunca olvidó sus orígenes. Se plantaba con frecuencia en Tivoli para visitar a su familia, sus amigos, mujeres... El barrio se beneficiaba de los negocios de Coke y dispensaba al capo consideración y agradecimiento absolutos.
Tres semanas antes de morir carbonizado, uno de sus hijos y a la vez asistente fue abatido a balazos -otra hermana y otro hermano también morirán violentamente- mientras conducía una motocicleta. El joven Christopher Coke se convirtió así en heredero del próspero negocio familiar. La saga continuaba.
Christopher nació en Tivoli el 13 de marzo de 1969. Poco se conoce de él, y mucho se rumorea. A diferencia de otros dones, Christopher -alias Dudus, Shortman, President, Prezy...- es muy discreto.
De él se dice que es el don al que todos los dones se deben, le presentan sus respetos y le pagan, como señores feudales a su rey, los tributos de los frutos de los negocios ilegales de Kingston y de Spanish Town. Bajo su mando, la Shower Posse se extiende por las ciudades más importantes de EE UU donde viven yardies (emigrantes jamaicanos), así como de Canadá y Reino Unido.
Se dice que Dudus exporta drogas a cambio de dinero y armas que van a parar a Tivoli. También se dice que todos los comerciantes del mercado adyacente, Coronation Market, el más grande de Kingston, le pagan una pequeña cuota. Por su seguridad. Se dice que financia el equipo de fútbol de primera división Tivoli Gardens F. C. Y todos los centros sociales de la comunidad. Y se dicen más cosas.
Se dice que la razón por la que no hay delincuencia en Tivoli es porque Dudus asegura el Order, el orden absoluto en el barrio. Si alguien tiene un problema no va a la comisaría de policía, va a hablar con los hombres de Dudus.
Pero, ¿qué se sabe de él a ciencia cierta? Se sabe que es un empresario que dirige dos empresas: Incomparable Enterprise Limited, que se dedica a la construcción y que factura cifras importantes cada año al abrigo de contratos públicos, y Presidential Click, que compite en la industria del entretenimiento.
Para un aficionado al reggae, no hay mejor promotor que Dudus. Cada miércoles de madrugada se organiza un baile en las calles de Tivoli que se llama Passa Passa. Las normas sobre ruido a esas horas son incumplidas sistemáticamente. Varias avenidas vitales de la ciudad son cortadas para disfrute de los vecinos. La policía mira y calla.
Cada año, antes de empezar el curso escolar, los artistas de Jamaica actúan en el show The Dudus Champions in Action, el mejor espectáculo de musica jamaicana que existe. La recaudación del evento se emplea para pagar las escuelas y los libros de los niños de Kingston oeste. Algo similar sucede a fines de cada año con el West Kingston Jamboree y otros frecuentes espectáculos que dan mucha vida al barrio.
De Dudus también se sabe que financia muchas de las necesidades de los vecinos de Tivoli, que le adoran, y que vive en la zona más exclusiva de Kingston.
Y de algo no cabe duda. Dudus sigue los pasos de su padre. El fiscal del Estado de Nueva York remitió a Jamaica en agosto de 2009 una petición de extradición contra Dudus por presuntos delitos de tráfico de drogas y armas cometidos en 1995. La policía jamaicana se lanzó a su caza hace una semana y Tivoli ardió: más de 70 civiles y tres agentes han muerto en la refriega. Vecinos de Tivoli aseguran que algunos han sido asesinados a sangre fría. La sociedad jamaicana está traumatizada. Pero Dudus sigue en paradero desconocido.
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