MARÍA VALERIO
MADRID.- El cáncer de vejiga es uno de esos tumores con tendencia a recaer frecuentemente, que obliga a los pacientes a someterse periódicamente a una prueba invasiva (la cistoscopia), para detectar a tiempo esas recaídas. Si esas revisiones pudiesen llevarse a cabo mediante un simple análisis de orina, ellos se ahorrarían la molesta prueba y sus médicos un importante coste económico.
Esa realidad está hoy más cerca que ayer gracias a un análisis diseñado en los pasillos del Hospital Clínic-IDIBAPS de Barcelona y que acaba de publicar la revista 'Clinical Cancer Research'. Un análisis de orina capaz de evaluar 12 genes alterados habitualmente en esta enfermedad, podría diagnosticar el cáncer vesical sin necesidad de pruebas invasivas. Añadiendo dos más a este panel, además, se puede añadir un perfil de agresividad del tumor.
"No estamos hablando de una técnica para detectar el cáncer en la población general", aclara de antemano Lourdes Mengual, una de las firmantes de este artículo, "sino de hacer un seguimiento a los pacientes ya diagnosticados para detectar precozmente las recaídas".
A diferencia de los intentos que se han realizado hasta ahora para detectar el cáncer mediante un simple análisis, los investigadores catalanes no se han fijado sólo en uno o dos genes implicados en el tumor, sino en un panel más amplio. "Primero detectamos las alteraciones genéticas más frecuentes en cientos de muestras de tejido tumoral", explica a ELMUNDO.es la investigadora, "y posteriormente trasladamos el hallazgo a la orina".
Progresivamente fueron aumentando el número de pacientes en las pruebas y reduciendo el número de genes 'investigados', hasta "quedarnos sólo con los más informativos". Ese cribado arrojó finalmente un panel de una docena de genes, con una sensibilidad y especificidad superior al 90%.
En la actualidad, la mencionada cistoscopia (que consiste en introducir una sonda hasta la vejiga, con el paciente sedado), es muy poco sensible; es decir, apenas detecta el 30% de los casos de cáncer. Para superar este obstáculo se suele combinar su uso con el de la citología, más sensible pero menos específica (suele diagnosticar casos falsamente positivos). Con un sólo análisis, añade Mengual, los especialistas podrían disponer de lo mejor de cada prueba con una sola técnica.
La idea es de momento experimental, aún falta al menos un año y medio para que concluyan las validaciones que se están llevando a cabo con otros equipos nacionales e internacionales (el Clínic y la Fundación Puigvert en Barcelona, el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, y el Radboud University Nijmegen Medical Centre de Holanda y de la Medical University de Viena, Austria); "y después habrá que trasladarlo a la fase comercial, para poder diseñar un kit que sea sencillo de usar en cualquier hospital", prosigue la uróloga del Clínic antes de la rueda de prensa celebrada en Barcelona para presentar el hallazgo.
El director del Servicio de Urología del Clínic, Antonio Alcaraz, ha vaticinado en rueda de prensa que el método será de aplicación efectiva "hacia 2013", lo que permitirá un diagnóstico "sin duda" más barato (frente a los 300 euros de la cistoscopia) y con menores molestias para los pacientes, ya que actualmente el cáncer de vejiga requiere de la práctica de entre 15 y 20 cistoscopias durante cinco años, informa Europa Press.
El director del mismo servicio de la Fundación Puigvert, Antonio Villavicencio, ha explicado que el cáncer de vejiga (del que se diagnostican unos 15.000 casos al año en España) se convierte en una "enfermedad crónica", puesto que en la mitad de los casos vuelve a manifestarse, y eso requiere de revisiones periódicas. Que esas revisiones no sean invasivas (un análisis de orina en vez de introducir una cámara por la uretra) permitirá mejorar la calidad de vida, ha asegurado.
elmundo.es
MADRID.- El cáncer de vejiga es uno de esos tumores con tendencia a recaer frecuentemente, que obliga a los pacientes a someterse periódicamente a una prueba invasiva (la cistoscopia), para detectar a tiempo esas recaídas. Si esas revisiones pudiesen llevarse a cabo mediante un simple análisis de orina, ellos se ahorrarían la molesta prueba y sus médicos un importante coste económico.
Esa realidad está hoy más cerca que ayer gracias a un análisis diseñado en los pasillos del Hospital Clínic-IDIBAPS de Barcelona y que acaba de publicar la revista 'Clinical Cancer Research'. Un análisis de orina capaz de evaluar 12 genes alterados habitualmente en esta enfermedad, podría diagnosticar el cáncer vesical sin necesidad de pruebas invasivas. Añadiendo dos más a este panel, además, se puede añadir un perfil de agresividad del tumor.
"No estamos hablando de una técnica para detectar el cáncer en la población general", aclara de antemano Lourdes Mengual, una de las firmantes de este artículo, "sino de hacer un seguimiento a los pacientes ya diagnosticados para detectar precozmente las recaídas".
A diferencia de los intentos que se han realizado hasta ahora para detectar el cáncer mediante un simple análisis, los investigadores catalanes no se han fijado sólo en uno o dos genes implicados en el tumor, sino en un panel más amplio. "Primero detectamos las alteraciones genéticas más frecuentes en cientos de muestras de tejido tumoral", explica a ELMUNDO.es la investigadora, "y posteriormente trasladamos el hallazgo a la orina".
Progresivamente fueron aumentando el número de pacientes en las pruebas y reduciendo el número de genes 'investigados', hasta "quedarnos sólo con los más informativos". Ese cribado arrojó finalmente un panel de una docena de genes, con una sensibilidad y especificidad superior al 90%.
En la actualidad, la mencionada cistoscopia (que consiste en introducir una sonda hasta la vejiga, con el paciente sedado), es muy poco sensible; es decir, apenas detecta el 30% de los casos de cáncer. Para superar este obstáculo se suele combinar su uso con el de la citología, más sensible pero menos específica (suele diagnosticar casos falsamente positivos). Con un sólo análisis, añade Mengual, los especialistas podrían disponer de lo mejor de cada prueba con una sola técnica.
La idea es de momento experimental, aún falta al menos un año y medio para que concluyan las validaciones que se están llevando a cabo con otros equipos nacionales e internacionales (el Clínic y la Fundación Puigvert en Barcelona, el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, y el Radboud University Nijmegen Medical Centre de Holanda y de la Medical University de Viena, Austria); "y después habrá que trasladarlo a la fase comercial, para poder diseñar un kit que sea sencillo de usar en cualquier hospital", prosigue la uróloga del Clínic antes de la rueda de prensa celebrada en Barcelona para presentar el hallazgo.
El director del Servicio de Urología del Clínic, Antonio Alcaraz, ha vaticinado en rueda de prensa que el método será de aplicación efectiva "hacia 2013", lo que permitirá un diagnóstico "sin duda" más barato (frente a los 300 euros de la cistoscopia) y con menores molestias para los pacientes, ya que actualmente el cáncer de vejiga requiere de la práctica de entre 15 y 20 cistoscopias durante cinco años, informa Europa Press.
El director del mismo servicio de la Fundación Puigvert, Antonio Villavicencio, ha explicado que el cáncer de vejiga (del que se diagnostican unos 15.000 casos al año en España) se convierte en una "enfermedad crónica", puesto que en la mitad de los casos vuelve a manifestarse, y eso requiere de revisiones periódicas. Que esas revisiones no sean invasivas (un análisis de orina en vez de introducir una cámara por la uretra) permitirá mejorar la calidad de vida, ha asegurado.
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