KABUL.- La odisea de Gulnaz no comenzó ni terminó cuando la violó el marido de su prima. Luego de ser condenada en Afganistán a 12 años de cárcel por ello, la mujer, de tan sólo 21 años, debe tomar ahora una difícil decisión si no quiere vivir tras las rejas: casarse con su agresor.
El caso de Gulnaz no es una excepción. El Código Penal afgano no reconoce la violación como un delito. En cambio, sí considera que lo es el adulterio. Lo más raro es que Gulnaz haya aceptado hablar ante una cámara de televisión y explicar su drama.
La cadena norteamericana CNN habló con la víctima desde la prisión de Badam Bhagh, en Kabul. Las imágenes difundidas ayer muestran a Gulnaz sosteniendo a su hija de dos años, fruto de la violación.
Con su beba en brazos y su rostro cuidadosamente cubierto, Gulnaz explica que la única opción que tiene para salir de la cárcel y contrarrestar el deshonor de la violación es casarse con su agresor.
Ella está dispuesta a hacerlo. De esa manera, a los ojos de algunos afganos, le daría a su hija una familia y restauraría su honor.
"Me preguntaron si quería empezar una nueva vida al ser liberada y casándome con este hombre", comenta Gulnaz en la entrevista con CNN. "Mi respuesta fue que un hombre me deshonró y quiero quedarme con ese hombre".
Las mujeres en su situación son consideras deshonradas y a menudo asesinadas por la vergüenza que produce en su comunidad que hayan pasado por esta terrible experiencia.
Según algunos, Gulnaz está en peligro y la familia de su agresor podría buscarla cuando salga de la cárcel.
CNN entrevistó también al violador de la joven, que se encuentra tras las rejas en una cárcel del otro lado de la ciudad. Este negó haberla violado, pero dijo que es probable que la maten si sale de la cárcel. Según contó, será la propia familia de Gulnaz y no la suya la que podría matarla "por vergüenza".
Gulnaz fue violada cuando tenía 19 por el marido de su prima. En la entrevista recordó el trágico episodio. "Cuando mi mamá salió de la casa, él entró y cerró las puertas y las ventanas. Yo empecé a gritar pero me hizo callar, tapándome la boca con las manos", dijo.
También agregó: "Tenía la ropa mugrienta que usa para el trabajo, en la construcción". Después del ataque, Gulnaz ocultó lo que había ocurrido, pero luego fue imposible, ya que estaba embarazada.
El caso de la joven, habitual en un país como Afganistán, acaparó la atención internacional a raíz de un conflicto de la Unión Europea (UE) y un grupo de documentalistas contratados precisamente por la UE para realizar un video sobre los derechos de las mujeres en Afganistán.
Después de ver el documental, la UE decidió desechar el proyecto porque dijo que estaba preocupada porque las mujeres podrían ser identificadas y enfrentar represalias en Afganistán.
Sin embargo -según explicó CNN- los documentalistas sospechan que la UE tiene otras motivaciones "como su delicada relación con las instituciones de justicia afganas".
Agencia AFP y diario El País .
lanacion.com
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