Florencia se alista para salir a trabajar a la heladería donde consiguió su primer empleo en blanco, hace dos semanas. Tiene 24 años y cuando se pone el uniforme que le exigen para atender al público está tan contenta que parece que empezara el jardín de infantes. "Esta rutina me encanta. No sabía lo que era trabajar y llegué a pensar que no podría hacerlo nunca. Me siento otra persona", le cuenta a LA NACION.
Durante ocho años ella sufrió la violencia física, psicológica y sexual de su tío. Un día se animó a irse de su casa, liberarse de esa familia que la enfermaba. "No tenía nada, ni lugar donde ir, pero sentía que si me quedaba me iba a terminar matando", revela esta joven que hace un mes y medio vive en la Casa Juana Manso , un refugio temporario para mujeres víctima de violencia al que le agradece la vida. "Me dieron compañía, que es lo más importante; también me ayudaron a buscar trabajo y a valorarme de nuevo por mí misma", relata Florencia, que habla del orgullo de haber retomado el secundario.
Según cifras de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), dependiente de la Corte Suprema de Justicia , sólo en septiembre (el último mes con cifras publicadas), se registraron 708 casos de abuso; lo que significa un incremento del 35% respecto del mismo mes hace dos años. En el 91% de los casos se trata de violencia psicológica; el 67%, física; el 31% es económica y el 13%, sexual. Hoy se conmemora el día mundial contra la violencia hacia las mujeres.
La reinserción socio laboral de las víctimas es un paso clave para ayudarlas a superar esta situación, porque la violencia de género implica no sólo el deterioro físico y psicológico de las mujeres que padecen estas situaciones, sino que además las víctimas de este flagelo tienen un elevado índice de ausentismo laboral, lo que genera, finalmente, su desvinculación. Otras, como en el caso de Florencia, no había llegado a incorporarse al mercado laboral.
Ayuda gubernamental y de ONG´s
Daniela Reich, asesora del programa de Atención Integral a las Víctimas de Violencia Doméstica y Sexual del Ministerio de Desarrollo Social del gobierno porteño, explica a LA NACION que Juana Manso es una casa de medio camino, es decir, un hogar donde viven por alrededor de un año mujeres que fueron violentadas y sus hijos. Allí reciben asistencia psicológica y legal, pero además es un sitio que permite a las mujeres tener una vida autónoma.
"El 80% de las mujeres que están hoy en el hogar tiene su trabajo y todos sus hijos, escolarizados", señala Reich. "La inserción laboral de estas mujeres es fundamental porque implica recuperar la confianza en ellas mismas, su autoestima", enumera. Entonces detalla las actividades y talleres que se organizan en el Juana Manso, que van desde armado de currículum, hasta réplicas de entrevistas laborales, pasando por talleres de reconocimiento del propio cuerpo, herramientas que ellas necesitan para abrirse paso en el mercado laboral.
"Juana Manso es un puente y hay que transitarlo para salir fortalecidas", dice Reich, la asesora de este programa de atención integral a las víctimas de violencia. Luego de ese tránsito, algunas se convierten en costureras, empleadas de comercio, cocineras, manicuras, auxiliares de gerontología, por nombrar los oficios que más eligen.
Con una mirada similar, consciente de la importancia de la reinserción laboral de estas víctimas, una fundación dependiente de una empresa de belleza, llevará adelante un programa de formación e integración sociolaboral en el Hogar Juana Manso. "A través de su Escuela de Belleza, realiza cursos de formación profesional en manicuría y depilación. Por otro lado, el programa también contempla la gestión de derivaciones laborales exitosas, armado de curriculum, derivación a asistencia jurídica y gestión de becas de estudio en la industria textil.
La directora ejecutiva de Avon, la empresa que lleva adelante el programa, Silvia Zubiri, señaló que "el objetivo de esta propuesta es generar oportunidades de reinserción socio-laboral a mujeres víctimas de violencia y trata, procurando la atención integral y personalizada de cada una de las participantes del programa para facilitar una mejor calidad de vida y el bienestar de estas mujeres". Y apuntó: "El proyecto es para ayudar a que las mujeres vuelvan a creer en sí mismas".
La violencia se convirtió en un fenómeno que afecta a hombres y mujeres en todo el mundo y que no depende del contexto económico, social y cultural en el que viven las víctimas. Cualquier persona está expuesta a padecer esta realidad y, por esta razón, la lucha por la no violencia involucra a todos los sectores y actores relevantes de nuestra sociedad..
"Tinelli nos maltrata"
En el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, el Colectivo de mujeres "Las Juanas" organizó una movilización a la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (ex Comfer) para denunciar al programa ShowMatch.
"La violencia simbólica es la que, a través de mensajes, valores y modelos estereotipados, transmite y reproduce dominación, desigualdad y discriminación, naturalizando la subordinación de las mujeres en la sociedad", señala el comunicado. "La violencia mediática es una de las modalidades en que se manifiesta la violencia simbólica".
En el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, el Colectivo de mujeres "Las Juanas" organizó una movilización a la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (ex Comfer) para denunciar al programa ShowMatch.
"La violencia simbólica es la que, a través de mensajes, valores y modelos estereotipados, transmite y reproduce dominación, desigualdad y discriminación, naturalizando la subordinación de las mujeres en la sociedad", señala el comunicado. "La violencia mediática es una de las modalidades en que se manifiesta la violencia simbólica".
lanacion.com
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