Una inversión de 1.500 millones de dólares (unos 1.125 millones de euros) entre 2011 y 2015 para implantar la circuncisión en 13 países del sur y el este de África parece mucho en los tiempos que corren. Pero si se tiene en cuenta que podría ahorrar a la larga hasta 16.000 millones de dólares y evitar 3,1 millones de nuevas infecciones por VIH en la próxima década, entonces la cifra ya no resulta tan desmesurada.
Son estos cálculos los que han llevado a EEUU -a través del PEPFAR (su programa de ayuda contra el sida)- y a ONUSIDA, entre otras instituciones, a embarcarse en una ambiciosa campaña de circuncisión masiva, convencidos de que esta intervención es esencial para controlar la epidemia en aquellos lugares con una alta prevalencia de sida.
La circuncisión masculina es uno de los procedimientos quirúrgicos más antiguos y varios estudios científicos han demostrado que los hombres circuncidados tienen un 57% menos posibilidades de contraer el VIH por relaciones heterosexuales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la recomienda desde 2007 como una estrategia para prevenir nuevos casos. Y ahora parece que le ha llegado definitivamente el turno de consolidarse.
El objetivo de la campaña es circuncidar para 2015 al 80% de los varones entre 15 y 49 años de Botsuana, Kenia, Lesotho, Malawi, Mozambique, Namibia, Ruanda, Sudáfrica, Suazilandia, Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabue. Según varios artículos que cuentan el proyecto en la revista 'PloS Medicine', se estima que para cumlir esa meta se necesitan hacer 20,3 millones de circuncisiones en los próximos cuatro años.
Si se logra y se mantiene esa cobertura en los años posteriores -para lo que se necesitaría medio millón de dólares adicional- se podrían evitar 3,4 millones de infecciones por VIH para 2025.
El liderazgo, necesario
Pero como explica Catherine Hankins, de ONUSIDA, en uno de los artículos, ese sería el escenario perfecto. Si en lugar de al 80% de los varones se cubre al 50%, el número de infecciones evitadas desciende de los tres millones a 1,1. Y si no se saca el máximo provecho a los fondos, pronto hará falta más dinero.
Para cumplir la meta fijada se necesitan recursos humanos, económicos y, también, liderazgo. Es necesario, dicen los implicados, "movilizar a los gobiernos de esos países y hacerles comprender que promover la circuncisión es una cuestión de salud". Por cada persona seropositiva que recibe el tratamiento, se infectan dos nuevas. "La oportunidad que ofrece la circuncisión y el ahorro que supondrá a largo plazo es algo demasiado atractivo e importante como para dejarlo pasar", explican.
Los modelos matemáticos señalan que hacen falta entre cinco y 15 circuncisiones para evitar una infección por VIH. Cada vez que se impide que el virus se transmita se ahorra unos 900 dólares, sólo en el terreno del sida, porque además esta intervención quirúrgica reduce el riesgo de úlceras genitales, sífilis y cáncer de pene.
Cada año, alrededor de 2,5 millones de personas se infectan por el VIH, el virus causante del sida, una enfermedad para la que no existe cura, sino un costoso tratamiento que hay que tomar durante toda la vida. Por eso, insisten desde ONUSIDA, la prevención es la mejor estrategia.
elmundo.es
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