Las cardiopatías congénitas críticas son las responsables de más muertes en el primer año de un bebé que cualquier otro defecto de nacimiento. Para evitar esta realidad, médicos y científicos tienen el reto de crear pruebas fiables para la detección de un problema que afecta a uno de cada 120 bebés, de los cuales el 25% padece un trastorno grave.
En la búsqueda de soluciones eficaces, Estados Unidos va a hacer una apuesta a gran escala por las estrategias de detección precoz que avala la Duke University Medical Center (Carolina del Norte, EEUU) en la revista 'Pediatrics'. Desde este medio, Alex Kemper, profesor asociado de Pediatría de esta universidad y uno de los autores del informe apuesta por el oxímetro de pulso, un aparato no invasivo (es decir, que no penetra físicamente en el cuerpo del recién nacido) que sirve para medir los niveles de oxígeno en los glóbulos rojos.
"La detección de una baja saturación de oxígeno en sangre es una manera eficaz de identificar problemas coronarios en los bebés u otros problemas de salud graves", asegura Kemper, que añade: "Sólo habría que ajustar el punto de corte entre lo que se entiende como alta o baja saturación de oxígeno, pues si el bebé vive en una zona de gran altitud, los niveles en sangre normales pueden ser más bajos que en otros niños, pero esto no tiene que representar un problema".
Sin embargo, como en todo procedimiento siempre existen las dudas: ¿qué eficacia tiene? ¿existe margen de error? "Creemos que de esta forma se identificarán la mayoría de los casos, pues hemos visto que la tasa de fallos al encontrar falsos positivos es menor del 1%, aunque luego haya que asegurarse a través de ecocardiogarmas o pruebas de ultrasonido en el corazón, servicio con el que no cuentan todos los hospitales", indica este investigador.
El problema de los falsos positivos
Con las recomendaciones de los especialistas bajo el brazo, la Academia Americana de Pediatría y otras instituciones dedicadas a la salud de los más pequeños han aprobado este informe, por lo que varios estados ya se han puesto a la cola para probarlo en sus hospitales. El primero en la carrera será Nueva Jersey, que iniciará la detección con este método el próximo 31 de agosto para todos los bebés antes de que les den el alta.
"Efectivamente este es un buen método, pero también hay que plantearlo en el contexto de EEUU, cuyo sistema sanitario es diferente y más caro que el nuestro", explica a ELMUNDO.es el jefe del servicio de Cardiología Infantil del Hospital Universitario La Paz, Federico Gutiérrez-Larraya. "En Europa, y concretamente en España, hace años que utilizamos este método que particularmente considero positivo, como todo aquello que sirva para detectar problemas", añade.
Sin embargo, este especialista comenta también que el oxímetro cuenta con sus "limitaciones". "Lo primero que hay que saber es que sólo sirve para encontrar unas pocas cardiopatías, las más graves, por ello no lo utilizamos de forma rutinaria porque son muy pocos los que tienen este tipo de problema. En un estudio reciente, se vio que de 50.000 niños a los que se les había hecho esta prueba, sólo 43 presentaban esta patología", comenta el doctor Gutiérrez-Larraya. "De ahí que haya que pensar en cuál es la ganancia en cuanto a coste-beneficio y, sobre todo, su otra gran limitación: los falsos positivos".
Según explica este especialista, "la prueba es una buena técnica, pero no por sí sola. Cuando más temprano se le hace al recién nacido más posibilidades hay de que se equivoque, puesto que hasta los tres días de vida el niño está en un proceso de adaptación que puede dar niveles más bajos de oxígeno en los glóbulos rojos, pero esto no significa que tenga problemas cardiacos. Aún así, ya se llama al especialista y se tienen que hacer una serie de pruebas, como los ecocardiogramas, que ya son pruebas bastante caras".
Pruebas en España
¿Qué métodos se utilizan en España para detectar estas patologías? "Existen diferentes técnicas muy efectivas, como el diagnóstico prenatal, exploraciones con las que se consigue detectar absolutamente todas las cardiopatías antes de que nazca el bebé", explica el Cardiólogo Infantil de La Paz.
"Pero no es la única. También se pueden mejorar las técnicas de exploración nada más nacer el niño, al igual que las revisiones posteriores. Normalmente a una paciente se le da el alta a los tres días de haber nacido su hijo. Si en esas horas no se ha descubierto ningún problema, antes de cumplir las dos semanas hay que llevarlo a revisión y ahí ya es muy difícil que se escape algún problema. Y luego, por supuesto, también está el oxímetro", comenta el doctor Gutiérrez-Larraya.
elmundo.es
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