“La aplicación de una inyección subcutánea cada seis meses tiene una acción más rápida y potente que los tratamientos disponibles hoy en el mercado, en su mayoría a base de bisfosfonatos” , informa a Clarín , José Zanchetta, presidente del Instituto de Investigaciones Metabólicas (IDIM).
La droga se llama Denosumab (su nombre comercial es Prolia) y desde julio de 2009 GlaxoSmithKline la vende en todos los países europeos, Australia, Nueva Zelanda y México.
“Es un anticuerpo monoclonal que bloquea las células que desgastan el hueso –explica Zanchetta–, y se diferencia de las drogas que existen hoy porque tiene una acción más rápida y potente: empieza a actuar a la semana de aplicada, cuando las otras lo hacen recién a los tres meses, y su acción dura seis meses”.
Tomar la medicación para frenar la osteoporosis no es una tarea fácil para los pacientes: deben hacerlo en ayunas, preferentemente de pie, tomar un cuarto litro de agua y esperar media hora para comer porque de lo contrario se bloquea su efecto. Y no se puede indicar a quienes tienen gastritis o problemas renales. Es una de las razones por las cuales, según estudios médicos, la mitad de las personas abandona el tratamiento al año.
Denosumab no es la primera inyección para combatir esta “epidemia silenciosa”. En 2008, el laboratorio Novartis sacó al mercado una inyección de ácido zoledrónico (también del grupo de los bisfosfonatos) que requiere una aplicación anual por vía intravenosa.
“La diferencia con todos los tratamientos existentes hasta el momento es que Denosumab actúa inhibiendo a los osteoclastos, las células que destruyen el hueso”, señala Zulma Man, especialista en Endocrinología, Medicina Nuclear y Osteología y directora del Curso de Postgrado en Osteología d ela Universidad Favaloro.
Zanchetta repasa que hay dos tipos de terapias para luchar contra la osteoporosis: “Las anabólicas, basadas en la hormona paratiroidea (una inyección subcutánea diaria) que forman hueso nuevo; y las antiresortivas, que hacen que el recambio del huesos (algo natural en el organismo, como sucede con la piel) se frene o disminuya después de los 50 años con la llegada de la menopausia y la baja de estrógenos. Estos fármacos están en el mercado hace más de 20 años y los más conocidos son los bisfosfonatos, que se pueden administrar por vía oral (diaria, semanal o mensual) o intravenosa (cada tres meses o una vez por año) como la de ácido zoledrónico”. El especialista agrega que “no se pueden tomar por períodos superiores a los tres años, por las consecuencias que pueden ocasionar en el organismo”.
Acerca de la cobertura que las obras sociales y las prepagas harán de esta nueva droga, María Eugenia Duarte, asesora médica de Metabolismo, Urología y Dermatología de GlaxoSmithKline Argentina indicó a Clarín que si bien es una aplicación semestral, el medicamento podrá ser abonado en 6 cuotas y su costo mensual rondará los $ 170, luego del descuento hecho por el sistema de salud”.
Silenciosa y de impacto
“Epidemia silenciosa”. Así se refiere habitualmente a la osteoporosis: no genera síntomas hasta que el paciente se fractura. Es una enfermedad ósea metabólica que vuelve frágiles a los huesos y aumenta el riesgo de fracturas. Afecta a una de cada cuatro argentinas mayores de 50 años.
Problema global. La Organización Mundial de la Salud (OMS), recientemente, identificó a la osteoporosis como una prioridad de salud, junto a otras enfermedades no transmisibles, porque está creciendo significativamente en tanto la población mundial aumenta y envejece.
Impacto económico y social. Las fracturas, especialmente de cadera (en Argentina ocurren un promedio diario de 90 por día), pueden ser devastadoras: casi un 20% de los pacientes muere dentro del primer año de la caída; y un 80% no puede realizar por sí mismos, al menos, una actividad de su vida habitual. Estas fracturas también imponen una carga financiera importante para el paciente y los servicios de salud. En el país se estiman costos por 190 millones de dólares por año.
Radiografía de sus ventajas
Este nuevo fármaco tiene una acción diferente a los disponibles hoy (la mayoría a base de bisfosfonatos): inhibe la acción de un regulador esencial que se llama Ligando RANK y detiene a los osteoclastos antes de que lleguen al hueso para desgastarlo y deteriorarlo.
La droga se basa en una molécula humana (un anticuerpo monoclonal) que actúa de manera fisiológica imitando un mecanismo de acción natural. Además, al no adherirse al hueso (como lo hacen los bisfosfonatos), evita problemas a largo plazo.
Estudios clínicos demostraron que reduce el riesgo de fractura: 68% en vértebras, 40% en cadera y 20% en no vértebras. También, que es bien tolerado por los pacientes y que facilita la adherencia al tratamiento porque requiere una inyección subcutánea cada seis meses.
clarin.com
3 comentarios:
Desde que me inyecté me han aumentado los dolores en pies y manos.
Voy a asegurarme de que se puede deber al tratamiento y creo que lo suspenderé porque compruebo que viene en los efectos secundarios frecuentes.
Pepa, de Sevilla.
hola yo tengo una vacuna de prolia de 60mg y zoladex estoy en el df tengo dos uno de 10.8 mg y otro de 3.6 mg muy baratos.me urge venderlo ya no los necesito por cambio de tratamiento
mundopena@gmail.com
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