Por SUE SHELLENBARGER
Muchos padres trabajan duro para ayudar a sus hijos a encontrar carreras que vayan a disfrutar, llevándolos a pruebas de habilidades y aptitudes, animándolos a hacer prácticas profesionales o inscribiéndolos en universidades ajustadas a sus intereses. De ese manera, a menudo esperan que sus hijos sean más felices que ellos mismos en sus trabajos.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en el Journal of Applied Psychology sugiere que esos esfuerzos pueden ser en parte inútiles: la tendencia a odiar su trabajo viene de familia.
Haber nacido con ciertos genes provoca una tendencia a ser más feliz en el trabajo, mientras que otros genes están vinculados a una menor satisfacción laboral, según el estudio realizado por Zhaoli Song, Wendong Li y Richard Arvey de la Universidad Nacional de Singapur. La afirmación contrarresta el sentido común que dicta que sentirse miserable en su empleo es causado por las pésimas condiciones de trabajo, los bajos salarios, el maltrato de los jefes o una carrera con pocas expectativas.
En el estudio a 1.772 personas, los investigadores descubrieron que dos marcadores genéticos, un gen receptor de dopamina y un gen transportador de serotonina, están vinculados con la satisfacción laboral.
Las personas con el gen receptor de dopamina, asociado a la toma de riesgos, el débil control de los impulsos y el trastorno por déficit de atención, tendían a decir que estaban menos satisfechos con sus empleos, mientras que los individuos con el gen transportador de serotonina, vinculado a una menor depresión y una mayor autoestima, tendían a expresar mayor satisfacción sobre sus trabajos.
Estudios más pequeños y menos específicos de gemelos realizados en el pasado, sugieren que los rasgos hereditarios pueden ser responsables de alrededor de 27% de la variación en la satisfacción laboral de las personas.
Los investigadores advierten que los resultados son preliminares, y que la magnitud de los efectos fue pequeña. Si bien a los entrevistados se les preguntó, "¿qué tan satisfecho está con su trabajo en general?", el estudio no analizó las diferencias entre las condiciones específicas laborales, como la remuneración y las actitudes hacia los compañeros de trabajo.
No obstante, "nuestros resultados apoyan la herencia de la satisfacción laboral", indica el estudio. "Los gerentes deberían tener en cuenta", añade, que mejorar las condiciones de trabajo puede no ser suficiente para hacer que algunas personas se sientan más a gusto. "En cambio, hay diferencias individuales muy estables relacionadas con la genética que lleva parcialmente a los empleados a estar satisfechos o insatisfechos con su trabajo", sostiene el documento académico. Los investigadores plantean incluso la posibilidad de identificar ciertos genes relacionados con el liderazgo y el espíritu empresarial que podría ayudar a las personas a planificar sus carreras.
Los hallazgos podrían implicar que los padres que odian sus trabajos tendrán que trabajar aún más duro para enseñar a sus hijos a amar su trabajo.
wsj.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario