martes, 28 de junio de 2011

Las señales de alerta de la migraña

HEALTHCOL0606
Melinde Beck
Una migraña se encuentra entre las condiciones más debilitantes en la medicina, un dolor ciego y punzante que suele durar entre cuatro y 72 horas. No tiene cura.
Sin embargo, pocas horas o días antes del temible dolor de cabeza aparecen sutiles síntomas. Algunas personas se sienten más cansadas, irritables o ansiosas que de costumbre. Algunos otros tienen profundos bostezos. Y otros más tienen intensos deseos de comida o sed excesiva.
Si quienes sufren de migraña aprendieran a identificar los signos de alerta, tal vez serían capaces de evitar el dolor de cabeza con medicación o cambios de su estilo de vida antes de que comience, afirman los expertos.
"El Santo Grial del tratamiento de la migraña sería que existiera algo que uno pudiera tomar esta noche para evitar el ataque de mañana", opina el neurólogo Peter Goadsby, director del programa de dolor de cabeza en la Universidad de California, en San Francisco. La semana pasada, en una conferencia de la American Headache Society (AHS, una organización de profesionales de la saludo especializada en dolores de cabeza), él y otros especialistas dijeron que los síntomas iniciales podrían dar pistas sobre las causas de las migrañas.
Los científicos saben hace tiempo sobre la llamada fase premonitoria, que se produce mucho antes de lo que se conoce como aura, las luces intermitentes y las líneas ondulantes que ven cerca del 30% de quienes padecen migraña poco antes de que comience el dolor de cabeza. Sin embargo, solo ha habido un puñado de ensayos clínicos de tratamiento de pacientes en la fase premonitoria, en parte porque los síntomas son demasiado vagos. No obstante, una vez que los pacientes saben a qué deben prestar atención, muchos pueden identificar algunos signos de alerta.
 
"Si se le pregunta a alguien que padece jaquecas si tiene algún síntoma unas horas antes de que comience el dolor, alrededor del 30% va a decir que sí", afirma Werner Becker, profesor de neurociencia en la Universidad de Calgary, en Alberta. Sin embargo, dada una lista de 20 síntomas comunes, desde cambios en el estado de ánimo, apetito o energía para orinar con frecuencia o bostezos excesivos, cerca del 80% de los pacientes dicen "ah, sí, me di cuenta de eso", s0stiene.
Según Becker, una de sus pacientes se siente mareada con frecuencia y pierde el apetito alrededor de las seis de la tarde, entonces sabe que un ataque es inminente. Pero también sabe que puede evitarlo si toma rizatriptán, una medicina que en general se toma luego de que comienza el dolor. "Si ella no lo toma, la mañana siguiente se despertará con una migraña a toda máquina", señala Becker.
En Estados Unidos, cerca de 36 millones de personas sufren de migrañas. Auque algunos utilizan la palabra muy a la ligera, las migrañas son mucho más graves que un típico dolor de cabeza, duran más y tienden a involucrar náusea, vómito y sensibilidad a la luz. Las mujeres son tres veces más propensas a padecer migrañas que los hombres, y han sido diagnosticadas hasta en niños de seis meses.
Cerca de la mitad de quienes sufren migrañas no buscan tratamiento, en parte porque piensan que es poco lo que los médicos pueden hacer por ellos. De hecho, los tratamientos se han multiplicado, incluyendo analgésicos de venta libre para los casos leves y una clase de fármacos llamados triptanes suelen ser utilizados para detener los dolores. Para las migrañas crónicas, los médicos también prescriben bloqueadores beta, medicamentos anticonvulsivos y antidepresivos, aunque tienen efectos secundarios significativos y solo ayudan la mitad de las veces al 50% de los pacientes. Otras drogas en ensayos clínicos y tratamientos no farmacológicos –como la acupuntura, masajes, biofeedback y la estimulación magnética transcraneal– también muestran prometedores resultados en el alivio del dolor.
Algunos expertos también vuelven a estudiar el papel de los catalizadores más comunes de la migraña, como el alcohol, chocolate, vino tinto, queso añejo y la cafeína. Podría ser que los cambios fisiológicos en la fase premonitoria desencadenen una sensibilidad a tales alimentos, y no al revés.
Los estudios funcionales de imágenes del cerebro han revelado otra pista tentadora. Durante la fase de aura, una ola de actividad eléctrica barre la corteza del cerebro a un ritmo de dos a tres milímetros por minuto. Esa onda activa las células nerviosas a medida que avanza y, según los testimonios de quienes padecen los dolores, esa área corresponde con el lugar por donde pasa la ola.
Los expertos sostienen que quienes sufren de migraña pueden ayudarse a sí mismos y a sus médicos con un cuidadoso registro de cuándo se producen sus dolores de cabeza, lo que comieron, bebieron e hicieron varios días por adelantado, así como cualquier otro síntoma temprano que hayan experimentado. De esa manera, podrían darse cuenta de los patrones y conocer sus propias señales de advertencia.
wsj.com

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