El cáncer es la enfermedad que más le cuesta a las sociedades modernas en términos económicos. Un informe de la Asociación Americana del Cáncer que se ha dado a conocer coincidiendo con un congreso sobre esta enfermedad que se va a celebrar en China revela una carga que irá aumentando aún más en el futuro.
En términos de productividad laboral, los tumores suponen una carga mayor de la que suman el sida, la malaria, la gripe y otras enfermedades infecciosas juntas. En 2008, el peso de esta enfermedad rondó los 900.000 millones de dólares (unos 700.000 millones de euros), lo que equivale al 1,5% del Producto Interior Bruto mundial. Y eso teniendo en cuenta sólo su efecto sobre la productividad y los años de vida perdidos, sin incluir lo que cuestan los tratamientos (cada vez más caros).
Precisamente, como destaca esta semana el diario 'The Washington Post', destacados oncólogos reclaman un movimiento internacional similar al que ya experimentó la financiación de la lucha contra el VIH en la década de los noventa para hacer frente al peso de los tumores en la economía mundial.
"No se trata de quitarle dinero a las enfermedades infecciosas", aclara Otis Brawley, director de dicha Sociedad (uno de los mayores agentes oncológicos sin ánimo de lucro del mundo); sino de dedicarle al cáncer la atención que merece.
Según sus datos, las enfermedades crónicas (cáncer, diabetes, patología cardiaca...) provocan el 60% de la mortalidad mundial, pero sólo reciben el 3% de la financiación pública y privada global. El problema, recuerda el informe de la ACS (realizado en colaboración con la fundación Livestrong del ciclista estadounidense Lance Armstrong), es que esta patología afecta a los individuos en etapas más tempranas de la vida que otras, como las cardiovasculares, lo que supone un duro golpe en la plenitud de su vida productiva.
elmundo.es
En términos de productividad laboral, los tumores suponen una carga mayor de la que suman el sida, la malaria, la gripe y otras enfermedades infecciosas juntas. En 2008, el peso de esta enfermedad rondó los 900.000 millones de dólares (unos 700.000 millones de euros), lo que equivale al 1,5% del Producto Interior Bruto mundial. Y eso teniendo en cuenta sólo su efecto sobre la productividad y los años de vida perdidos, sin incluir lo que cuestan los tratamientos (cada vez más caros).
Precisamente, como destaca esta semana el diario 'The Washington Post', destacados oncólogos reclaman un movimiento internacional similar al que ya experimentó la financiación de la lucha contra el VIH en la década de los noventa para hacer frente al peso de los tumores en la economía mundial.
"No se trata de quitarle dinero a las enfermedades infecciosas", aclara Otis Brawley, director de dicha Sociedad (uno de los mayores agentes oncológicos sin ánimo de lucro del mundo); sino de dedicarle al cáncer la atención que merece.
Según sus datos, las enfermedades crónicas (cáncer, diabetes, patología cardiaca...) provocan el 60% de la mortalidad mundial, pero sólo reciben el 3% de la financiación pública y privada global. El problema, recuerda el informe de la ACS (realizado en colaboración con la fundación Livestrong del ciclista estadounidense Lance Armstrong), es que esta patología afecta a los individuos en etapas más tempranas de la vida que otras, como las cardiovasculares, lo que supone un duro golpe en la plenitud de su vida productiva.
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