Daniel Flores
Enviado especial
HANGA ROA, Isla de Pascua.- Después de dos desalentadores días de lluvia y vientos huracanados, y a pesar del pronóstico de más agua, las nubes se abrieron ayer justo a tiempo para que esta isla viviera la tan esperada fiesta del eclipse total de Sol.
A los 4000 habitantes estables de la isla, o Rapa Nui, según su nombre aborigen, se le sumó la inédita cifra de 4000 visitantes, que desbordaron la capacidad hotelera local. Grupos de chilenos "continentales", de otros países latinoamericanos, pero principalmente europeos, norteamericanos y japoneses superequipados con cámaras y telescopios, alteraron la característica calma de la porción de tierra habitada más aislada del planeta. Este es territorio chileno, pero culturalmente polinésico.
Atraídos por la posibilidad de ver un eclipse en esta isla volcánica de 163 kilómetros cuadrados, rodeada de misterios y maravillas arqueológicas, los curiosos llegaron los últimos dos días en los siete vuelos regulares, más ocho agregados, de LAN, según confirmaron fuentes de la empresa. Los hoteles, con 1500 camas, ya no tenían disponibilidad desde hacía varias semanas, por lo que muchos visitantes optaron por quedarse en casas de familia o carpas. Otros se conformaron con pasar el día.
A las 16.25 (hora argentina), la mayor concentración de los "cazadores de eclipses" se dio en Ahu Tahai, junto al Museo Antropológico Sebastián Englert y a una de las más fotografiadas formaciones de moáis, esos monumentales rostros en piedra volcánica por los que Rapa Nui es famosa.
Allí, unas mil personas atestiguaron cómo la isla y el Pacífico adquirían colores insólitos mientras la Luna iba cubriendo de a poco el Sol. El proceso duró unos minutos, hasta que el satélite dejó ver apenas un aro brillante a su alrededor. Fue entonces cuando en toda la isla se vivió un momento de euforia.
Una noche en pleno día
En esa extraña noche en pleno día, extranjeros y locales se unieron en un griterío espontáneo, mientras un grupo no dejaba de recrear con antorchas el hoko , un baile ancestral en el que los rapa nui despliegan todo su ímpetu guerrero.
Igualmente efusivos estaban los italianos de Stella Errante, una de las comitivas más ruidosas. "He visto eclipses en muchos lugares: en Libia, en China? Pero ninguno con esta magia. Esto es increíble", dijo a LA NACION, agitado, Marzio Lauto, su vicepresidente. A unos metros, una docena de españoles abandonaban los trípodes de sus cámaras para abrazarse, mientras olvidaban por unos segundos la final de Mundial que se estaba jugando a miles de kilómetros. Una delegación de cincuenta belgas aplaudía conmovida.
Casi cinco minutos después, el Sol recuperó protagonismo. La isla volvió a iluminarse, pero la emoción generalizada no cedía. En medio de chicos y grandes, turistas y científicos, hippies y carabineros, el gobernador de la isla, Pedro Edmunds Paoa, se abrazaba con su familia.
Días antes, el funcionario debió reforzar la seguridad por dos motivos: para proteger el patrimonio arqueológico en Rapa Nui ante la llegada de tantos turistas y porque un grupo de isleños radicalizados, que exigen la independencia del continente, había amenazado con obstruir la pista de aterrizaje del aeropuerto Mataveri. "Afortunadamente, no hubo ningún problema", celebró el gobernador, apenas pasado el eclipse.
Durante el último año, alrededor de 48.000 turistas visitaron esta isla casi equidistante entre Santiago de Chile y Tahití, en la Polinesia francesa. La creciente llegada de extranjeros está motivando cierta preocupación por la adecuada preservación de los más de mil sitios arqueológicos que hacen de Rapa Nui un auténtico museo a cielo abierto.
Un fenómeno curioso
¿Por qué el eclipse atrajo tanta atención? ¿Es un fenómeno astronómico poco frecuente? Depende del lugar desde el que se lo pueda observar.
"Es el primer eclipse total de Sol que se verá en la Argentina este milenio. Los eclipses son fenómenos regulares. Lo que hace curiosos a los de Sol es que hay que estar en el lugar y en el momento exactos. Para este, fue en el Sur y, cuanto más cerca se esté del cono de sombra lunar (sobre la Tierra), menos parcial se verá", dijo Mariano Ribas, coordinador del Area de Astronomía del Planetario porteño.
Ribas encabezó una delegación que viajó ayer hasta la ciudad bonaerense de Pehuajó, donde el cielo permitió observar y fotografiar el eclipse. "No habrá otro hasta 2019, que se verá en el centro del país. Desde los 60, no se veía aquí este tipo de eclipse", indicó.
Estudiarlo aporta información sobre la corona solar, que habitualmente es muy tenue, y la órbita lunar. Pero, para los aficionados, "es un fenómeno astronómico increíble; en la antigüedad se consideraba un mal augurio", definió el astrónomo Diego Galperín, del Grupo Astronómico Osiris. Más de 150 vecinos de El Maitén, Chubut, pudieron ver ayer cuando la Luna tapó hasta el 80% del Sol. "Fue mejor de lo esperado: a las 16 el cielo se despejó y pudimos ver el eclipse entre las 16.50 y las 18.05, cuando se puso el Sol." Las fotografías las subirán a www.eclipsedesol2010.blogspot.com .
Fabiola Czubaj
lanacion.com
Enviado especial
HANGA ROA, Isla de Pascua.- Después de dos desalentadores días de lluvia y vientos huracanados, y a pesar del pronóstico de más agua, las nubes se abrieron ayer justo a tiempo para que esta isla viviera la tan esperada fiesta del eclipse total de Sol.
A los 4000 habitantes estables de la isla, o Rapa Nui, según su nombre aborigen, se le sumó la inédita cifra de 4000 visitantes, que desbordaron la capacidad hotelera local. Grupos de chilenos "continentales", de otros países latinoamericanos, pero principalmente europeos, norteamericanos y japoneses superequipados con cámaras y telescopios, alteraron la característica calma de la porción de tierra habitada más aislada del planeta. Este es territorio chileno, pero culturalmente polinésico.
Atraídos por la posibilidad de ver un eclipse en esta isla volcánica de 163 kilómetros cuadrados, rodeada de misterios y maravillas arqueológicas, los curiosos llegaron los últimos dos días en los siete vuelos regulares, más ocho agregados, de LAN, según confirmaron fuentes de la empresa. Los hoteles, con 1500 camas, ya no tenían disponibilidad desde hacía varias semanas, por lo que muchos visitantes optaron por quedarse en casas de familia o carpas. Otros se conformaron con pasar el día.
A las 16.25 (hora argentina), la mayor concentración de los "cazadores de eclipses" se dio en Ahu Tahai, junto al Museo Antropológico Sebastián Englert y a una de las más fotografiadas formaciones de moáis, esos monumentales rostros en piedra volcánica por los que Rapa Nui es famosa.
Allí, unas mil personas atestiguaron cómo la isla y el Pacífico adquirían colores insólitos mientras la Luna iba cubriendo de a poco el Sol. El proceso duró unos minutos, hasta que el satélite dejó ver apenas un aro brillante a su alrededor. Fue entonces cuando en toda la isla se vivió un momento de euforia.
Una noche en pleno día
En esa extraña noche en pleno día, extranjeros y locales se unieron en un griterío espontáneo, mientras un grupo no dejaba de recrear con antorchas el hoko , un baile ancestral en el que los rapa nui despliegan todo su ímpetu guerrero.
Igualmente efusivos estaban los italianos de Stella Errante, una de las comitivas más ruidosas. "He visto eclipses en muchos lugares: en Libia, en China? Pero ninguno con esta magia. Esto es increíble", dijo a LA NACION, agitado, Marzio Lauto, su vicepresidente. A unos metros, una docena de españoles abandonaban los trípodes de sus cámaras para abrazarse, mientras olvidaban por unos segundos la final de Mundial que se estaba jugando a miles de kilómetros. Una delegación de cincuenta belgas aplaudía conmovida.
Casi cinco minutos después, el Sol recuperó protagonismo. La isla volvió a iluminarse, pero la emoción generalizada no cedía. En medio de chicos y grandes, turistas y científicos, hippies y carabineros, el gobernador de la isla, Pedro Edmunds Paoa, se abrazaba con su familia.
Días antes, el funcionario debió reforzar la seguridad por dos motivos: para proteger el patrimonio arqueológico en Rapa Nui ante la llegada de tantos turistas y porque un grupo de isleños radicalizados, que exigen la independencia del continente, había amenazado con obstruir la pista de aterrizaje del aeropuerto Mataveri. "Afortunadamente, no hubo ningún problema", celebró el gobernador, apenas pasado el eclipse.
Durante el último año, alrededor de 48.000 turistas visitaron esta isla casi equidistante entre Santiago de Chile y Tahití, en la Polinesia francesa. La creciente llegada de extranjeros está motivando cierta preocupación por la adecuada preservación de los más de mil sitios arqueológicos que hacen de Rapa Nui un auténtico museo a cielo abierto.
Un fenómeno curioso
¿Por qué el eclipse atrajo tanta atención? ¿Es un fenómeno astronómico poco frecuente? Depende del lugar desde el que se lo pueda observar.
"Es el primer eclipse total de Sol que se verá en la Argentina este milenio. Los eclipses son fenómenos regulares. Lo que hace curiosos a los de Sol es que hay que estar en el lugar y en el momento exactos. Para este, fue en el Sur y, cuanto más cerca se esté del cono de sombra lunar (sobre la Tierra), menos parcial se verá", dijo Mariano Ribas, coordinador del Area de Astronomía del Planetario porteño.
Ribas encabezó una delegación que viajó ayer hasta la ciudad bonaerense de Pehuajó, donde el cielo permitió observar y fotografiar el eclipse. "No habrá otro hasta 2019, que se verá en el centro del país. Desde los 60, no se veía aquí este tipo de eclipse", indicó.
Estudiarlo aporta información sobre la corona solar, que habitualmente es muy tenue, y la órbita lunar. Pero, para los aficionados, "es un fenómeno astronómico increíble; en la antigüedad se consideraba un mal augurio", definió el astrónomo Diego Galperín, del Grupo Astronómico Osiris. Más de 150 vecinos de El Maitén, Chubut, pudieron ver ayer cuando la Luna tapó hasta el 80% del Sol. "Fue mejor de lo esperado: a las 16 el cielo se despejó y pudimos ver el eclipse entre las 16.50 y las 18.05, cuando se puso el Sol." Las fotografías las subirán a www.eclipsedesol2010.blogspot.com .
Fabiola Czubaj
lanacion.com
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