martes, 17 de agosto de 2010

Artritis: claves en el mundo animal

NUEVA YORK ( The New York Times ).- En los cien años que pasaron desde que el primer alce nadó en el lago Superior, en Michigan, EE.UU., estos animales se ocuparon mayormente de sus asuntos, comieron hojas de pino y trataron de esquivar a los lobos hambrientos.
Pero ahora los alces de la isla Royale tienen algo que decir. En realidad, sus huesos. Resulta que muchos de ellos tienen artritis, y los científicos creen que el origen de su trastorno tiene mucho que decir sobre la osteoartritis humana, por lejos el tipo más común de artritis, que afecta a una de cada siete personas de más de 25 años.
Un extraordinario proyecto de investigación que duró 50 años descubrió que a los alces los atacó la artritis debido a que padecieron mala nutrición en su vida temprana. Esto podría querer decir, afirman los científicos, que en algunas personas la artritis estaría vinculada en parte con déficits nutricionales en el útero y, posiblemente, a lo largo de la niñez.
Esta conclusión sobre los alces respalda un pequeño pero creciente cuerpo de trabajos que conectan el desarrollo temprano con enfermedades crónicas.
La causa exacta de la osteoartritis sigue siendo desconocida, pero generalmente se cree que resulta del envejecimiento y el desgaste de las articulaciones, exacerbado por algunos genes. Las personas con sobrepeso u obesidad tienen un riesgo mayor de padecerla y el número de casos está creciendo con la mayor expectativa de vida.
Pero el trabajo con los alces, junto con investigaciones realizadas en seres humanos, sugiere que los orígenes de la artritis son mucho más complejos y que probablemente influyan la exposición temprana a ciertos nutrientes y otros factores en momentos en que nuestros organismos se están desarrollando. Incluso el vínculo entre la obesidad y la artritis tal vez vaya más allá de los kilos de más, dicen los especialistas, e incluya el impacto de comer los alimentos equivocados.
Los nutrientes, agregan, pueden influir en la composición o forma de los huesos, articulaciones y cartílagos. También pueden afectar a las hormonas, e incluso cómo se expresan los genes.
Científicos británicos que estudiaron a personas nacidas en los años 40 (con mala nutrición prenatal) descubrieron que el bajo peso al nacer estaba relacionado con osteoartritis en hombres. Y el doctor David Barker, experto en cómo la nutrición y el desarrollo tempranos influyen en las cardiopatías, dijo que "estudios in utero durante la gran hambruna china de los años 50 mostraron que esas personas tuvieron discapacidades 40 o 50 años más tarde".

lanacion.com

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