A la lista de dispositivos que actualmente se utilizan para que las personas tetrapléjicas o con graves déficits motores puedan mejorar su capacidad comunicativa o de movilidad podría unirse pronto una nueva alternativa. Este método no se basa, como la mayoría, en los ligeros movimientos de cabeza o de lengua que algunos de estos pacientes pueden realizar, sino en la capacidad para inhalar aire de forma voluntaria.
Según los datos de una investigación, que publica esta semana la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences', a través de inhalaciones y exhalaciones controladas, varios pacientes tetrapléjicos fueron capaces de escribir un texto y manejar una silla de ruedas eléctrica de forma adecuada.
El dispositivo también parecía ser útil para otros dos pacientes con un trastorno conocido como 'síndrome de cautiverio' -el paciente está totalmente paralizado aunque conserva sus capacidades mentales intactas-, que pudieron escribir un mensaje completo.
La investigación
Los investigadores, de la Universidad de Tel Aviv (Israel), partieron de la hipótesis de que la capacidad de inhalar aire a través de la nariz de forma voluntaria (a través de la apertura o cierre del velo del paladar) permanece conservada tras una lesión grave. Basándose en esto, desarrollaron un dispositivo capaz de medir la presión nasal -que varía con las inhalaciones- y traducir sus variaciones en señales eléctricas.
Después, probaron su eficacia en varios casos. En primer lugar, lo utilizaron en 36 pacientes sanos que debían completar tareas sencillas en un videojuego usando tanto el nuevo método, como un ratón o un mando. Los resultados fueron todo un éxito ya que los participantes usaban el nuevo dispositivo con la misma eficacia que el resto de herramientas.
Para avanzar un paso más, los investigadores cambiaron los videojuegos por un programa de escritura que permitía seleccionar letras de un alfabeto y distintas palabras de una lista. Tras evaluarlo de nuevo con éxito en personas sanas, decidieron probar su eficacia en una paciente de 51 años con 'síndrome de cautiverio'.
En un principio, esta paciente consiguió responder a varias preguntas y, tras un poco de práctica, llegó a elaborar un mensaje personal para su familia.
La experiencia se repitió con éxito en otro paciente totalmente paralizado, quien aseguró que el nuevo método era "más confortable y sencillo" que un sistema de comunicación que había probado previamente basado en la lectura del parpadeo de sus ojos.
Sin embargo, en un tercer caso de 'síndrome de cautiverio' el sistema no funcionó ya que el paciente no aprendió a controlar la forma de colocar su paladar para inhalar voluntariamente a través de la nariz.
Manejo de una silla de ruedas
Seguidamente, los investigadores probaron la eficacia del dispositivo para la escritura en 11 pacientes con tetraplejia también con éxito, lo que les llevó a ajustar el diseño para que fuera capaz de controlar una silla de ruedas eléctrica.
Como en las anteriores ocasiones, primero lo probaron en individuos sanos y, después, en tetrapléjicos, también con buenos resultados. "Una persona con tetraplejia puede usar este controlador para guiar una silla eléctrica con precisión después de sólo 15 minutos de práctica", aseguran los investigadores, quienes han comprobado que esta tarea puede realizarse sin causar un problema respiratorio o de hiperventilación.
Estos autores aseguran que, programando de forma adecuada el sistema, también pueden evitarse totalmente posibles confusiones y que el dispositivo responda a una inhalación involuntaria o una respiración profunda. "En el 'software' para controlar la silla de ruedas, todos los comandos eran dobles" precisamente para evitar errores, comentan estos autores.
Pese a todo, en sus conclusiones, los investigadores reconocen que nuevos trabajos deben validar sus conclusiones y comparar la efectividad del dispositivo con otras alternativas ya existentes.
elmundo.es
Según los datos de una investigación, que publica esta semana la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences', a través de inhalaciones y exhalaciones controladas, varios pacientes tetrapléjicos fueron capaces de escribir un texto y manejar una silla de ruedas eléctrica de forma adecuada.
El dispositivo también parecía ser útil para otros dos pacientes con un trastorno conocido como 'síndrome de cautiverio' -el paciente está totalmente paralizado aunque conserva sus capacidades mentales intactas-, que pudieron escribir un mensaje completo.
La investigación
Los investigadores, de la Universidad de Tel Aviv (Israel), partieron de la hipótesis de que la capacidad de inhalar aire a través de la nariz de forma voluntaria (a través de la apertura o cierre del velo del paladar) permanece conservada tras una lesión grave. Basándose en esto, desarrollaron un dispositivo capaz de medir la presión nasal -que varía con las inhalaciones- y traducir sus variaciones en señales eléctricas.
Después, probaron su eficacia en varios casos. En primer lugar, lo utilizaron en 36 pacientes sanos que debían completar tareas sencillas en un videojuego usando tanto el nuevo método, como un ratón o un mando. Los resultados fueron todo un éxito ya que los participantes usaban el nuevo dispositivo con la misma eficacia que el resto de herramientas.
Para avanzar un paso más, los investigadores cambiaron los videojuegos por un programa de escritura que permitía seleccionar letras de un alfabeto y distintas palabras de una lista. Tras evaluarlo de nuevo con éxito en personas sanas, decidieron probar su eficacia en una paciente de 51 años con 'síndrome de cautiverio'.
En un principio, esta paciente consiguió responder a varias preguntas y, tras un poco de práctica, llegó a elaborar un mensaje personal para su familia.
La experiencia se repitió con éxito en otro paciente totalmente paralizado, quien aseguró que el nuevo método era "más confortable y sencillo" que un sistema de comunicación que había probado previamente basado en la lectura del parpadeo de sus ojos.
Sin embargo, en un tercer caso de 'síndrome de cautiverio' el sistema no funcionó ya que el paciente no aprendió a controlar la forma de colocar su paladar para inhalar voluntariamente a través de la nariz.
Manejo de una silla de ruedas
Seguidamente, los investigadores probaron la eficacia del dispositivo para la escritura en 11 pacientes con tetraplejia también con éxito, lo que les llevó a ajustar el diseño para que fuera capaz de controlar una silla de ruedas eléctrica.
Como en las anteriores ocasiones, primero lo probaron en individuos sanos y, después, en tetrapléjicos, también con buenos resultados. "Una persona con tetraplejia puede usar este controlador para guiar una silla eléctrica con precisión después de sólo 15 minutos de práctica", aseguran los investigadores, quienes han comprobado que esta tarea puede realizarse sin causar un problema respiratorio o de hiperventilación.
Estos autores aseguran que, programando de forma adecuada el sistema, también pueden evitarse totalmente posibles confusiones y que el dispositivo responda a una inhalación involuntaria o una respiración profunda. "En el 'software' para controlar la silla de ruedas, todos los comandos eran dobles" precisamente para evitar errores, comentan estos autores.
Pese a todo, en sus conclusiones, los investigadores reconocen que nuevos trabajos deben validar sus conclusiones y comparar la efectividad del dispositivo con otras alternativas ya existentes.
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