El nuevo libro del astrofísico británico Stephen Hawking, donde excluye la posibilidad de que Dios crease el Universo ya ha reabierto la eterna confrontación entre el conocimiento científico y la creencia en Dios, incluso antes de haberse publicado.
ELMUNDO.es ha podido hablar con varios investigadores españoles que, a falta de leer los argumentos científicos de Hawking en su nueva obra, defienden la compatibilidad de ciencia y fe:
Para el académico César Nombela, catedrático de Microbiología y presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) entre 1996 y 2000, la Teología es un ámbito del pensamiento diferente al científico, pero igualmente válido: "La ciencia puede explicar muchas preguntas propias de su competencia, pero probar la existencia de Dios es otro terreno".
Como científico y creyente, Nombela reconoce "aplicar la ciencia en todas las situaciones racionales; pero no es irracional creer que existe un creador que dio lugar a las mismas leyes de la naturaleza y que da respuesta a las preguntas de la existencia humana". Y concluye: "El Darwinismo explica la evolución, pero no excluye la existencia de un Creador inicial".
Por su parte,Nicolás Jouvé, Catedrático de Genética en la Universidad de Alcalá de Henares, a falta de conocer los detalles del polémico libro, no cree que Hawking llegue a conclusiones novedosas sobre el origen de la materia y el tiempo, y afirma que la ciencia es una "parcela del conocimiento que no puede ignorar a otras disciplinas como la filosofía y la teología, que también tratan de responder las cuestiones humanas". Uno de los científicos que más ha hecho por conciliar ciencia y religión es el experto español en evolución genética de las especies, Francisco Ayala. El investigador de la Universidad de California en Irvine, EEUU, declaró a ELMUNDO.es que "la fe y la ciencia no son incompatibles porque tratan cuestiones diferentes", tras ser galardonado con el premio internacional Templeton el pasado marzo. El premio, que busca vías de diálogo entre la ciencia y la religión, ya había sido concedido anteriormente a líderes espirituales, filósofos y científicos por igual.
"La investigación científica debe encargarse de explicar el origen del mundo (el cómo) y la religión, de los valores morales y las relaciones entre las personas (el porqué)", afirmó el jueves Ayala desde la Universidad de California, en EEUU.
Al mismo tiempo, numerosos colegas han criticado a Hawking por obligar a las personas a optar entre la ciencia y la fe, como si tuvieran que ser dos campos necesariamente excluyentes. George Ellis, profesor emérito de la Universidad de Ciudad del Cabo y presidente de la Sociedad Internacional para la Ciencia y la Religión, declaró el jueves a The Times: "Mi gran preocupación es que está obligando a la gente a elegir entre la religión y la ciencia, y esto hará que mucha gente eliga la religión, con lo que la ciencia saldrá perdiendo".
ELMUNDO.es ha podido hablar con varios investigadores españoles que, a falta de leer los argumentos científicos de Hawking en su nueva obra, defienden la compatibilidad de ciencia y fe:
Para el académico César Nombela, catedrático de Microbiología y presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) entre 1996 y 2000, la Teología es un ámbito del pensamiento diferente al científico, pero igualmente válido: "La ciencia puede explicar muchas preguntas propias de su competencia, pero probar la existencia de Dios es otro terreno".
Como científico y creyente, Nombela reconoce "aplicar la ciencia en todas las situaciones racionales; pero no es irracional creer que existe un creador que dio lugar a las mismas leyes de la naturaleza y que da respuesta a las preguntas de la existencia humana". Y concluye: "El Darwinismo explica la evolución, pero no excluye la existencia de un Creador inicial".
Por su parte,Nicolás Jouvé, Catedrático de Genética en la Universidad de Alcalá de Henares, a falta de conocer los detalles del polémico libro, no cree que Hawking llegue a conclusiones novedosas sobre el origen de la materia y el tiempo, y afirma que la ciencia es una "parcela del conocimiento que no puede ignorar a otras disciplinas como la filosofía y la teología, que también tratan de responder las cuestiones humanas". Uno de los científicos que más ha hecho por conciliar ciencia y religión es el experto español en evolución genética de las especies, Francisco Ayala. El investigador de la Universidad de California en Irvine, EEUU, declaró a ELMUNDO.es que "la fe y la ciencia no son incompatibles porque tratan cuestiones diferentes", tras ser galardonado con el premio internacional Templeton el pasado marzo. El premio, que busca vías de diálogo entre la ciencia y la religión, ya había sido concedido anteriormente a líderes espirituales, filósofos y científicos por igual.
"La investigación científica debe encargarse de explicar el origen del mundo (el cómo) y la religión, de los valores morales y las relaciones entre las personas (el porqué)", afirmó el jueves Ayala desde la Universidad de California, en EEUU.
Al mismo tiempo, numerosos colegas han criticado a Hawking por obligar a las personas a optar entre la ciencia y la fe, como si tuvieran que ser dos campos necesariamente excluyentes. George Ellis, profesor emérito de la Universidad de Ciudad del Cabo y presidente de la Sociedad Internacional para la Ciencia y la Religión, declaró el jueves a The Times: "Mi gran preocupación es que está obligando a la gente a elegir entre la religión y la ciencia, y esto hará que mucha gente eliga la religión, con lo que la ciencia saldrá perdiendo".
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