La glucosamina y el condroitín sulfato, dos populares medicamentos que se emplean en el tratamiento de la artrosis de rodilla y de cadera, no tendrían mayor efecto que un placebo, afirma el análisis de estudios clínicos realizados con estos fármacos y cuyos resultados acaba de publicar la prestigiosa revista British Medical Journal.
"Comparados con placebo, la glucosamina, el condroitín y sus combinaciones no reducen el dolor articular ni tienen un impacto sobre el estrechamiento del espacio articular. Las autoridades sanitarias deben desalentar estos tratamientos", concluyeron los autores del estudio liderado por el profesor Peter Jüni, de la Universidad de Berna, Suiza.
Los investigadores llegaron a esa conclusión tras evaluar diez estudios clínicos realizados sobre 3082 pacientes con dolor de cadera o rodilla asociado a la artrosis. Sin embargo, los resultados de este análisis entran en conflicto con otras revisiones de la bibliografía médica que avalan (con mayor o menor evidencia) la indicación de estos fármacos.
Expertos locales consultados por La Nacion coincidieron en que se trata de un tema controvertido. Afortunadamente, pueden extraerse algunas datos útiles de un consenso para el tratamiento de la artrosis elaborado recientemente por la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR), que será presentado en el 43° Congreso Argentino de Reumatología, que se realizará del 7 al 9 de octubre en Mar del Plata.
Para tomar en cuenta
"Para analizar este nuevo estudio hay que tomar en cuenta que muchos de los trabajos que hay con la glucosamina han sido realizados en Estados Unidos, donde se la vende como suplemento dietario con una dosis diferente a la que se usa en la Argentina", comentó la doctora María de los Angeles Correa, reumatóloga del Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP).
"En Estados Unidos, se usa el clorhidrato de glucosamina, mientras que en la Argentina al igual que en Europa se usa el sulfato de glucosamina ?distinguió el doctor Oscar Rillo, jefe del Servicio de Reumatología del hospital Tornú?. El sulfato de glucosamina sí es considerado efectivo para el tratamiento de la artrosis de rodilla, no así para la artrosis de cadera, donde se prefiere el uso de la diacereína."
Esta distinción es la que aparecerá en el citado consenso. Otro aspecto del uso de la glucosamina, que destaca el doctor Rillo, que participó de la elaboración de ese consenso, es que la evaluación de sus efectos debe realizarse recién a los tres meses de iniciado el tratamiento.
"Recién a los tres meses, si no se obtiene ningún efecto en el control del dolor, se debe considerar retirar el medicamento, ya que se trata de un fármaco de acción lenta, explicó Rillo. Pero si se observan efectos positivos, el consenso recomienda que el tratamiento no sea interrumpido."
El experto recomienda el uso de las versiones de estos fármacos que se venden bajo receta, cuya indicación debe ser realizada por un médico reumatólogo.
En cuanto al uso del condroitín, Rillo y Correa coinciden en que las evidencias a su favor son muy controvertidas. En la Argentina, aclaró Correa, sólo se vende en fármacos que lo combinan con la glucosamina.
"Y al igual que la glucosamina, pareciera que el sulfato de condroitín, que se usa aquí, sería más efectivo que el clorhidrato, que se vende en Estados Unidos, agregó Rillo. Pero con este fármaco la evidencia es mucho más controvertida que con la glucosamina."
CIFRAS
2 billones de dólares representaron las ventas globales de los suplementos de glucosamina en 2008.
60% es el crecimiento de las ventas de la glucosamina y del condroitín observado entre 2003 y 2008 en el nivel global.
Sebastián A. Ríos
lanacion.com
"Comparados con placebo, la glucosamina, el condroitín y sus combinaciones no reducen el dolor articular ni tienen un impacto sobre el estrechamiento del espacio articular. Las autoridades sanitarias deben desalentar estos tratamientos", concluyeron los autores del estudio liderado por el profesor Peter Jüni, de la Universidad de Berna, Suiza.
Los investigadores llegaron a esa conclusión tras evaluar diez estudios clínicos realizados sobre 3082 pacientes con dolor de cadera o rodilla asociado a la artrosis. Sin embargo, los resultados de este análisis entran en conflicto con otras revisiones de la bibliografía médica que avalan (con mayor o menor evidencia) la indicación de estos fármacos.
Expertos locales consultados por La Nacion coincidieron en que se trata de un tema controvertido. Afortunadamente, pueden extraerse algunas datos útiles de un consenso para el tratamiento de la artrosis elaborado recientemente por la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR), que será presentado en el 43° Congreso Argentino de Reumatología, que se realizará del 7 al 9 de octubre en Mar del Plata.
Para tomar en cuenta
"Para analizar este nuevo estudio hay que tomar en cuenta que muchos de los trabajos que hay con la glucosamina han sido realizados en Estados Unidos, donde se la vende como suplemento dietario con una dosis diferente a la que se usa en la Argentina", comentó la doctora María de los Angeles Correa, reumatóloga del Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP).
"En Estados Unidos, se usa el clorhidrato de glucosamina, mientras que en la Argentina al igual que en Europa se usa el sulfato de glucosamina ?distinguió el doctor Oscar Rillo, jefe del Servicio de Reumatología del hospital Tornú?. El sulfato de glucosamina sí es considerado efectivo para el tratamiento de la artrosis de rodilla, no así para la artrosis de cadera, donde se prefiere el uso de la diacereína."
Esta distinción es la que aparecerá en el citado consenso. Otro aspecto del uso de la glucosamina, que destaca el doctor Rillo, que participó de la elaboración de ese consenso, es que la evaluación de sus efectos debe realizarse recién a los tres meses de iniciado el tratamiento.
"Recién a los tres meses, si no se obtiene ningún efecto en el control del dolor, se debe considerar retirar el medicamento, ya que se trata de un fármaco de acción lenta, explicó Rillo. Pero si se observan efectos positivos, el consenso recomienda que el tratamiento no sea interrumpido."
El experto recomienda el uso de las versiones de estos fármacos que se venden bajo receta, cuya indicación debe ser realizada por un médico reumatólogo.
En cuanto al uso del condroitín, Rillo y Correa coinciden en que las evidencias a su favor son muy controvertidas. En la Argentina, aclaró Correa, sólo se vende en fármacos que lo combinan con la glucosamina.
"Y al igual que la glucosamina, pareciera que el sulfato de condroitín, que se usa aquí, sería más efectivo que el clorhidrato, que se vende en Estados Unidos, agregó Rillo. Pero con este fármaco la evidencia es mucho más controvertida que con la glucosamina."
CIFRAS
2 billones de dólares representaron las ventas globales de los suplementos de glucosamina en 2008.
60% es el crecimiento de las ventas de la glucosamina y del condroitín observado entre 2003 y 2008 en el nivel global.
Sebastián A. Ríos
lanacion.com
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