¿Qué pasa con un blog si su creador fallece? ¿Su contraseña de acceso morirá con él? Y el blog, ¿estará condenado a no volver a actualizarse? Un sitio web bautizado My WebWill, responde a estos y otros interrogantes y permite controlar qué ocurre con los “restos social-virtuales” tras la muerte.
La página My WebWill ofrece a sus usuarios gestionar su legado en redes sociales en caso de fallecimiento, eligiendo quién será el heredero de sus contraseñas, el cese de sus cuentas o, en general, elegir que ocurrirá con su vida virtual tras su muerte en el mundo real.
En la página web, los creadores ofrecen sus servicios bajo la siguiente carta de presentación: “My WebWill te permite tomar decisiones sobre tu vida online después de tu muerte. Puedes elegir desactivar, cambiar o transferir tus cuentas de Twitter, Facebook o tu blog. Cuando mueres, nosotros cumpliremos tu deseo”.
El servicio, eso sí, no es gratuito, aunque es bastante asequible. No obstante, su precio varía en función de la longevidad del cliente. La suscripción mensual arranca con una cuota de un dólar al mes. Con este pago, el usuario puede elegir si quiere que su vida online muera con él o si desea que otro la herede. Existe también una tercera opción –quizá la más macabra–, que consistente en enviar un último mensaje de despedida a sus contactos.
La idea de este sitio surgió en Suecia, en el otoño de 2008, cuando los creadores de www.mywebwill.com se dieron cuenta de que la “identidad digital” era inmortal, mientras que su dueño no gozaba del mismo don.
En ese momento, los creadores de este testamento online se pusieron en contacto con familiares de fallecidos, que se mostraban desesperados ante el tiempo y el esfuerzo empleado en contactar con grandes sitios de Internet para que eliminaran los restos online de sus difuntos.
“Ponerse en contacto con estos sitios resultaba casi imposible y, sin las contraseñas de los fallecidos, los familiares estaban impotentes”, dicen en My WebWill.
Además, algunos familiares estaban preocupados por que cierta información de valor vertida por sus parientes en sus blogs desaparecería con el tiempo.
Ante esta problemática, estos emprendedores suecos quisieron ofrecer un “seguro de vida” para la vida digital, dando a luz la idea de My WebWill, disponible de momento en todo el mundo en inglés y sueco.
clarin.com
La página My WebWill ofrece a sus usuarios gestionar su legado en redes sociales en caso de fallecimiento, eligiendo quién será el heredero de sus contraseñas, el cese de sus cuentas o, en general, elegir que ocurrirá con su vida virtual tras su muerte en el mundo real.
En la página web, los creadores ofrecen sus servicios bajo la siguiente carta de presentación: “My WebWill te permite tomar decisiones sobre tu vida online después de tu muerte. Puedes elegir desactivar, cambiar o transferir tus cuentas de Twitter, Facebook o tu blog. Cuando mueres, nosotros cumpliremos tu deseo”.
El servicio, eso sí, no es gratuito, aunque es bastante asequible. No obstante, su precio varía en función de la longevidad del cliente. La suscripción mensual arranca con una cuota de un dólar al mes. Con este pago, el usuario puede elegir si quiere que su vida online muera con él o si desea que otro la herede. Existe también una tercera opción –quizá la más macabra–, que consistente en enviar un último mensaje de despedida a sus contactos.
La idea de este sitio surgió en Suecia, en el otoño de 2008, cuando los creadores de www.mywebwill.com se dieron cuenta de que la “identidad digital” era inmortal, mientras que su dueño no gozaba del mismo don.
En ese momento, los creadores de este testamento online se pusieron en contacto con familiares de fallecidos, que se mostraban desesperados ante el tiempo y el esfuerzo empleado en contactar con grandes sitios de Internet para que eliminaran los restos online de sus difuntos.
“Ponerse en contacto con estos sitios resultaba casi imposible y, sin las contraseñas de los fallecidos, los familiares estaban impotentes”, dicen en My WebWill.
Además, algunos familiares estaban preocupados por que cierta información de valor vertida por sus parientes en sus blogs desaparecería con el tiempo.
Ante esta problemática, estos emprendedores suecos quisieron ofrecer un “seguro de vida” para la vida digital, dando a luz la idea de My WebWill, disponible de momento en todo el mundo en inglés y sueco.
clarin.com
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