NUEVA DELHI (AFP).- El eclipse solar más largo del siglo XXI sumirá pasado mañana en la oscuridad a China e India, los dos países más poblados del planeta, en donde los cuentos y mitologías evocan con este fenómeno el anuncio de buenos augurios, pero también de malos presagios.
El 22 de julio, el fenómeno oscurecerá el cielo en una estrecha franja de las masas terrestres de Asia y el océano Pacífico. Un disco negro del más allá reemplazará al sol durante casi seis minutos y medio, y desde la India, pasando por China hasta el mar de la costa meridional del Japón, millones de personas se aglutinarán para verlo.
Después de pasado mañana, los próximos tres eclipses totales se producirán el 11 de julio de 2010, sobre el Pacífico Sur; el 23 de noviembre de 2012, sobre el norte de Australia, y el 3 de noviembre de 2013, sobre Africa central.
El astrofísico estadounidense Fred Espenak lo ha definido como un eclipse "gigante" que podrán observar nada menos que 2000 millones de personas, todo un récord. A partir de las 6.23 del miércoles en la India (las 21.53 de mañana en la Argentina), la noche volverá a caer poco después del amanecer en el estado de Gujarat.
Después, la oscuridad irá invadiendo un corredor de 15.000 kilómetros de longitud por unos 200 km. de ancho que atravesará India, Nepal, Bután, Bangladesh, Birmania y China, alcanzando también las islas meridionales japonesas de Ryukyu.
"Será el eclipse más largo del siglo. Ninguno de nosotros vivirá lo suficiente para ver otro igual", dice, entusiasta, Federico Borgmeyer, director de la agencia de viajes alemana Eclipse City, que viajó a Shanghai para la ocasión.
El Sol quedará completamente tapado por la Luna durante seis minutos y 39 segundos en una zona poco habitada del Pacífico, un récord de duración para un eclipse que recién será batido en 2132. La oscuridad, sin embargo, durará menos en India (entre tres y cuatro minutos) y en la megalópolis de Shanghai (alrededor de cinco minutos).
El Parque de las Esculturas de Shanghai, el mejor lugar de observación de la ciudad, anunció que vendió 2000 entradas para el 22 de julio, con anteojos de sol incluídos y remeras conmemorativas. Desde hace meses que los hoteles están reservados por miles de chinos, japoneses, estadounidenses y europeos.
En India, la agencia Cox and Kings fletó un Boeing 737 que despegará de Nueva Delhi antes del alba, "interceptará" el eclipse total a una altitud de unos 12.500 metros y volará hacia el este hasta el Estado de Bihar. Los 21 lugares del avión del lado del Sol se vendieron por US$ 1700.
Misticismo. En India y en China, los cuentos y mitologías evocan en los eclipses el anuncio de buena fortuna, pero también de malos presagios. El del miércoles es "un momento muy peligroso en el universo", advierte Raj Kumar Sharma, un astrólogo de Bombay. "Si el Sol, el amo de las estrellas, está enfermo, entonces pasará algo grave en el mundo", predice.
En la India, las embarazadas, que habían programado una cesárea para el miércoles, reprogramaron la intervención, confía Shivani Sachdev Gour, un ginecólogo del equipo del hospital Fortis de Nueva Delhi.
Por su parte, en China, los eclipses eran el presagio de catástrofes naturales o de la muerte de un emperador. Estas creencias y supersticiones no desaparecieron. Astrónomos y meteorólogos temen sobre todo que las nubes en esta época de monzones en el subcontinente indio arruinen el espectáculo.
El 22 de julio, el fenómeno oscurecerá el cielo en una estrecha franja de las masas terrestres de Asia y el océano Pacífico. Un disco negro del más allá reemplazará al sol durante casi seis minutos y medio, y desde la India, pasando por China hasta el mar de la costa meridional del Japón, millones de personas se aglutinarán para verlo.
Después de pasado mañana, los próximos tres eclipses totales se producirán el 11 de julio de 2010, sobre el Pacífico Sur; el 23 de noviembre de 2012, sobre el norte de Australia, y el 3 de noviembre de 2013, sobre Africa central.
El astrofísico estadounidense Fred Espenak lo ha definido como un eclipse "gigante" que podrán observar nada menos que 2000 millones de personas, todo un récord. A partir de las 6.23 del miércoles en la India (las 21.53 de mañana en la Argentina), la noche volverá a caer poco después del amanecer en el estado de Gujarat.
Después, la oscuridad irá invadiendo un corredor de 15.000 kilómetros de longitud por unos 200 km. de ancho que atravesará India, Nepal, Bután, Bangladesh, Birmania y China, alcanzando también las islas meridionales japonesas de Ryukyu.
"Será el eclipse más largo del siglo. Ninguno de nosotros vivirá lo suficiente para ver otro igual", dice, entusiasta, Federico Borgmeyer, director de la agencia de viajes alemana Eclipse City, que viajó a Shanghai para la ocasión.
El Sol quedará completamente tapado por la Luna durante seis minutos y 39 segundos en una zona poco habitada del Pacífico, un récord de duración para un eclipse que recién será batido en 2132. La oscuridad, sin embargo, durará menos en India (entre tres y cuatro minutos) y en la megalópolis de Shanghai (alrededor de cinco minutos).
El Parque de las Esculturas de Shanghai, el mejor lugar de observación de la ciudad, anunció que vendió 2000 entradas para el 22 de julio, con anteojos de sol incluídos y remeras conmemorativas. Desde hace meses que los hoteles están reservados por miles de chinos, japoneses, estadounidenses y europeos.
En India, la agencia Cox and Kings fletó un Boeing 737 que despegará de Nueva Delhi antes del alba, "interceptará" el eclipse total a una altitud de unos 12.500 metros y volará hacia el este hasta el Estado de Bihar. Los 21 lugares del avión del lado del Sol se vendieron por US$ 1700.
Misticismo. En India y en China, los cuentos y mitologías evocan en los eclipses el anuncio de buena fortuna, pero también de malos presagios. El del miércoles es "un momento muy peligroso en el universo", advierte Raj Kumar Sharma, un astrólogo de Bombay. "Si el Sol, el amo de las estrellas, está enfermo, entonces pasará algo grave en el mundo", predice.
En la India, las embarazadas, que habían programado una cesárea para el miércoles, reprogramaron la intervención, confía Shivani Sachdev Gour, un ginecólogo del equipo del hospital Fortis de Nueva Delhi.
Por su parte, en China, los eclipses eran el presagio de catástrofes naturales o de la muerte de un emperador. Estas creencias y supersticiones no desaparecieron. Astrónomos y meteorólogos temen sobre todo que las nubes en esta época de monzones en el subcontinente indio arruinen el espectáculo.
lanacion.com
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