Por Norberto Lema
Especial para lanacion.com
En la vorágine del tránsito moderno, para circular en forma segura es casi tan importante ver como ser visto. Tanto en la noche como en el día. En este sentido, la iluminación y los colores de los vehículos juegan el papel principal. A estos factores hay que agregarle un tercero que se combina con los anteriores: el factor climático.
Una investigación realizada por Centro de Experimentación y Seguridad Vial, (CESVI), explica que conducir de día con la luz baja encendida reduce notablemente la posibilidad de un accidente a causa de la mala visualización de un vehículo que se acerca de frente. En el mismo informe, se detalla también que los automóviles verdes, rojos, azules y grises son mucho mas difíciles de visualizar en la ruta con luz diurna, ya que estos colores reflejan sólo entre un 5 y un 30% de la luz recibida, mientras que los vehículos de colores claros lo hacen entre un 60 y un 80%.
En nuestro país es obligatorio el uso de las luces bajas encendidas en forma permanente cuando se conduce en rutas nacionales y provinciales. Sin embargo, aún no se ha instaurado en la mayoría de los vehículos cero kilómetro el sistema de encendido automático de luces de fábrica que obligaría a los conductores a tener las luces bajas y de posición permanentemente encendidas, tal como lo establece la Ley Nacional de Tránsito y Seguridad 26.363 . Al igual que las bolsas de aire y otros sistemas de seguridad, estos dispositivos sólo lo poseen los automóviles de gamas medias y altas.
Estos sistemas pueden funcionar de dos maneras: uno se activa con un sensor crepuscular, que enciende automáticamente las luces de posición y bajas cuando hay poca o nula luz natural, el cual es desconectable. El otro sistema enciende las luces en forma automática cuando se pone la llave en contacto, y no se puede desactivar. Este último se usa en forma obligatoria en EE.UU. y algunos países europeos en las motocicletas. No está especificado en la Ley Nacional de Tránsito cual de éstos dos sistemas será el obligatorio para que las terminales automotrices equipen a los vehículos en el corto plazo.
El mal uso de las luces
Al circular por las calles, avenidas y rutas de la Argentina, es posible observar la poca importancia y el mal uso que se le da a la iluminación vehicular
Muchos conductores encienden las luces auxiliares, indicadas sólo para lugares donde es necesario observar a distancias mayores y no hay vehículos de frente, en forma combinada con las luces bajas. De la misma manera el mal uso se extiende a los faros anti niebla delanteros (indicado sólo para esa excepción climática), que encandilan a quienes vienen de frente, y también con los anti niebla traseros, que lejos de hacer visualizar mejor a los automóviles que circulan delante, confunden a quienes van detrás con las luces de freno de los automóviles.
Párrafo aparte merecen quienes no cambian las luces quemadas o directamente no poseen ni siquiera luces, que pueden provocar un grave accidente, ya que quien viene de frente puede confundir a ese automóvil con una moto en el caso de una esté quemada, o sencillamente no verlo a tiempo si no tiene ninguna en funcionamiento.
Lo mismo sucede con quienes tienen un concepto propio de lo que deberían ser las luces de freno traseras. Algunos vehículos que tienen esta "particular" disposición encienden en forma combinada e intermitente todas las luces de las ópticas traseras al momento de frenar, pareciéndose más a la iluminación de un árbol de Navidad que a las reglamentarias luces que indican que la motocicleta, el automóvil o el camión comienza a detenerse.
De la misma manera muchas motocicletas, de baja cilindrada en su mayoría, se le reemplaza la óptica delantera por una luz dicroica de iluminación hogareña de interiores, la cual no cumple de ninguna manera la función de la luz original y encandila a quien viene de frente, además de no poder hacer el cambio de luces bajas/altas.
Si bien en la Revisión Técnica Obligatoria, pautada por la Ley de Tránsito, es causal de rechazo cualquier vehículo que no cumpla con el funcionamiento de las luces especificados en la norma, la cantidad de autos, motos y camiones circulando sin luces en funcionamiento o con una disposición anárquica de las mismas es enorme.
En la vorágine del tránsito moderno, para circular en forma segura es casi tan importante ver como ser visto. Tanto en la noche como en el día. En este sentido, la iluminación y los colores de los vehículos juegan el papel principal. A estos factores hay que agregarle un tercero que se combina con los anteriores: el factor climático.
Una investigación realizada por Centro de Experimentación y Seguridad Vial, (CESVI), explica que conducir de día con la luz baja encendida reduce notablemente la posibilidad de un accidente a causa de la mala visualización de un vehículo que se acerca de frente. En el mismo informe, se detalla también que los automóviles verdes, rojos, azules y grises son mucho mas difíciles de visualizar en la ruta con luz diurna, ya que estos colores reflejan sólo entre un 5 y un 30% de la luz recibida, mientras que los vehículos de colores claros lo hacen entre un 60 y un 80%.
En nuestro país es obligatorio el uso de las luces bajas encendidas en forma permanente cuando se conduce en rutas nacionales y provinciales. Sin embargo, aún no se ha instaurado en la mayoría de los vehículos cero kilómetro el sistema de encendido automático de luces de fábrica que obligaría a los conductores a tener las luces bajas y de posición permanentemente encendidas, tal como lo establece la Ley Nacional de Tránsito y Seguridad 26.363 . Al igual que las bolsas de aire y otros sistemas de seguridad, estos dispositivos sólo lo poseen los automóviles de gamas medias y altas.
Estos sistemas pueden funcionar de dos maneras: uno se activa con un sensor crepuscular, que enciende automáticamente las luces de posición y bajas cuando hay poca o nula luz natural, el cual es desconectable. El otro sistema enciende las luces en forma automática cuando se pone la llave en contacto, y no se puede desactivar. Este último se usa en forma obligatoria en EE.UU. y algunos países europeos en las motocicletas. No está especificado en la Ley Nacional de Tránsito cual de éstos dos sistemas será el obligatorio para que las terminales automotrices equipen a los vehículos en el corto plazo.
El mal uso de las luces
Al circular por las calles, avenidas y rutas de la Argentina, es posible observar la poca importancia y el mal uso que se le da a la iluminación vehicular
Muchos conductores encienden las luces auxiliares, indicadas sólo para lugares donde es necesario observar a distancias mayores y no hay vehículos de frente, en forma combinada con las luces bajas. De la misma manera el mal uso se extiende a los faros anti niebla delanteros (indicado sólo para esa excepción climática), que encandilan a quienes vienen de frente, y también con los anti niebla traseros, que lejos de hacer visualizar mejor a los automóviles que circulan delante, confunden a quienes van detrás con las luces de freno de los automóviles.
Párrafo aparte merecen quienes no cambian las luces quemadas o directamente no poseen ni siquiera luces, que pueden provocar un grave accidente, ya que quien viene de frente puede confundir a ese automóvil con una moto en el caso de una esté quemada, o sencillamente no verlo a tiempo si no tiene ninguna en funcionamiento.
Lo mismo sucede con quienes tienen un concepto propio de lo que deberían ser las luces de freno traseras. Algunos vehículos que tienen esta "particular" disposición encienden en forma combinada e intermitente todas las luces de las ópticas traseras al momento de frenar, pareciéndose más a la iluminación de un árbol de Navidad que a las reglamentarias luces que indican que la motocicleta, el automóvil o el camión comienza a detenerse.
De la misma manera muchas motocicletas, de baja cilindrada en su mayoría, se le reemplaza la óptica delantera por una luz dicroica de iluminación hogareña de interiores, la cual no cumple de ninguna manera la función de la luz original y encandila a quien viene de frente, además de no poder hacer el cambio de luces bajas/altas.
Si bien en la Revisión Técnica Obligatoria, pautada por la Ley de Tránsito, es causal de rechazo cualquier vehículo que no cumpla con el funcionamiento de las luces especificados en la norma, la cantidad de autos, motos y camiones circulando sin luces en funcionamiento o con una disposición anárquica de las mismas es enorme.
Chalecos
La Ley 26.363 también indica que se instará a las terminales automotrices a que provean junto a otros elementos de seguridad de los vehículos vendidos, chalecos o petos de alta visibilidad para cuando el conductor tenga que descender del automóvil en lugares que estén en condiciones de baja visibilidad.
Aunque en algunas jurisdicciones es obligatorio el uso de estos chalecos para motociclistas y ciclistas, lejos se está aún de su uso masivo. Según un estudio de una consultora privada, el 30 % de los accidentes de este tipo de vehículos se evitaría con el uso de este tipo de chalecos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario