Es indudable que el feto en el útero materno recibe múltiples estímulos, especialmente en la recta final del embarazo. Y aunque será una vez nacido cuando desarrolle plenamente sus sentidos y su intelecto, ya en el útero materno el bebé puede tener sus gustos literarios particulares.
Vamos a explicar esto que no tiene que ver con bebés superdotados sino con lo que oyen nuestros bebés desde el vientre, antes de nacer, una manera más de comunicarse con el bebé durante el embarazo. Ya sea literatura o música lo que escuchen cuando aún no han nacido, estos sonidos no afectan sustancialmente a la inteligencia de los pequeños, pero sin embargo sí determinan sus preferencias.
Es decir, podemos estar marcando los futuros gustos estéticos de nuestro hijo, al menos en edades tempranas (con probabilidad en la adolescencia, esa etapa revolucionaria en el desarrollo de las personas, quede poco de estos primeros gustos).
Los psicólogos Anthony DeCasper y Melanie Spence solicitaron a mujeres embarazadas que, durante el último trimestre de embarazo, leyesen diariamente en voz alta durante tres minutos un pasaje de obras literarias diferentes.
Examinados sólo un día o dos después de nacer, los bebés que habían estado oyendo a Seuss en el útero preferían a Seuss, y los que habían oído “The King” preferían esta obra, incluso cuando era otra persona diferente a la madre quien leía las historias.
Esto demuestra que los bebés ya conocían de antemano el ritmo característico de las dos obras (por ejemplo, la de Seuss con rimas) y les gusta reconocerlas, como quien mira un rostro familiar y se conforta con él, antes que con el rostro de un desconocido.
Esto tiene relación indudable con el estudio que comentamos hace un tiempo que señalaba cómo los bebés son bilingües ya desde el útero materno porque reconocen dos lenguas diferentes a las que están expuestos.
Por tanto, nuestros futuros hijos no serán más inteligentes si les leemos historias, pero sí podemos influir ya en sus gustos literarios desde el útero materno, al menos en los primeros estadios de su vida. No es que importe demasiado, pues ya tendrá tiempo de leer lo que le guste más adelante, y lo que verdaderamente importa es que reconozca voces familiares (más que estilos o ritmos literarios) y que nos comuniquemos con él.
bebesymas.com
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