Alquilo mi vientre. Por necesidad". Un prolijo cartelito hecho en un ciber con ese texto, un número de teléfono celular y la imagen de una panza de embarazo está pegado en los postes de luz, y paredes del bulevar Illia, cerca de la Terminal de Omnibus de Córdoba.
"Laura" --es su nombre ficticio para no revelar su identidad--, la chica que pegó los cartelitos ofreciendo su vientre, tiene 32 años, vive con su hijito de 4 en una pensión de Salsipuedes, un tranquilo pueblo de las Sierras Chicas. "No quiero prostituirme. Prefiero ser una mamá canguro. Mi hijo necesita un hogar y yo hoy no se lo puedo dar. Por esa necesidad decidí pegar estos cartelitos el martes pasado a última hora, cuando nadie me veía, los pegué", le cuenta "Laura" a Clarín.
Su hijito la llevó a buscar esta salida: "En las pensiones de Córdoba no quieren darme alojamiento con mi nene. Me aceptan a mí, pero no a mi hijo. Si sos mamá ¿qué hacés con tu hijo, lo matás, le pegás un tiro y te pegás un tiro vos?. Ni loca lo abandono por una casa, por eso busqué esta salida", explicó la joven, quién agregó que "ya recibí llamados preguntándome cómo era la oferta".
El acuerdo entre una pareja y "Laura" no tiene precio fijado. "Yo quiero la posibilidad de una casa", dice la chica que se gana unos pesos como empleada doméstica. "Laura" cuenta que "si no se da lo del alquiler del vientre, voy a usurpar una casa, ya la tengo vista. Y antes que no la ocupe nadie y se venga abajo, la ocupo yo, la arreglo y la cuido", advierte.
Además de los llamados que recibió de parejas interesadas en el aviso, se comunicaron con ella funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social, quienes la citaron para el lunes que viene a las 9 de la mañana. Al parecer, le ofrecerían un subsidio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario