Cada vez más gente se anota en cursos para aprender a respirar, meditar, relajarse. Tampoco faltan los que practican yoga, siguen dietas saludables o comparten oraciones religiosas. Todas herramientas que ayudan a fortalecer el espíritu, levantar el ánimo y producir bienestar. Pero también ayudan (y mucho) en los tratamientos médicos a pacientes que sufren enfermedades graves.
Un estudio de la American Cancer Society asegura que el 60 por ciento de las personas con diagnóstico de cáncer recurren a "medicinas" complementarias, principalmente aquellas relacionadas con la fe y la espiritualidad. La investigación resalta el carácter de "acompañamiento" y no de reemplazo de los tratamientos oncológicos convencionales, y el rechazo a los métodos de medicina alternativa.
El estudio se hizo con 4.139 pacientes diagnosticados entre 10 y 24 meses atrás con diez tipos de cáncer. El 61,4 % admitió rezar y realizar prácticas espirituales. Más del 40 % dijo que recurría a técnicas de relajación y que consumía suplementos nutricionales o vitaminas.
Por el contrario, la hipnosis, la acupuntura y el biofeedback (un método de relajación que conecta cuerpo y mente) sólo fueron usados por el 1 % de los pacientes. Los autores del estudio concluyeron que, teniendo en cuenta el alto porcentaje de adherencia a estas "medicinas" complementarias, hay que profundizar las investigaciones que conectan estas ayudas extra con la mejoría de la calidad de vida de los pacientes oncológicos no sólo durante los tratamientos sino también cuando finalizan.
"Hay que aclarar que esos porcentajes no son los de Argentina, acá son más bajos, pero sería bueno que subieran porque estos complementos son muy útiles, diría que fundamentales -asegura Mario Bruno, jefe de Oncología del hospital Alvarez-. Lo que mejore el estado mental y anímico beneficia al físico porque levanta las defensas del organismo y mejora el sistema inmunológico, y está demostrado que las defensas altas ayudan a combatir la enfermedad, así como la angustia y la depresión bajan las defensas, perjudican al sistema inmunológico y hacen que la persona se enferme".
Alicia Eli, jefa de Oncología del hospital Ramos Mejía, habla de la terapia grupal: "Es muy positivo el apoyo de otros pacientes por la experiencia que transmiten. Un paciente bien posicionado ayuda al tratamiento. La salud no es sólo física, también es social y psicológica. Por eso los pacientes buscan alguna muleta: religión, yoga, meditación. Todo hace bien. Por el contrario, la obesidad, el tabaco y el sedentarismo son factores de riesgo que ayudan a desarrollar la enfermedad".
En Argentina existe desde 1993 la Fundación Apostar a la Vida, un grupo psicoterapéutico para personas con cáncer. A los grupos ya fueron 15.000 personas. Su lema: "el cáncer es curable".
La Fundación El Arte de Vivir es la organización no gubernamental conducida por voluntarios más grande del mundo. Sus programas de eliminación del estrés, yoga y meditación fueron seguidos por más de 20 millones de personas en el mundo (13.000 argentinos).
Beatriz Goyoaga, coordinadora en Argentina, asegura que el 20 % de quienes participan en los cursos tiene una enfermedad grave. "Nuestra técnica de respiración, Sudarshnkriya, fue testeada y es avalada por científicos de universidades como Harvard y Yale. Ayuda a sacar toxinas del cuerpo, acaba con el insomnio, quita los miedos. En mente sana, cuerpo sano".
Isabel Piriz, psico-oncóloga del hospital Eva Perón, dice: "Todo lo que los pacientes puedan hacer ayuda porque da bienestar extra. Los creyentes tienen ese sostén. Los grupos de pacientes ayudan porque dan fortaleza para afrontar la enfermedad. Es muy importante armarse una red de contención". "El diagnóstico de cáncer es un shock existencial. Por eso los pacientes necesitan contención médica, psicosocial y también espiritual" -explica Nancy Ferro, jefa del Servicio de Psico-oncología del Instituto Alexander Flemming-.
El yoga ayuda a relajarse y a controlar situaciones de pánico. Y en las terapias se hace relajación y visualización, que son herramientas que sirven para vencer los miedos".Sería imprudente afirmar que estas "medicinas" alternativas curan, pero sí se puede decir sin dudar que mejoran ostensiblemente la calidad de vida. No es poco.
Bienvenidas
Sergio Danishewsky
Bienvenidas todas las herramientas que ayuden a pelear contra una enfermedad que se empecina en formar parte de nuestra vida cotidiana. Bienvenidos los profesionales de la salud que supieron salir del dogmatismo para incorporar saberes nuevos. Y bienvenido el coraje de quienes escuchan la peor de las noticias y exhiben toda su valentía para pelearla.
Alivios para la mente y el cuerpo
Masajes. Ayudan a relajar completamente el cuerpo. Al igual que el yoga, son buenos para eliminar toxinas y alejar el estrés. Además de ser caricias o mimos para el cuerpo. Meditación. Es un ejercicio de concentración que permite acceder a procesos inaccesibles desde la conciencia. Alimentación. La comida saludable, los suplementos vitamínicos, las semillas y los cereales son el mejor combo.Terapia de grupo. Las reuniones con psicólogos y pacientes recuperados contienen a las personas tanto anímica como psicológicamente.Fe. Las creencias religiosas, cualquiera sea su orientación, ayudan al espíritu. Son frecuentes las reuniones de oración. O las cadenas de rezos de hermandad.
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