Las finanzas no siempre se aprenden en un claustro académico. La República de China acaba de lanzar su programa Work Shangai, destinado a estudiantes o graduados de carreras afines al mundo financiero (como Economía o Administración de Empresas, por ejemplo), que, sostienen los entendidos, permite conseguir mejores trabajos, incluso si se ha realizado un master en Finanzas o en Dirección de Empresas. En rigor, se buscan personas que quieran vivir la cultura de Asia y adquirir una experiencia profesional durante tres o seis meses en la mayor economía emergente del mundo.
Si bien no es necesario hablar chino, sí es condición indispensable contar con un buen nivel de inglés, tanto en forma oral como escrita. Los trabajos se concentran tanto en empresas extranjeras como locales, situadas tanto en Shanghai como en Beijing y registradas en cualquier cámara de comercio internacional.
La mayoría de las empresas son pequeñas o medianas, dado que ofrecen mejores oportunidades para aprender una mayor cantidad de tareas. También se ofrecen posiciones en multinacionales publicadas en el ranking Fortune 500, ya que hoy Shanghai es el epicentro de la actividad económica de China y la más cosmopolita de sus ciudades, al punto que representa un lugar ideal para explorar la dinámica empresarial.
Los participantes van a trabajar en un ambiente internacional con gran predominio de la cultura laboral china, explica Verónica Ferreyra, managing director de la consultora Interlatina.org, encargada de reclutar a los interesados.
Uno de los requisitos es tener una mentalidad abierta para conocer una cultura muy diferente y ser muy independiente. Por otra parte, es importante presentar la solicitud por lo menos tres meses antes de la fecha deseada de viaje, para poder encontrar el trabajo ideal, sugiere Ferreyra.
Y señala que el alojamiento es en casas con otros expatriados, de modo de no sentirse tan extraño en un lugar tan lejano. Allí se comparte la vida con estadounidenses y europeos.
Como muchos de ellos tienen su empresa y quieren hacer negocios con China, entonces se quedan tres meses en Shangai para hacer una pasantía en alguna institución financiera para aprender el idioma in situ, tratar de entender su cultura y hacer contactos con potenciales clientes, ya que ser aceptado como cliente es un proceso que implica su tiempo.
Recién una vez que dieron todos estos pasos, se montan su consultoría financiera en China, así están mucho más preparados. A pesar de la globalización, China aún privilegia la relación de negocios de manera personal, explica la ejecutiva de Interlatina.org. En su visita a Beijing, ella se sorprendió que, en el ex país comunista, hasta la guía de turismo que la llevó a conocer la famosa Muralla China tuviera inversiones en bolsa.
Acá todos invertimos en la bolsa. Yo empecé hace cuatro años con u$s 2.000 y ya logré quintuplicar mi inversión, le contó la guía en plena Ciudad Prohibida, lugar de residencia de los emperadores chinos.
Si bien no es necesario hablar chino, sí es condición indispensable contar con un buen nivel de inglés, tanto en forma oral como escrita. Los trabajos se concentran tanto en empresas extranjeras como locales, situadas tanto en Shanghai como en Beijing y registradas en cualquier cámara de comercio internacional.
La mayoría de las empresas son pequeñas o medianas, dado que ofrecen mejores oportunidades para aprender una mayor cantidad de tareas. También se ofrecen posiciones en multinacionales publicadas en el ranking Fortune 500, ya que hoy Shanghai es el epicentro de la actividad económica de China y la más cosmopolita de sus ciudades, al punto que representa un lugar ideal para explorar la dinámica empresarial.
Los participantes van a trabajar en un ambiente internacional con gran predominio de la cultura laboral china, explica Verónica Ferreyra, managing director de la consultora Interlatina.org, encargada de reclutar a los interesados.
Uno de los requisitos es tener una mentalidad abierta para conocer una cultura muy diferente y ser muy independiente. Por otra parte, es importante presentar la solicitud por lo menos tres meses antes de la fecha deseada de viaje, para poder encontrar el trabajo ideal, sugiere Ferreyra.
Y señala que el alojamiento es en casas con otros expatriados, de modo de no sentirse tan extraño en un lugar tan lejano. Allí se comparte la vida con estadounidenses y europeos.
Como muchos de ellos tienen su empresa y quieren hacer negocios con China, entonces se quedan tres meses en Shangai para hacer una pasantía en alguna institución financiera para aprender el idioma in situ, tratar de entender su cultura y hacer contactos con potenciales clientes, ya que ser aceptado como cliente es un proceso que implica su tiempo.
Recién una vez que dieron todos estos pasos, se montan su consultoría financiera en China, así están mucho más preparados. A pesar de la globalización, China aún privilegia la relación de negocios de manera personal, explica la ejecutiva de Interlatina.org. En su visita a Beijing, ella se sorprendió que, en el ex país comunista, hasta la guía de turismo que la llevó a conocer la famosa Muralla China tuviera inversiones en bolsa.
Acá todos invertimos en la bolsa. Yo empecé hace cuatro años con u$s 2.000 y ya logré quintuplicar mi inversión, le contó la guía en plena Ciudad Prohibida, lugar de residencia de los emperadores chinos.
elcronista.com
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