Pese a que Benedicto XVI lleva consigo desde los años 70 una credencial que asegura que es donante de órganos y hasta calificó la práctica como “un acto de amor”, su secretario personal aclaró que esa voluntad “se volvió inválida cuando el cardenal Ratzinger fue elegido Papa” El Papa Benedicto XVI es un firme defensor de las donaciones de órganos, pero las partes de su cuerpo no pueden ser cedidas para salvar vidas una vez muera, según el Vaticano.
Un médico de Alemania dio el dato de que el Papa tenía una tarjeta que le acreditaba como donante de órganos de una asociación médica para defender esa práctica.
El Vaticano le pidió que deje de hacerlo, pero no lo hizo. Para arreglar la cuestión, el secretario del Papa, monseñor Georg Gaenswein, envió una carta al médico y la misiva fue recogida en el programa en alemán de Radio Vaticano.
“Es verdad que el Papa tiene una tarjeta de donante de órganos, pero (…) la tarjeta emitida en los años 70 se volvió inválida cuando el cardenal Ratzinger fue elegido Papa”, dijo Radio Vaticano leyendo una parte de la carta.
En 1999, seis años antes de que fuera elegido pontífice, el entonces cardenal Joseph Ratzinger desveló que siempre llevaba la tarjeta de donante y animó la práctica como “un acto de amor”.
Funcionarios del Vaticano dicen que una vez que el Papa muera, su cuerpo pertenece a la Iglesia y debe ser enterrado intacto. Además, si los órganos papales fueran donados, se convertirían en reliquias dentro de otros cuerpos si eventualmente fuera declarado santo.
Fuente: Reuters
infobae.com
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