
La pareja, residente en Nebraska, maniató con una potente cinta de color verde al niño, de 22 meses, contra una pared en su domicilio y posteriormente tomó fotografías que la madre subió a su página en la red social MySpace. Antes de ello, para asegurarse de que no se escapara, le pegó los pies con pegamento.
Uno de sus amigos vio las instantáneas y comunicó el suceso a las autoridades.
Hamm fue condenada a pasar al menos 10 días en prisión y dos años en libertad condicional, mientras que Honea, que fue quien puso la cinta adhesiva al niño, pasará entre 36 y 60 meses encarcelado por un delito de abuso de menores.
El incidente tuvo lugar en enero después de que los jóvenes regresaran a casa "colocados", según la policía, tras una noche de fiesta, y decidieran pegar al niño en la pared para divertirse mientras el pequeño lloraba inmovilizado.
El niño ha sido puesto bajo custodia de las autoridades del Estado.
elmundo.es
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