![](http://1.bp.blogspot.com/_15olv_SfBvE/Sp0_kkxzKXI/AAAAAAAAGQY/YuhPaV9_Pa4/s400/1.jpg)
criticadigital.com
.......espacio para que todo pueda ser hablado ....... ...PROGRAMA RADIAL SOBRE CONDUCTAS HUMANAS... .................Viernes 21:05 hs/9:05 pm ...............
MADRID.- Un insulto por tener unos kilos de más, un mote ofensivo por llevar gafas, o difundir rumores maliciosos son sólo algunos de los agravios que sufren las víctimas de 'bullying' o acoso escolar. Un 47% de los niños afirma padecerlo a menudo, y un 37% haberlo practicado contra otras personas.
Son datos que aparecen en un estudio neozelandés publicado en 'Journal of Adolescence', donde se detallan las formas más comunes de acoso. Así, en un 29% de los casos se ridiculiza el nombre de pila o se hace burla de ello, la propagación de falsos rumores es la segunda manera más común. En tercer lugar, la exclusión, y en cuarto el maltrato psicológico, algo que se da sobre todo en chicos. Además, el envío de mensajes a través de móvil ofensivos e intimidantes es cada vez mayor.
El trabajo se ha realizado con 1.169 estudiantes en 20 de las 27 escuelas de secundaria de la región de Otago, en Nueva Zelanda. Otro de los datos que arroja el estudio es que los chicos suelen sufrir más acoso que las chicas. Un 50% de ellos afirma haberse sentido intimidado o agredido a veces o a menudo durante el último año escolar. El porcentaje es algo más bajo en ellas, con un 45%.
A pesar de que en estudios anteriores se afirmaba que las secuelas eran más severas, este nuevo trabajo revela que las víctimas que sufren 'bullying' electrónico -aquel que se practica a través de Internet o mediante los mensajes de móvil- sufren las mismas consecuencias que aquellas que soportan el acoso "tradicional".
En cuanto al perfil de la víctima, según cuenta la psicóloga María Luisa Pérez Caballero, se puede hablar de dos tipos: activa y pasiva. Tienen en común que viven una situación social de aislamiento y se encuentran en una posición de inferioridad respecto de sus acosadores.
La víctima activa (aquella que reacciona y se subleva ante el abuso), además, sufre problemas de concentración, tiene una tendencia excesiva e impulsiva a actuar, una marcada impopularidad dentro del grupo y tendencia a reaccionar con conductas irritantes sin importarle el lugar donde se encuentre.
Todo lo contrario le sucede a las víctimas pasivas, que se sienten indefensas, tienen una baja autoestima, ansiedad, inseguridad, dificultad de comunicación, y una vulnerabilidad que les provoca temor ante la violencia.
Los jóvenes que realizan 'bullying' a sus compañeros suelen tender a abusar de la fuerza, acusan falta de empatía y dificultad para ponerse en la piel del otro, identifican el modelo social basado en el dominio y la sumisión y buscan el protagonismo humillando e imponiendo su autoridad a otros niños. Además, son impulsivos, no toleran la frustración, tienen escasas habilidades sociales, no respetan las normas y tienen una relación especialmente difícil con los padres o profesores, que representan para ellos la autoridad.
Todo ello, según apunta Pérez Caballero, desemboca en unas consecuencias que acaban repercutiendo de manera notable en la víctima: una perdida de confianza tanto en sí mismo como en los demás y un rechazo al contexto en el que se sufre la violencia (generalmente los centros educativos, con lo que también se perjudica el rendimiento académico del alumno). Todo ello puede desembocar en conductas destructivas.
El 'bullying' es un proceso que se caracteriza por no ser un acontecimiento aislado, sino que se repite y prolonga en el tiempo (en el estudio de 'Journal of Adolescence' todas las víctimas afirman haberlo sufrido frecuentemente o a veces, nunca como algo excepcional). Suele mantenerse debido a la pasividad e ignorancia de las personas que rodean al agresor y la víctima.
Algunas de las medidas a tomar para disminuir en lo posible este fenómeno pasan por fomentar, tanto en casa como en la escuela, unos modelos de comportamiento entre iguales basados en la tolerancia y el respeto; y establecer unos modelos sociales positivos y solidarios.
elmundo.es
MADRID.- Dicen que una imagen vale más que mil palabras, que la cara es el reflejo del alma, incluso que hay miradas que matan. Puede ser que, viendo sólo el rostro de su interlocutor usted sea capaz de adivinar su estado de ánimo, su opinión ante ciertos temas o su nivel de interés ante la conversación. O no, depende de su procedencia.
Según un estudio publicado en la revista 'Current Biology', las expresiones faciales también pueden ser una barrera cultural, ya que los occidentales y los asiáticos no se fijan en los mismos rasgos de la cara para interpretar las expresiones faciales.
El trabajo, dirigido por Rachel Jack, de la Universidad de Glasgow (en Escocia), se ha realizado con 13 personas de raza blanca y otras 13 del este asiático. Todas ellas observaron diversas fotos de rostros a las que tenían que agrupar en diversas categorías: felicidad, tristeza, sorpresa, temor, disgusto, enfado y neutralidad. La división se debía realizar en función de la combinación de músculos faciales asociados a cada emoción.
Los autores llegaron a diversas conclusiones. Mientras que los occidentales se fijan por igual en los ojos y la boca, los orientales sólo prestan atención a la mirada, desatendiendo otros rasgos faciales. Por tanto, según la doctora Jack, como los asiáticos se fijan principalmente en la mirada, algunas expresiones que se forman en la zona de los ojos pueden confundirles (como el miedo o el disgusto).
Como consecuencia, los nipones pueden caer en más errores y malentendidos, puesto que ante un rostro mínimamente ambiguo suelen confundirse en gran parte de las ocasiones.
Un ejemplo muy ilustrativo de esta diferencia se puede observar en los emoticonos utilizados en Internet para manifestar emociones. Mientras que los occidentales inciden más en la boca utilizando ;- ) y ;- ( para mostrar felicidad y tristeza, respectivamente; los asiáticos utilizan sobre todo los ojos. Así, utilizan los símbolos ^.^ y ;_; para expresar felicidad y tristeza.
Así pues, los investigadores defienden que los gestos faciales, al igual que los idiomas o los signos, no son universales, pues dependen de la percepción que tenga cada persona en función de su raza y lugar de nacimiento.
Por eso, no se tome a mal que un japonés, por ejemplo, pueda malinterpretar alguna de sus expresiones cuando mantengan una conversación. Es una simple cuestión cultural.
elmundo.es
MADRID.- Los expertos dudan cuando tienen que decidir sobre la alimentación de los recién nacidos con muy bajo peso, por debajo de los 1.500 gramos. Cuando ya se ha ido el niño del hospital, hay que elegir entre favorecer el desarrollo somático y mineral del esqueleto con una alimentación agresiva precoz, o las ventajas de una prevención del riesgo cardiovascular o diabético en la vida adulta de los niños con una nutrición menos intensiva.
Un trabajo de investigación publicado en la revista 'PLoS Medicine' puede ayudar en este dilema. Especialistas finlandeses han estudiado la densidad mineral osea de un grupo de 144 adultos jóvenes ( entre 18 y 27 años ) que habían nacido entre 1978 y 1985 con muy bajo peso y una media de 29 semanas de embarazo (cuando lo normal son de 38 a 42).
El estudio se realizó en el área de Helsinki, Finlandia, comparándose los resultados con otro conjunto de individuos nacidos con un peso adecuado y una edad gestacional a término. Los prematuros incluidos en el trabajo oscilaron de 600 a 1.500 gramos, frente al intervalo del grupo de control, de 2.500 a 4.900 gramos.
Los autores llegaron a la conclusión de que "los adultos jóvenes nacidos con muy bajo peso tenían significativamente una densidad mineral ósea más baja, con un riesgo incrementado de presentar osteoporosis y fracturas", de manera que es importante para estos prematuros "la promoción de una adecuada nutrición con suficiente calcio y vitamina D, además del incremento del ejercicio intenso".
El doctor Carlos Rodrigo, jefe del servicio de Pediatría del Hospital badalonés Germans Trias i Pujol comenta que "del estudio se deduce que estos niños van a tener un riesgo a lo largo de su vida, por lo que habría que hacer un esfuerzo para que tomen la cantidad de calcio y vitamina D adecuada y que hagan ejercicio", de manera que haciendo "estos esfuerzos simples durante toda la infancia y la adolescencia mejoraría la situación en la etapa adulta".
Si bien la densitometría ósea mostró diferencias en todo el cuerpo, los médicos hacen referencia en su investigación "a las diferencias claras en la zona lumbar de la columna y en el cuello del fémur". El compromiso del desarrollo óseo durante la niñez "debería incidir en la prevención de la osteoporosis", comentan, ya que "esta patología es una preocupación de salud pública en el mundo occidental. La masa del hueso aumenta con la edad, de manera que al menos el 90% del total de la masa se adquiere hasta los 18 años, comenzando la pérdida entre los 35-45 años".
Los individuos que nacen antes de tiempo "son privados de los efectos positivos sobre el esqueleto del último trimestre del embarazo", explican los investigadores. Lo cierto es que el feto triplica su peso entre la 24 y 36 semana de gestación al realizarse el depósito de la mayoría de nutrientes en esos últimos meses. Y el mayor depósito de calcio y hierro se produce en el último trimestre de la gestación.
Estos datos subrayan la importancia del desarrollo en la niñez y durante la pubertad, ya que como comenta el pediatra Rodrigo, que también es profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona "cuando se llega al máximo momento de densidad osea en la edad adulta, se ha perdido la oportunidad de haber hecho un esfuerzo a lo largo de toda la infancia y la adolescencia; del estudio se ve que los recién nacidos de muy bajo peso parten con una deficiencia que se mantiene y no se compensa con la vida normal". La solución: ejercicio, calcio y vitamina D.
MADRID.- Ese gesto tan cotidiano de servirse un vaso de leche por la mañana tiene en realidad una enorme carga evolutiva y genética detrás. Apenas hace 7.500 años que el ser humano adulto desarrolló un cambio genético que le permitió digerir este alimento más allá de su infancia; y según se desprende de una nueva investigación al respecto, esta 'mutación positiva' no se originó en el norte de Europa como siempre se ha dicho, sino un poco más al sur, en los Balcanes.
La habilidad para digerir la leche no es universal; de hecho, más de tres cuartas partes de los adultos del planeta no produce la enzima lactasa que permite asimilar el principal azúcar lácteo (la lactosa). Por ejemplo, se calcula que más del 90% de la población asiática no tolera la lactosa, como tampoco lo hace el 75% de los afroamericanos; una situación también habitual en países tropicales y subtropicales. Sin embargo, entre los individuos de ancestros europeos este porcentaje es mucho menor y la mayoría de la población sigue produciendo la enzima a lo largo de su vida adulta debido a una mutación del gen de la lactasa que asegura su persistencia.
Esa diferencia genética que nos permite a los europeos beber leche después de la infancia (denominada persistencia de la lactasa) procede del Neolítico, coincidiendo con la aparición de las primeras sociedades ganaderas. Según un nuevo trabajo sobre esta debatida cuestión, que ahora publica la revista 'PLoS Computational Biology', el cambio genético que permitió a los primeros europeos empezar a beber la leche sin enfermar data aproximadamente de hace 7.500 años, en una región que ahora ocupa el noroeste de Hungría y el suroeste de Eslovaquia.
Hasta ahora se consideraba que esa alteración se produjo más al norte, por una pura presión natural debida a la falta de sol. Como en los países nórdicos no reciben suficiente luz solar, la principal fuente natural de vitamina D (necesaria para absorber el calcio), tuvieron que compensar esa carencia con otra fuente de calcio, como los lácteos.
Sin embargo, el modelo computacional desarrollado por el equipo de Mark Thomas, del University College de Londres (Reino Unido), señala que el motor de esta selección genética no fue tanto el déficit de vitamina D, como la necesidad de digerir un alimento muy frecuentemente accesible en las primeras comunidades ganaderas (que habían dejado de ser recolectoras ocasionales para establecerse en asentamientos sedentarios). Para su modelo matemático, los investigadores combinaron elementos genéticos (la frecuencia de la mutación del gen de la lactasa), como arqueológicos (restos de vajillas) y sobre las prácticas de agricultura y ganadería del Neolítico.
Como aclara Thomas a elmundo.es el cambio genético asociado a la persistencia a la lactasa "surgió coincidiendo con la extensión de la cultura de la cerámica de bandas [en alemán, Linearbandkeramik], en el centro y no el norte de Europa, pese a que la tolerancia a la lactosa es superior en los países nórdicos". La leche se convirtió para ellos en un alimento relativamente constante, rico en proteínas y menos contaminado que las fuentes de agua y por pura selección natural su organismo siguió fabricando lactasa para poder digerirla.
Respecto a España, este investigador explica que la tasa de tolerancia a los lácteos en nuestro país es inferior a nuestros vecinos del norte, pero más elevada de lo que nos correspondería por ser un país mediterráneo (según sus cifras aquí ronda el 66%, aunque otras fuentes hablan de alrededor de un 85%). "Sospecho que esto se debe a la llegada a la Península Ibérica de culturas procedentes de Centroeuropa, cuyas economías estaban basadas en la ganadería", añade.
A partir de nuestro continente, añade el investigador británico, la persistencia a la lactasa (la posibilidad de beber leche) evolucionó más tarde y de manera independiente en los países africanos y de Oriente próximo. "Lo interesante sobre ambas regiones, donde muchos sí toleran los lácteos, es que se ha visto una estrecha relación con las prácticas ganaderas, por lo que grupos vecinos pueden tener tasas radicalmente diferentes entre sí". Eso explicaría, por ejemplo, que menos del 1% de la población adulta pueda beber leche en Zambia, pero esta cifra crezca hasta el 40% en la vecina Tanzania. "Al fin y al cabo, es poco probable que esta mutación ofrezca ninguna ventaja si no hay leche fresca disponible".
elmundo.es
Una señora mayor va a acostarse. Entra en su habitación, se sienta en la cama, se quita sus zapatillas y apaga la luz. De repente, antes de acabar de meterse en la cama, salta una pequeña alarma y un dispositivo móvil le recuerda que no se ha tomado las pastillas.
Así funciona el nuevo sistema inteligente desarrollado por investigadores del Departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Granada (UGR). "Se trata de un prototipo que, de forma no intrusiva, facilita el control de la actividad realizada por las personas con necesidades especiales y aumenta su independencia", explica a Sinc María Ros Izquierdo, de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la UGR y coautora de un estudio que este mes publica la revista 'Expert Systems with Applications'.
El sistema reconoce las acciones cotidianas de los usuarios mediante etiquetas RFID (Radio Frequency IDentification: Identificación por Radiofrecuencia). Estas etiquetas se colocan discretamente en los objetos que los individuos tocan más a menudo, de tal forma que cuando lo hacen se envía una señal a un ordenador o dispositivo móvil situado en la propia vivienda o en un centro de asistencia a distancia.
Las actividades de las personas se valoran con técnicas de Inteligencia Artificial (minería de datos y gramáticas formales), para relacionar acciones como recordar coger las llaves o el móvil antes de salir de casa. "No es necesario utilizar cámaras ni micrófonos, y los dispositivos que se usan no presentan ninguna complicación tecnológica para el usuario, ni modifican su rutina diaria", aclara Ros.
Para evaluar el sistema los científicos han diseñado un Tagged World, un espacio inteligente que simula las habitaciones de un hogar, con sensores embebidos en el ambiente que ayudan a reconocer el comportamiento de sus ocupantes. Los investigadores hicieron un seguimiento de cada usuario para obtener una base de datos individualizada. Después comprobaron con un test la fiabilidad del sistema y el grado de intrusión que sentían los participantes.
"El sistema no modifica la vida de los usuarios, pero sí positivamente la de sus cuidadores", señala Ros, quien recuerda que las personas mayores o con necesidades especiales a menudo rechazan la ayuda de otros y demandan más independencia. El nuevo sistema puede ayudar a alcanzar ese objetivo.
elmundo.es
La ONU ha soliciatado a los países de la región de Asia-Pacífico más colaboración para combatir las bandas del crimen organizado trasnacional, que se han vuelto "más violentas y despiadadas que nunca". Algunas como las sociedades secretas china o los yakuza japoneses se aprovechan de la globalización para expandir sus negocios ilícitos más allá de las fronteras nacionales.
Un reciente estudio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) hace un recuento de los principales grupos mafiosos de cada país.
"Las fronteras condicionan sobremanera las políticas de los Gobiernos, pero son irrelevantes para el crimen organizado trasnacional", señaló el responsable de la ONUDD para Asia Oriental y Pacífico, Gary Lewis, durante la presentación del informe, en Bangkok.
"China cuenta con un millón de sociedades secretas, de las que 4.200 son de naturaleza criminal y más de sesenta operan más allá de sus fronteras", asegura el documento.
Los grupos delictivos camboyanos centran sus actividades en el narcotráfico y la trata de blancas con la vecina Tailandia, que también provee su mercado negro de heroína y meta-anfetaminas introducidas por la guerrilla del Ejército Wa desde Birmania.
La criminalidad organizada en Malasia está dominada por la piratería en el estrecho de Malacca, aunque el tráfico de mujeres y drogas va ganando terreno.
Unos 249 grupos organizados operan en Filipinas, muchos de los cuales se dedican a la trata de blancas, pues más de 100.000 mujeres salen del archipiélago al año para ejercer la prostitución en el extranjero.
Unos 80.000 miembros del yakuza o crimen organizado japonés generan unos ingresos anuales de 50.000 millones de dólares; mientras que la Policía surcoreana detuvo a entre 2.000 y 3.500 mafiosos entre 1999 y 2005. El informe asegura que existen 370 organizaciones criminales en Nueva Zelanda y que el Gobierno de Australia gasta 10.000 millones de dólares anuales para combatir a sus grupos delictivos.
El profesor de la Universidad de Queensland (Australia) y autor del informe, Andreas Schloenhardt, asegura que la mejor respuesta ante el fenómeno es la adhesión e implementación de la Convención de Palermo, que busca "penalizar la mera asociación con un grupo criminal".
Aunque la norma ha sido ratificada por 147 países, por el momento sólo Estados Unidos, Australia, Singapur, Malasia, Brunei, Canada, Nueva Zelanda, China y Filipinas han estipulado penas concretas para los miembros de organizaciones criminales.
Indonesia, Camboya, Tailandia, Laos, Vietnam y otras naciones del Pacífico no cuentan con legislación al respecto.
elmundo.es
Miren atentamente esta foto. Podría ser un frutero jordano, un taxista iraquí o el sempiterno desempleado fumador de shisha de cualquier calle egipcia. Podría ser uno de esos eternos refugiados palestinos, un pastor beduino o incluso, si me apuran, un vociferante vendedor del zoco sirio. Pero no se dejen engañar por la dishdasha (túnica) y la kefiya (pañuelo) que le oculta el cráneo, por su curtida piel morena ni su bigote a lo 'muhabarat'. Agárrense: este hombre es un ídolo de masas en Siria y amenaza con expandir su fama al mundo entero.
El nombre de esta 'leyenda musical', como algunos optimistas le definen en su país natal, es Omar Suleiman y su popularidad se debe a unos peculiares ritmos que oscilan entre los distintos folclores locales y la música electrónica, muy apreciados por los más jóvenes y menos refinados habitantes de la región.
Originario de Hassake, al noroeste de Siria, Omar Suleiman se dio a conocer en 1994, cuando fundó una banda con varios amigos que aún le acompañan y se dedicó a amenizar bodas y fiestas familiares en su región natal, situada cerca de la frontera iraquí. Su frescura, su capacidad para interactuar con el público y lo contagioso de sus temas avivaron el boca a boca, y su presencia y su música comenzaron a ser requeridas en otras ciudades sirias hasta que se consagró como el rey de los cassettes -ha grabado más de 500, tanto directos como en estudio- del país y uno de los rostros más prometedores del escenario árabe.
Su secreto radica en la fusión de ritmos. Mientras sus músicos mezclan los suaves tonos de instrumentos tradicionales como el laúd con los del teclado electrónico, Suleiman funde los ritmos locales más populares, desde el dabke sirio/libanés hasta el choubi iraquí además de notas kurdas, turcas y árabes. Sus canciones suelen contener improvisaciones que las hacen únicas y que Omar aprovecha para dedicárselas a su audiencia, aumentando así la entrega de ésta.
Este es el tipo de música que altera los nervios en los atascos, cuando los jóvenes matan el tiempo compartiendo su música con el resto de conductores poniendo sus maltrechas radios a todo volumen. Omar Suleiman se está consagrando como el rey de la pachanga para lo bueno y para lo malo, y eso implica que su fama no pare de extenderse. En Emiratos Árabes, Arabia Saudí y el Líbano ya se requiere la presencia del ídolo del folk pop –el último concierto en el país del Cedro tuvo lugar hace un par de semanas en Beirut- y se trata sólo de un paso en el tránsito internacional de este 'Manolo Escobar' sirio que comenzó en 2006, cuando la discográfica alternativa norteamericana Sublime Frequencies firmó un contrato con él para exportar su música a Occidente.
A Suleiman le encontraron casi por casualidad, cuando un colaborador habitual de esta compañía viajó a Siria en 1997. Cuentan que el ritmo machacón de los taxis le terminó cautivando, y que allá por donde preguntaba por ese tipo de música le terminaban mostrando un cassette de Suleiman. Compró todos los que pudo y los estudió hasta que en el sello discográfico decidieron dedicarle una antología para dar a conocer su estilo. Finalmente, el sufrido colaborador de Sublime, Mark Gergis, regresó a Siria en 2006 y tras no pocas aventuras logró encontrarse con Suleiman, quien aceptó encantado la idea de 'conquistar' Occidente.
Gracias a esta colaboración, Sublime Frequencies ya ha editado Highway to Hassake –una recopilación de 12 años de éxitos en Siria- y Dabke 2020, dos álbumes que están ayudando a difundir los ritmos más populares de Siria. En España, el rostro de Omar Suleiman ha comenzado a ser familiar gracias a la última edición del Festival Internacional de Música Avanzada de Barcelona, que promociona la música electrónica desde 1994. El pasado junio, el sirio llevó sus ritmos electrónicos al Sónar, como dieron cuenta los compañeros de elmundo.es que cubrieron el evento, en el contexto de una gira europea que seguramente le sorprendió a él tanto como a sus espectadores.
elmundo.es
"Con la libertad, las flores, los libros y la Luna, ¿quién no sería perfectamente feliz?"
Oscar Wilde
Escritor irlandes (1854-1900)
"La felicidad consiste en hacer el bien".
Aristóteles
filosofo griego (384 AC-322 AC.)
"Feliz es aquel que siendo rey o campesino, encuentra paz en su hogar".
Johann Wolfgang Goethe
poeta aleman (1749-1832)
"Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras
aguardan la gran
felicidad".
Pearl S. Buck
ESCRITORA estadounidense (1892-1973)
"El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace".
León Tolstoi
escritor ruso (1828-1910)
"La felicidad para mí consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia."
Françoise Sagan
Escritora francesa (1935-2004)
"La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro".
Víctor Frankl
psiquiatra austriaco (1905-1997)
clarin.com
Todo lo ha hecho on line, gratis y sin necesidad de descargar nada en su terminal (Spotify sólo requiere bajar el buscador). Da igual dónde esté: en el trabajo, en casa o en un hotel. Sólo necesita una conexión: en la Web se ejecuta y en la Web se queda.
Quizá sin saberlo, el usuario está moviéndose en la nube, que es como ya se conoce al territorio virtual formado por todo aquel software y aplicaciones que funcionan desde fuera de la computadora, ya sea fijo, portátil o un teléfono móvil. Están alojados en servidores ubicados en algún lugar indeterminado, pero son accesibles desde todas partes. El terminal se convierte así en un simple medio para enchufarse a esa nube de computación.
Gracias en parte a la difusión de un mayor ancho de banda y mejores conexiones inalámbricas (wi-fi), la nube es el ámbito en el que se desarrolla la mayoría de las actividades cotidianas ante una pantalla. De hecho, el 69% de los usuarios de Internet ha almacenado información en la Red o ha empleado alguna aplicación de software on line, según un estudio de 2008 del Pew Internet & American Life Project.
Algunos expertos vaticinan un futuro en el que prácticamente todos nuestros objetos personales (fotografías, videos) y culturales (películas, discos...) estarán en la nube, es decir, en un entramado de servidores cuya ubicación ignoramos. Así, en teoría, nuestras pertenencias digitales estarán disponibles en todo momento a través de cualquier dispositivo con acceso a la Red. La contrapartida, según alertan otros, es la dependencia de la conectividad, el riesgo de perder privacidad y la incógnita sobre cómo este fenómeno puede modificar el consumo cultural.
El éxito de la nube radica en la facilidad y comodidad para manejar sus servicios. " Los creadores de aplicaciones on line compiten para hacer sus programas divertidos y fáciles de usar", dice el experto en tecnologías de la información Nicholas G. Carr, autor del ensayo The Big Switch, en el que pronostica que el impacto de la migración de la tecnología a la nube será similar a la llegada del suministro eléctrico. "Las aplicaciones empresariales tradicionales, en cambio, tienden a ser diseñadas para realizar con eficacia un tipo de tarea determinado, sin considerar la facilidad de uso. Además, está abierto en Internet sin las restricciones de las redes y los sistemas de las compañías."
La "computación en nube" (cloud computing) es un término que originalmente aludía sólo al modo de coordinar varios ordenadores para mejorar la eficacia de su capacidad de computación, según recuerda David de Ugarte, economista y cofundador de la consultora de nuevas tecnologías Sociedad de las Indias Electrónicas. Ahora su sentido se ha ampliado y se aplica también al modo de gestionar la información digital impulsada por los usuarios, un nuevo entorno que ha acentuado los cambios nacidos con la digitalización. "Los contenidos dejan de ser tangibles en un soporte físico y se consumen directamente on line", señala Fernando Garrido, especialista en sociología del Observatorio para la Cibersociedad. "Las nuevas pantallas (móvil, portátil...) abren un universo de momentos de consumo. El cambio es radical."
Y ya está transformando los hábitos de visionado, escucha y lectura, advierte Carr. "La Red está diseñada para estimular el consumo rápido de pequeñas piezas de información, y nosotros amoldamos nuestros hábitos a la Web. Libros, discos y videos se fragmentan en porciones."
Algunos ejemplos. El visionado de series y películas en streaming (sin necesidad de descargarlos en el disco rígido) aumenta rápidamente frente a las descargas P2P (par a par). Casi la mitad de los internautas españoles, el 47,8%, utilizó esta fórmula (en sitios como Seriesyonkis) para ver películas y series en el último año, frente al 37,3% que las descarga mediante programas de intercambio de archivos, según el informe eEspaña 2009, de la Fundación Orange. En la música, sin embargo, siguen por delante las descargas, con un 42%, frente al 38,5% que escuchó música directamente en línea.
Respecto del libro hay división. Unos apuestan por el triunfo amplio del formato electrónico y otros por la coexistencia. "Lleva con nosotros 500 años. En torno a él hemos construido nuestra sociedad y nuestra forma de pensar -sostiene Garrido-. Es difícil que un eBook lo sustituya; puede reubicarlo." Y es probable que cada uno se especialice: el formato digital para los textos académicos, los documentos, y el tradicional para la literatura y el entretenimiento.
Surge en conjunto un nuevo tipo de consumo cultural abundante, fragmentario y, sobre todo, inmediato. Se acaba la escasez y se quiebra el vínculo con el soporte físico. Es un cambio de paradigma: "Los dispositivos pasan de ser elemento central a ser medio para el acceso", subraya el psicólogo Roberto Balaguer, especializado en el impacto social de las tecnologías de la información. "Pasan de funcionar como continentes a actuar como enganches en la nube, donde suceden las cosas y donde habitan los jóvenes."
Un nuevo entorno que el jefe de arquitectura de software de Microsoft, Ray Ozzie, ha definido así en The Economist: "[el cloud hará posible] un medio en el que todos tus dispositivos se unirán, gestionados a través de la Web como un todo". En esa dirección va el inminente proyecto de Google: Google Wave, un ambicioso servicio que aunará e-mail, chat, wiki, procesadores de textos, mapas, videos y fotografías, además de red social, y permitirá trabajar en grupo.
"El problema es que así Google puede convertirse en una Internet alternativa, y el usuario, en casi un empleado", alerta Ugarte, que considera el Wave como "la gran trampa de ratones de nuestra intimidad". Que toda la información personal y las creaciones propias (textuales, fotográficas, etc.) estén alojadas en un espacio virtual fuera del control del usuario plantea dudas importantes, según algunos expertos. Las primeras atañen a la conectividad (sin conexión no sirve) y a la privacidad. A diferencia del soporte material, "los productos en la nube identifican perfectamente a sus usuarios, frecuencia de consulta, etcétera", advierte José Antonio Millán, ensayista y autor de Manual de urbanidad y buenas maneras en la Red. "Estos datos, sometidos a cláusulas de privacidad engorrosas o cambiantes, pueden tener una fácil explotación, en el mejor de los casos sólo publicitaria."
Una alerta con la que coincide Ugarte. "La cuestión es determinar quién tiene la soberanía de los datos. Si uso la nube de Google, ésta controla también mis datos." Así, añade, puede rastrear todo lo que el usuario guarda en sus aplicaciones y cruzarlo con sus consultas e incluso con su historial crediticio. "Puede usarlos, por ejemplo, para colocarte anuncios en tu cuenta de Gmail según tu capacidad adquisitiva."
Se trata de una desprotección a la que son principalmente vulnerables los jóvenes, los nativos digitales, que han crecido casi acunados en la Red. "Los jóvenes ya no se conectan a Internet y ya no lo viven como algo ajeno o separado del mundo físico", sostiene Garrido, del Observatorio para la Cibersociedad. "Ellos están en Internet, en su nube, de forma permanente." Por eso, precisamente -continúa-, su sentido de la privacidad se ha transformado radicalmente. "No identifican el valor de mantener determinada información en privado." Más de la mitad de los jóvenes de entre 15 y 25 años han compartido datos personales con desconocidos a través de la Red, según un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos.
La otra gran duda se refiere a la propiedad de las creaciones del usuario, ya sean wikis, textos en Google Docs, fotografías en Picasa o videos grabados con el móvil y subidos a Qik. "El usuario puede encontrarse un buen día con que el fruto de su trabajo ha desaparecido, o que aparece bajo cláusulas de reutilización inaceptables", avisa Millán. "Proyectos didácticos, de investigación, etcétera, enteros, pueden perderse. No debería ser admisible ningún sistema de creación de materiales en la nube que no cuente como mínimo con la posibilidad de crear una copia de respaldo en la computadora.
De lo que no parece haber dudas es de las posibilidades de negocios de la nube. Google es la gran defensora de la computación on line y ya se ha lanzado a la conquista de este entorno. Su gran apuesta es el sistema operativo Chrome Os, diseñado para trabajar en la nube. Está pensado para netbooks (ultraportátiles), será de código abierto basado en Linux y se descargará gratis desde la Red. "Queremos que sea rápido y ligero, que se ponga en marcha y te conecte a Internet en segundos. La interfaz será básica porque la mayor parte de la actividad se desarrolla en la Web", según el blog de Google. Chrome OS llegará en 2010.
Microsoft, el rey de los sistemas operativos preinstalados en los terminales (algo así como lo opuesto a la nube), ya ha respondido. A partir de 2010 ofrecerá gratis en Internet versiones sencillas del programa Office para netbooks. Incluirán el procesador de textos (Word), la hoja de cálculo (Excel), las presentaciones (PowerPoint) y el reconocimiento de texto (OneNote). Se financiará con anuncios, como hace Google.
Lo más probable es que la nube coexista con copias del material más sensible en el disco duro, según observa Nicholas Carr. "Creo que almacenaremos la mayoría de nuestros bienes culturales e informativos en centros de datos distantes y gestionados por compañías como Google, aunque probablemente conservaremos copias de algunos de ellos en nuestros dispositivos."
El cloud también ofrece facilidades en la gestión de los centros de datos de las empresas. Google cuenta con el servicio Google Apps (que incluye chat, e-mail, procesador de textos o gestor de webs) diseñado para entornos laborales.
Otras compañías, como Amazon, venden parte de su nube (su red de servidores coordinados para trabajar como una gran computadora), que se puede emplear como almacenamiento o como capacidad de computación. "Es un servicio muy útil para start-ups [pequeñas empresas nuevas], que así no tienen que comprar servidores; sólo alquilan la computación", explica Diego Mariño, cofundador de la compañía Abiquo e impulsor del software libre para construir nubes. El cloud, entendido en su sentido original, permite "homogeneizar el tiempo y la potencia de computación, y convierte la informática en un servicio commodity", como la limpieza o la electricidad, añade Ugarte.
Y el modo de trabajar en grupo con la nube abre posibilidades a las empresas, según Carr. "La colaboración está en el centro del negocio, pero está constreñida por las aplicaciones tradicionales de las compañías, que tienden a funcionar restringidas a un usuario o una empresa."
Un ejemplo: "Si quieres compartir un documento en un procesador de textos, con Word tienes que adjuntar el archivo en un e-mail y enviarlo a varias personas, y luego encargarte de editar cada uno -explica-. Con un procesador de textos on-line, como Google Docs, todos pueden trabajar en el mismo documento en línea."
En cualquier caso, la desmaterialización de los bienes culturales y personales parece irreversible. "Habrá nube y almacenamiento local de bienes digitales -prevé Carr-, pero no creo que lo sólido tenga mucho futuro."
LONDRES.- Cuando Elvis Presley murió, en 1977, su manager, el coronel Tom Parker, sugirió que esto había sido "una buena movida en términos de su carrera". En efecto, el fallecimiento de Presley dio un impulso considerable a las ventas de sus discos y al culto a su persona. Algo similar ocurrió tras la prematura muerte de John Lennon, Johnny Cash, Kurt Cobain, Jimmi Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin, Buddy Holly o el rapero Notorius Big, entre otros. En la Argentina, cómo olvidar, no sólo la inesperada muerte de Gardel, sino, más recientemente, la de los bailanteros Gilda y Rodrigo -este último no sólo fue comparado con un héroe griego, sino que llegó a elevar el precio de las parcelas vecinas a la suya en el cementerio donde fue enterrado-.
Pero nada se asemeja al fenómeno emocional y comercial desatado tras la muerte de Michael Jackson. Su caso volvió a poner sobre el tapete la cuestión de la fama después de la muerte, aunque remixada: a pesar de haberse convertido en un ser extravagante y recluido en los últimos años, con acusaciones de abuso de menores manchando su imagen, las nuevas tecnologías hicieron que el fenómeno de su fallecimiento no tuviera paralelo.
Por ejemplo, Ethan Zuckerman, investigador de la Universidad de Harvard, calculó que un 15 por ciento de los mensajes de Twitter mencionaban a Jackson el día en que comenzaron a circular rumores sobre su muerte, mientras que temas álgidos como Irán o la gripe A jamás lograron superar el 5 por ciento. Al día siguiente, 9 de cada 10 álbumes vendidos en iTunes eran de Michael Jackson; Amazon.com había agotado todos los CD del cantante y las casas de música en todo el planeta se estaban quedando sin stock de sus discos más famosos.
En Internet, los sitios de noticias, Facebook y los blogs personales se inundaron de tributos, y hubo desde vigilas en Tokio y París hasta "moonwalks" masivas en Londres y peregrinaciones a su placa en el Paseo de las Estrellas de Los Angeles. No sólo todos los medios llevaron el tema en sus noticias centrales, sino que hubo casos como Smash Hits, una legendaria revista de pop británica desaparecida en 2004, que revivió por un solo número para marcar la muerte de Michael Jackson.
En Inglaterra, destino de la gira para la cual el Rey del Pop estaba incansablemente ensayando al momento de morir, en vez de devolver el dinero a quienes habían comprado entradas ofreció una entrada conmemorativa del fallecimiento del astro -y la medida fue increíblemente popular-. Por demanda del público, el espectáculo seguirá adelante, y aunque no se sabe bien quién reemplazará a Jackson, ni cómo lo hará, todas las localidades están agotadas.
Esto, además, recién empieza: se estima que Michael Jackson será el artista de todos los tiempos que más dinero recaudará después de su muerte, superando incluso sus ganancias en vida.
Mucho puede decirse sobre la genialidad creativa e interpretativa de Jackson, pero su fallecimiento puso en evidencia, además, el fenómeno mundial de las celebrity deaths, o muertes de celebridades y sus efectos sobre las masas.
Kate Woodthorpe es una investigadora de la Open University, del Reino Unido, que se ha dedicado a estudiar la muerte en las sociedades mediáticas. En diálogo con LNR explicó que el gran debate gira en torno a la forma en que la gente expresa públicamente su respuesta al fallecimiento de una celebridad que nunca conoció personalmente: ¿es una forma posmoderna de conexión humana o sólo una especie de "dolor recreacional"?
"Todo -asegura- está atado al debate contemporáneo sobre la «autenticidad» de la muerte, sus efectos sobre terceros y el punto hasta el cual los medios amplifican los acontecimientos, tema sobre el que hubo mucha especulación tras la muerte de la princesa Diana."
Pero no todo el sentimiento que se ve en casos como el de Jackson, asegura, es falso o inventado: para las personas comunes existe un factor movilizador genuino en la nostalgia y el deseo de sentirse parte de un acontecimiento que está teniendo tanta repercusión en sociedades de individuos aislados.
"Existe una teoría muy popular dentro del mundo académico respecto de que las personas mantienen lazos que permanecen en el tiempo con los muertos célebres y puede ser que veamos esto de una manera sin precedentes con Jackson -sostiene Woodthorpe-. Si se combina el legado musical que deja con los incentivos financieros de muchos para mantener su trabajo vigente, posiblemente sus herederos ganen más dinero con él muerto que en vida. Pero la pregunta se mantiene: ¿la nostalgia que motiva a los consumidores podrá mantenerse o su dinero disponible pronto pasará a la siguiente noticia caliente?"
Simon Warner, profesor de música popular en la Universidad de Leeds, ya ve señales que levantan dudas al respecto. El impacto, aunque sin precedente, se predijo que podría ser más fuerte aún (Jackson no logró un número uno póstumo en los charts británicos, por ejemplo) y Warner lo adjudica a que las manifestaciones de dolor on-line, como fue la mayor parte, no suelen reflejar la misma profundidad de sentimiento que las de la vida real.
"Me parece que las tan comentadas canciones que se bajaron masivamente de Internet fueron un tributo superficial al astro. Fans o curiosos con un interés mórbido no tenían más que hacer un clic en la pantalla de su computadora para rendir su ciberhomenaje. No reflejan lo mismo que el gesto activo de un fan que visita la ciudad natal de su ídolo o va a la disquería a comprar físicamente un disco", subraya Warner.
Aunque, naturalmente, de esto último también hubo. "Las comparaciones en los medios hablan del fallecimiento de Elvis, del de John Lennon, pero, para mí, la muerte de Michael Jackson sólo fue cercana a otra muerte de una celebridad: la de la princesa Diana. Desde un punto de vista británico, las escenas que presenciamos en los días inmediatamente posteriores a la muerte de Jackson, los peregrinajes, los altares paganos, los admiradores devastados, eran altamente reminiscentes de la muerte de la princesa en 1997", dice Christopher Wiley, director de la maestría en Música de la City University de Londres.
Wiley cuenta cómo ambas muertes fueron un shock absoluto: "Estoy seguro de que no fui la única persona que se quedó hasta tarde en la noche pegado a la televisión para ver si los rumores se confirmaban". Y recuerda haber pensado que estaba viendo una de las grandes historias de nuestra década desarrollarse, "uno de esos momentos de noticias muy especiales: uno siempre recordará exactamante dónde estaba y qué estaba haciendo cuando se enteró".
De Kennedy a la princesa Diana, evidentemente, uno de los factores que tradicionalmente más han potenciado el efecto de la muerte de una celebridad es la idea de que se cortó una vida antes de florecer del todo. ¿Cómo entra la muerte de Jackson, que para muchos se había convertido en "Wacko Jacko", o un delirante con lo mejor de su carrera bien enterrado en el pasado, en este esquema?
"No debemos olvidar que Jackson estaba trabajando en su próximo tour al morir -señala Wiley-. Así que, aunque no murió tan joven como otras figuras de la industria del entretenimiento, su vida acabó cuando todavía estaba activo como artista, y eso es importante: sugiere que todavía tenía mucho para brindarle al mundo."
"En el rock -señala por su parte Warner- existe el llamado Club 27, conformado por estrellas tales como Hendrix, Morrison, Joplin, Jones, Cobain, que murieron a esa edad enfatizando el ethos de live fast, die young («vive rápido, muere joven») de esa escena musical. Pero Michael Jackson murió a la relativamente tardía edad de 50. Cuando Presley murió, pudo haber sido considerado un hombre obeso de edad madura cuyo estrellato musical estaba bien en el pasado. En 2009, tenemos otra idea de lo que es ser estrella pop: alguien de 70 ya no se considera viejo, y Mick Jagger, Paul McCartney, Bob Dylan y Elton John continúan tocando en vivo como si tuvieran 25 y no 65 años. Jackson era distinto de ellos, sin embargo. Había trabajado tanto para cultivar el mito de Peter Pan, la idea del niño que nunca crece, que su muerte envió un fuerte sacudón a la psiquis universal. Si hasta el niño genio puede morir, también nos puede ocurrir a todos nosotros."
Woodthorpe aclara que, más que morir joven, un factor fundamental es la causa de la muerte. "¡Hay algo inherentemente más magnético en la muerte de James Dean en un accidente de auto que en la muerte de Elvis en un inodoro! Tiene que ver con lo que los estudiosos del tema han llamado lo sexy de la muerte", sostiene.
Y, en ese sentido, la muerte de Jackson, rodeada de misterio, fue comprensiblemente fascinante. Jackson no sólo era un artista increíblemente talentoso y original. Según Warner, Jackson no sólo era un cantante, compositor y bailarín extraordinario: era también un enigma, una tragedia, un alma perdida, una prueba del culto a la juventud del siglo XX, una reflexión viva de que las heridas raciales en EE.UU. no han cicatrizado y un emblema de lo disfuncional de la familia contemporánea, tanto en cuanto a la que lo vio nacer como a la que formó a su alrededor. Sus propias aventuras maritales y como padre, tanto con Lisa Marie Presley como con las madres de sus hijos, fueron absolutamente confusos.
Su fallecimiento, rodeado de detalles oscuros y teorías conspirativas, de la misma manera que su vida, no hace más que provocar mayores interrogantes que respuestas, y el misterio que siempre envolvió a Michael Jackson continúa.