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La imagen se conoció en todo el mundo luego de que una persona arrojó pintura contra ella y la tapó, horas después de que haber sido montada ante la iglesia de San Mateo, en Auckland. El cura que decidió ponerla, Glynn Cardy, dijo que su objetivo era “debatir sobre la concepción virginal” y que quería promover una discusión sobre si Jesús fue concebido por milagro. El religioso quiere poner en duda “las ideas prefabricadas” del catolicismo e instar a repensar el significado de la Navidad.
“Cuestionamos la concepción virginal y la masculinidad de Dios en sentido literal”, explicó. La vocera de la diócesis católica del lugar, Lyndsay Freer, dijo que el cartel insinuaba que la Virgen María y José acababan de mantener relaciones sexuales y que era irrespetuoso y ofensivo para los cristianos.
“Un cartel así es más propio de un grupo anticristiano que quiere mofarse de la divinidad de Dios”, declaró la dirigente católica. Y agregó que la concepción de Cristo es una importante cuestión teológica que no puede ser analizada a la ligera, por lo que la estrategia de Cardy “no generará ningún debate inteligente sobre el tema”.
El hecho dio lugar a una controversia entre los que apoyaban y repudiaban la actitud del sacerdote Cardy.
criticadigital.com
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