¿Billetera mata galán? No solo eso. También hay que tener auto, ahorros, acciones y bonos para aumentar las posibilidades de casarse. Al menos así es en Estados Unidos, según un estudio realizado en la Princeton University y publicado en la revista American Journal of Sociology.
El análisis se hizo con datos de la Encuesta Longitudinal Nacional de la Juventud (hecha en 1979), comparados con casos actuales. Concluyeron que tener un auto aumenta un 2,6% la probabilidad de que un hombre se case por primera vez. Los dueños de acciones y bonos tienen un 1,5% más chances de llegar al altar.
Esto va mas allá de tener un trabajo estable y buenos ingresos, otros factores que también son importantes. Y un dato que nos compete: la riqueza también aumenta la posibilidad de que una mujer se case, aunque en menor medida que para los hombres.
El autor del estudio, Daniel Schneider, dice que muestra los cambios en el modelo del matrimonio en los Estados Unidos. Entre 1970 y 2000 la edad media para casarse subió 4 años y el número de personas que prefiere la soltería pasó del 5 al 10%.
“Lo más llamativo es el aumento de la estratificación del casamiento por raza y educación”, cuenta Schneider. Las personas con bajo nivel educativo son cada vez menos propensas a casarse. Lo mismo pasa con las personas de raza afroamericana: intercambian menos anillos que los blancos.
Estas diferencias son preocupantes porque la ciencia habla de las bondades del matrimonio. Si estas personas, que ya están en clara desventaja, ahora se casan menos por cuestiones económicas, serán muchos quienes no disfruten del bienestar de vivir en pareja y con papeles.
En síntesis, Schneider encontró evidencia para apoyar el argumento de que la riqueza es un requisito para el matrimonio, especialmente para los hombres. "Lo que la gente tiene, no sólo lo que ganan o saben, determina la entrada al casamiento y puede generar una desventaja a lo largo de las generaciones”, concluye el científico que busca darle a su estudio una aplicación social.
El análisis se hizo con datos de la Encuesta Longitudinal Nacional de la Juventud (hecha en 1979), comparados con casos actuales. Concluyeron que tener un auto aumenta un 2,6% la probabilidad de que un hombre se case por primera vez. Los dueños de acciones y bonos tienen un 1,5% más chances de llegar al altar.
Esto va mas allá de tener un trabajo estable y buenos ingresos, otros factores que también son importantes. Y un dato que nos compete: la riqueza también aumenta la posibilidad de que una mujer se case, aunque en menor medida que para los hombres.
El autor del estudio, Daniel Schneider, dice que muestra los cambios en el modelo del matrimonio en los Estados Unidos. Entre 1970 y 2000 la edad media para casarse subió 4 años y el número de personas que prefiere la soltería pasó del 5 al 10%.
“Lo más llamativo es el aumento de la estratificación del casamiento por raza y educación”, cuenta Schneider. Las personas con bajo nivel educativo son cada vez menos propensas a casarse. Lo mismo pasa con las personas de raza afroamericana: intercambian menos anillos que los blancos.
Estas diferencias son preocupantes porque la ciencia habla de las bondades del matrimonio. Si estas personas, que ya están en clara desventaja, ahora se casan menos por cuestiones económicas, serán muchos quienes no disfruten del bienestar de vivir en pareja y con papeles.
En síntesis, Schneider encontró evidencia para apoyar el argumento de que la riqueza es un requisito para el matrimonio, especialmente para los hombres. "Lo que la gente tiene, no sólo lo que ganan o saben, determina la entrada al casamiento y puede generar una desventaja a lo largo de las generaciones”, concluye el científico que busca darle a su estudio una aplicación social.
¿Estás de acuerdo con los resultados? Cuando conocés a un hombre, ¿mirás si tiene auto, ahorros, y otros bienes? ¿O practicás el "contigo pan y cebolla"?
entremujeres.com
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